
Ecos de la ilegalidad
No solo la población de áreas urbanas o rurales de nuestro
país viola las regulaciones urbanísticas, también lo hacen muchas
instituciones estatales a las que no siempre se les exige por ello,
o no toman plena conciencia de su indisciplina.
Un día almacenaron elementos prefabricados de hormigón; otro
dejaron un poco de tierra, al
mes siguiente aparecieron sobras de comida, latas vacías, pomos...
Y así, a la vista de todos, el terreno comenzó a llenarse de
"cosas" |