19 de
septiembre de 2008
Diez años de injusticia (VIII)
Casos, cosas y diferencias
La verdadera esencia de la justicia
norteamericana quedó al desnudo cuando condenó a los Cinco,
mientras cortes de ese país juzgaban casos que sí lesionaban
la seguridad nacional. Las sentencias entre unos y otros
marcan la injusticia
DEISY FRANCIS MEXIDOR
Francis_mexidor@granma.cip.cu
La
verdadera esencia de la justicia norteamericana quedó al
desnudo cuando condenó a Gerardo Hernández, Ramón Labañino,
Antonio Guerrero, Fernando González y René González. Hubo
una clara manipulación en la aplicación de las guías de
sentencia. La jueza Joan Lenard, en el momento de dictarlas,
ignoró las pautas federales para la imposición de estas y no
le tembló la mano para pedir las penas más altas. Para los
Cinco no hubo sentencias acordes.
Sin embargo, esas mismas cortes encargadas
de impartir justicia, han juzgado en los últimos tiempos
casos que sí lesionan la seguridad nacional de Estados
Unidos. Esta es también parte de la historia de diez años de
arbitrariedades, artilugios legales, violaciones e
injusticias.
DE DUMEISI A MOZAWI
Khaled Abdel-Latif Dumeisi fue arrestado en
Chicago a finales del 2003. ¿La razón?, se le culpaba,
presuntamente, de entregar información al Gobierno de Sadam
Hussein que comprometía a miembros de la organización
opositora Congreso Nacional Iraquí radicados en Estados
Unidos. En enero del 2004 se le acusó formalmente de
pertenecer a los servicios de inteligencia del derrocado
mandatario. Las evidencias se obtuvieron al encontrarse un
expediente relacionado con Dumeisi en Bagdad después de la
ocupación norteamericana.
Lo condenaron a tres años y diez meses de
prisión, porque el tribunal consideró que era solo un agente
de un gobierno extranjero no registrado ante las autoridades
norteamericanas. Nunca fue acusado de espía, ya que como la
Fiscalía aclaró, Dumeisi no buscaba información clasificada,
sino de aquellos grupos de exiliados contrarios a Hussein.
¡Y esto ocurrió en medio de la guerra de Iraq: el gobierno
de Estados Unidos pudo diferenciar entre lo que hacía
Dumeisi y lo que es espionaje!
A Leonardo Aragoncillo, norteamericano de
ascendencia filipina, ex analista de inteligencia del Buró
Federal de Investigaciones (FBI), quien trabajó a las
órdenes de dos vicepresidentes, el FBI aseguró haberle
ocupado 736 documentos secretos pertenecientes a la Casa
Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado. Se le
acusó de espionaje; sin embargo, recibió una sanción de diez
años de reclusión.
Zacarías Mozawi, de origen marroquí, nacido
en Francia. Fue arrestado, encausado y condenado en Estados
Unidos según se dice por ser uno de los participantes en los
atentados del 11 de septiembre del 2001. Según la acusación,
él debía pilotar uno de los aviones que impactaron contra
las Torres Gemelas.
Su
madre, residente en Francia, pidió una visa para viajar a
Estados Unidos y visitar a su hijo. Se le otorgó el permiso
por razones humanitarias; sin embargo, se trata de un
individuo al que Washington ha presentado como el único
sobreviviente del comando que ejecutó los atentados. Fue más
que noticia, escándalo, que el FBI le entregó no solo miles
de documentos para preparar su defensa, sino también algunos
clasificados, sensibles a la seguridad nacional.
NO SOLO LAS FACILIDADES A
WALTER LINDH
John Walter Lindh fue capturado en
Afganistán cuando empezó la guerra de Estados Unidos contra
ese país centroasiático en el 2001. Vestía el uniforme del
talibán, estaba armado y luchaba contra las fuerzas
norteamericanas de ocupación. Por ser estadounidense no lo
recluyeron en la base naval que ilegalmente tiene Washington
en el territorio ocupado de Guantánamo contra la voluntad
del pueblo cubano. Fue condenado a 20 años en prisión, pero
puede ser elegible para salir por buen comportamiento a los
17 años.
Según trascendió, hubo, al parecer, un
arreglo entre el gobierno y Lindh a la hora de dictar
sentencia. De esa forma logró que se le enviara a cumplir la
pena cerca de donde vive su familia en San Francisco,
California. El acuerdo, por motivos humanitarios, era
facilitarles a sus allegados las visitas y que además estas
se realizaran sin mayores contratiempos.
