No se trata de meras apreciaciones para culpar al Gobierno de Estados Unidos de lo que actualmente sucede en Ucrania, pero hay afirmaciones que con mucha ligereza se limitan a que «fue Rusia quien atacó a Ucrania».
Es preciso acudir a fuentes seguras, comprometidas con la paz, y volver a la historia de las guerras, agresiones, bombardeos y otras acciones estadounidenses en la arena internacional.
Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, advirtió: «No debemos olvidar nunca quién es la verdadera amenaza para el mundo». Y ejemplificó: «de los 248 conflictos armados que se produjeron entre los años 1945 y 2001 en 153 regiones del mundo, 201 fueron iniciados por EE. UU., lo que supone el 81 % del total».
No creo que a alguien le puedan quedar duda de quién es el verdadero responsable de lo que sucede hoy en Ucrania. Hacia Rusia están dirigidos los intentos desestabilizadores de Washington para imponer su hegemonía.
Ahora bien, esta fundamentación –en el caso actual– tiene el ingrediente de que la propia potencia yanqui ha convertido en reos de su política, tanto a la Unión Europea como entidad, como a varios de sus líderes de cabecera, voceros a favor de lo que diga y haga el imperio.
¿Qué sentido tiene que un continente –el europeo–, castigado ferozmente por dos guerras mundiales que dejaron millones de sus hijos muertos, heridos y mutilados, y ciudades completas destruidas, se alíe nuevamente a aquellos que fueron los primeros y únicos de este mundo en usar la bomba nuclear, o quienes más recientemente y sin consultar a nadie bombardearon a Yugoslavia, una nación de esa región?
¿Por qué no dedicar todas las fuerzas políticas de Europa a exigir que se retiren todas las armas nucleares estadounidenses, o las decenas de bases militares instaladas en su territorio y sus cientos de miles de soldados?
¿Qué otro país del mundo tiene un aval tan cuestionado como el estadounidense? ¿Qué otra potencia tiene cientos de bases militares diseminadas por el orbe?
En Ucrania no debía haber guerra, pero lamentablemente la hay. Por ello, toda la fuerza y recursos del mundo deben estar dirigidos a que la confrontación termine cuanto antes. Que no sigan muriendo ucranianos, rusos o de otras nacionalidades. Que solo Rusia y Ucrania busquen la mejor manera de vivir como vecinos: en paz y con respeto mutuo.
Una Ucrania neutral, donde convivan, en armonía y tranquilidad, todos sus habitantes, sean rusos o ucranianos, unidos en el deseo común de construir un país inclusivo y próspero.
Pero militarizar a Ucrania o incentivarla a adherirse a la OTAN es, ante todo, una irresponsabilidad histórica de impredecibles consecuencias.
En tal sentido, la Cancillería rusa ha señalado que financiar a Ucrania y apoyarla en materia militar va en contra de los principios y acuerdos suscritos por la Unión Europea.
Se enumera, entre otros, el hecho de que Kiev ignore sus obligaciones en los acuerdos de Minsk, refrendados por la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la onu. También la violación de los derechos humanos, con el uso de las armas facilitadas por occidente para la represión constante en Donbás.
Rusia advierte sobre los riesgos de una escalada en el conflicto debido al envío de más armas, lo que, además, amenaza la seguridad y la estabilidad regionales. De igual forma señala el peligro de que las entregas de esos artefactos bélicos caigan en manos equivocadas, incluidas las organizaciones terroristas, dada la distribución incontrolada a la población ucraniana.
Por último, Rusia recuerda que en Ucrania se resiente su economía por el conflicto armado.
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Maximo Puertas dijo:
1
3 de marzo de 2022
11:43:04
Josemi dijo:
2
3 de marzo de 2022
19:10:02
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