ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En el agrícola, como en otros sectores, es intenso el esfuerzo tras el paso de Oscar. Foto: José Llamos Camejo

Maisí, Guantánamo.–Son unas pocas, digamos cuatro o cinco siluetas verticales, perfiles de personas como sombras detrás o entre el ramaje de cafetos estropeados. No se ven entre sí, la maraña verde se lo impide, pero hablan, se dan «chucho» y hacen chistes al tiempo que rescatan granos de café, escasos, venturosos granos que se aferran como náufrago a una rama, a la espera de su rescatista.

–¡Niña, pero tú aquí!, ¿qué haces si lo tuyo es organopónico?

–Y a ti, que vienes del cultivo tapado, ¿qué viento te trajo?

«Los vientos del ciclón», tercia una voz de hombre, «somo’ lo cien mo’ quetero’». Se escuchan carcajadas, mas, no se pueden ver los que sonríen, excepto el que le da machete a una colina de gajos en el suelo. 

En Casimba de Maisí tuvo lugar la escena, entre cafetales que le pertenecen a la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Iraelda Marzo. En realidad no llegaban a cien, pero a 60 sí, lo dijo Alberto Fernández Marzo, el hombre de 48 años, que preside el ente productivo.

Según Alberto, a esa hora, pasadas las nueve de la mañana, 120 manos recogían café en distintas locaciones de la cooperativa, que aún trata de salvar los granos sobrevivientes a los vientos de Oscar y a los gajos sombreadores que el meteoro volcó encima de las plantaciones.

La Iraelda Marzo suma en general 165 hectáreas de superficie agrícola, 89 de ellas plantadas de café; el 40% fue afectada por la caída de árboles, obra del huracán.

Recoger de las matas y del suelo todo el cerezo posible en las mañanas, y ocuparse en las tardes de quitar de encima de las plantas los gajos agresores, es la tarea de choque en la presente etapa de la recuperación, de acuerdo con el líder de esta fuerza campesina.

Después, «sin perder tiempo iremos al sellaje de las áreas», detalla, –en este caso se refiere a reponer las plantas afectadas por el huracán– «después, a darle los ciclos de poda correspondientes. En realidad, fue grande el daño a nuestro cultivo líder».

«Todo esto el temporal nos lo golpeó», prosigue Alberto. Cuando dice que a su cooperativa el meteoro le ocasionó 3 500 000 pesos de pérdida, gira con los brazos abiertos, como para graficar la extensión y magnitud de los daños, que por mucho, van más allá del café, de esta UBPC y de los límites de Maisí.

LAS MEDIDAS DEL GOLPE

Oscar y sus vientos le arrebataron 75 000 latas de café en la presente cosecha a Maisí, máximo productor de ese rubro en Guantánamo, y segundo municipio entre los que más cerezos aportan a la economía del país.

Mas, por el mismo fenómeno meteorológico, otros municipios como Imías, Baracoa, San Antonio del Sur y Yateras les agregaron volúmenes a las perdidas, que se acercan en total a las 104 600 latas del grano dejadas de recoger en las más de 4 900 hectáreas del cultivo abatidas, casi 3 600 de ellas precisamente en Maisí. 

Fuerzas y experiencias del territorio se adentran en la recuperación, que necesariamente tiene que ser por etapas, de uno de los renglones agrícolas emblemáticos del Alto Oriente cubano.

Los vientos del huracán que el pasado mes fueron enconadamente dañinos en Baracoa y Maisí, en este último municipio, además del café, averió medio millar de hectáreas de coco, con ellas, los daños se extienden por cerca de 700 hectáreas del también llamado árbol de los cien usos.

El huracán también impactó 800 hectáreas de frijoles y aniquiló vastas extensiones de plátano, aseguró Teudis Limeres, subdelegado de la Agricultura en Guantánamo. En las montañas del este de la provincia, 80 de cada cien matas de ese cultivo fue al suelo, según Limeres.

Y el suelo, por supuesto, tampoco salió indemne del ataque de Oscar. Las lluvias de ese fenómeno climatológico, con las inundaciones asociadas a ellas, además de embestir los cultivos arrastraron parte de la capa vegetal en algunas áreas agrícolas, dijo Teudis Limeres.

Aunque todavía no está calculada la totalidad de áreas perjudicadas por los arrastres, Limeres no duda que el daño fue «colosal» y resarcirlo llevará esfuerzo y años.

A LO DESCOmPUESTO, RECOMPONERLO

Semillas rescatadas de las áreas de plátano destruidas ayudarán a la recuperación del cultivo. Y el territorio, anunció Limeres, con ayuda del país, en breve dispondrá de semillas hortícolas, gestión del Minag y de organismos internacionales.

Mientras, la agricultura urbana recibe una «inyección» de materia orgánica en Imías y San Antonio del Sur.

Restablecer lo más pronto posible las casas de producción de semillas en el Valle de Caujerí forma parte de la estrategia recuperativa del sector en Guantánamo. A esa prioridad responden las 12 instalaciones recuperadas en el mencionado enclave, de las que saldrán posturas para la próxima campaña de siembra del tomate.

En el agrícola, como en otros sectores, es intenso el esfuerzo tras el paso de Oscar. Pese a los entuertos, tal parece que a la larga, otra vez, la resurrección será un hecho, en este duelo contra el exterminio que un huracán pretendió de nuevo, en el Este del país.

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