José Padilla, ciudadano de EE.UU. arrestado
en el 2002, fue acusado de conspiración para cometer
asesinato, secuestro y mutilación, así como conspiración
para brindar ayuda material a los terroristas. En el 2007 lo
hallaron culpable de todos los cargos. Lo sentenciaron a 17
años y cuatro meses en la misma Corte del Distrito Sur de
Florida que condenó a los Cinco.
Mientras a Donald W. Keyser, un ex
funcionario del Departamento de Estado, se le encausó por
espionaje. En el 2005 se declaró culpable de posesión no
autorizada de documentos secretos y de mantener relaciones
con una oficial de Inteligencia de China Taipei. En el 2007
recibió sentencia: un año y un día de prisión, además de una
multa de 25 000 dólares.
Otro caso connotado fue el de Lawrence
Anthony Franklin, coronel de la reserva de la Fuerza Aérea
yanki, quien se declaró culpable de pasar información
—mientras trabajaba para el Departamento de Defensa—, sobre
la política de la Casa Blanca hacia Irán, al Comité de
Asuntos Públicos Americano-Israelí, la principal
organización cabildera pro-israelita en Estados Unidos.
Durante las investigaciones se comprobó que
también brindó información a un diplomático israelí. El 20
de enero del 2006, Franklin fue sentenciado a 151 meses de
cárcel (casi 13 años) y al pago de una multa de 10 000
dólares.
EL SELLO DE LA INJUSTICIA
Una de las dos cadenas perpetuas impuestas a
Gerardo Hernández fue por el supuesto delito de conspiración
para cometer espionaje, pero esa es la pena que corresponde
a quien obtiene la información relativa a la defensa
nacional, la transmite al gobierno extranjero y le causa un
serio daño a Estados Unidos. No interesó que la evidencia
aceptada en la Corte y las declaraciones de los
especialistas planteaban que no había involucrada en el caso
ninguna información de defensa nacional.
El resto de los cargos contra Gerardo son el
de conspiración general; conspiración para cometer
asesinato; uso de identidad falsa y conspiración para actuar
como un agente extranjero no registrado. Él necesitará una
vida y otra más —de ser posible— para poder cumplir las dos
cadenas perpetuas más 15 años, así como la sentencia
adicional de que su esposa Adriana Pérez no puede visitarlo.
Entretanto, a Ramón Labañino, quien cumple
una sanción perpetua más 18 años, se le imputaron los mismos
cargos que a Gerardo, con excepción del de conspiración para
cometer asesinato.
A Antonio Guerrero se le inculpó de
conspiración general; conspiración para cometer espionaje y
conspiración para actuar, igualmente, como un agente
extranjero no registrado. La condena: cadena perpetua más
diez años.
René González tendrá que permanecer 15 años
en la cárcel, por conspiración general y conspiración para
actuar como un agente extranjero no registrado. Tampoco su
esposa puede visitarlo. Mientras que a Fernando González se
le aplicaron 19 años de prisión por similares cargos.
Recientemente, el abogado Leonard Weinglass,
defensor de Antonio, dijo: "Cuando los Cinco fueron
arrestados en 1998, el Departamento de Defensa y el
Departamento de Justicia de Estados Unidos hicieron una
declaración diciendo que la seguridad nacional de ese país
no había sido dañada. Ahora, después de diez años en
prisión, tenemos una afirmación de un Panel de tres jueces
del Onceno Circuito de Apelaciones de Atlanta de que no hubo
espionaje y que ninguna información secreta fue obtenida ni
transmitida por los cinco cubanos (¼
), aun así tres de ellos regresan a Miami para una
resentencia (¼ )".
¿Por qué?, cabría preguntarse. Contra los
Cinco se ha descargado todo el odio del imperio y el
haberlos encarcelado y juzgado es fruto de una venganza
política.
Diez
años de injusticia (I)
El comienzo Diez años de injusticia (II)
El “Chu” Diez años de injusticia
(III)
El
dilema de los 164
Diez años de injusticia (IV)
La farsa
Diez años de injusticia (V)
Bajo presión
Diez años de injusticia (VI)
Inocencia condenada
Diez años de injusticia (VII)
Quinteto de gigantes
Diez años de injusticia (final)
Preguntas, respuestas
|