5 de
septiembre de 2008
Diez años de injusticia (VI)
Inocencia condenada
En diciembre del 2001, tras casi seis
meses de espera después del veredicto de culpabilidad contra
los Cinco, se producen las vistas de sentencia
DEISY FRANCIS MEXIDOR
Francis_mexidor@granma.cip.cu
El
8 de junio del 2001, viernes, el tribunal de Miami dictó el
veredicto de culpabilidad contra los Cinco. Júbilo entre los
fiscales, los agentes del FBI y toda la comparsa anticubana
y terrorista que allí se reunió; decepción en el rostro de
alguaciles honestos y personal de la sala de la Corte que
día a día habían seguido el proceso y en su interior
reconocían la inocencia de los encausados; "desaliento en
los abogados que hasta última hora esperaron un veredicto a
nuestro favor, al menos en los cargos más infames y falsos.
Indignación sentimos ante tanta injusticia, pero podíamos
elevarnos por encima de toda esa injusticia, por encima de
tanta ignominia y tanto odio, con la certeza de que nada
podría callar la verdad dicha y por decir", según escribiera
posteriormente Antonio Guerrero Rodríguez.
Concluía de esa manera una etapa del
bochornoso proceso contra los antiterroristas cubanos. El
caso quedaba concluso para sentencia.
RESUMEN DE PRENSA
Innumerables pruebas presentadas pusieron al
descubierto el terrorismo fraguado contra Cuba por grupos
criminales asentados en territorio estadounidense. La
prensa, sin embargo, se hizo eco solo de aquello que le
convenía y puso énfasis siempre en la palabra: espías.
Fragmentos de un artículo publicado en San
Petersburgo Times dado a conocer en la Mesa Redonda del 28
de junio del 2001, dieron cuenta, por ejemplo, que
"considerado como el juicio de espías más grande de la
historia del estrecho de la Florida, el caso prácticamente
no ha llamado la atención de la prensa nacional. En parte
ello puede ser explicado por la temporada electoral
inusualmente intensa en la Florida (¼
) pero también pudiera tener algo que ver con lo que
describió un potencial jurado, posteriormente desechado,
quien consideró el caso como el de los cinco espías Mickey
Mouse, cuyas acciones no tuvieron prácticamente
consecuencias para nadie fuera de la histérica comunidad de
exiliados cubanos del sur de la Florida".
Por su parte un reporte del Sun Sentinel
dijo que "este no era el mundo glamoroso de James Bond, o
sea, no eran estos los superespías a lo que están
acostumbrados muchos en las películas, ni las noches de
cocteles, ni los autos de lujo, tenían vidas sencillas y
presupuestos muy ajustados".
Mientras un cable de la agencia AFP comentó:
"Cinco meses de testimonio, frecuentes recesos y algún
enfrentamiento verbal han alargado tediosamente el juicio
sin aportar luz definitiva sobre la cuestión central. ¿Se
trata de peligrosos espías que intentaron penetrar en
instalaciones militares estadounidenses o de simples
infiltrados en organizaciones anticastristas de la
Florida?".
SE CIERRA EL CÍRCULO
Seis meses después de los veredictos de
culpabilidad, el 10 de diciembre del 2001 se celebra la
vista de sentencia general, donde la Fiscalía indicó que se
debía dictar una condena severa. La Defensa de los Cinco se
encargó de plantear que los parámetros presentados por el
oficial probatorio eran demasiado rígidos y debían
modificarse.
Sin embargo, a las 2:30 p.m. de ese día
comienzan las vistas de sentencia. Durante la primera
jornada la jueza Joan Lenard se limitó básicamente a
escuchar los argumentos de ambas partes en los asuntos que
eran comunes para todos, o para varios de ellos.
Un detalle interesante: David Bucker,
presidente del Jurado que los declaró culpables, estaba
sentado en la sala junto con el terrorista José Basulto y
otros elementos anticubanos.
Los días 11 y 12 de diciembre, en horas de
la mañana, se reiniciaron las labores del tribunal. La
Lenard rechazó todas las mociones y argumentos presentados
por la Defensa durante la sesión anterior y en la tarde del
12 se celebró la audiencia donde se dictarían las dos
cadenas perpetuas, más 15 años de prisión contra Gerardo
Hernández Nordelo. La Fiscalía se ensañó, y tipificó los
mismos hechos como constitutivos de delito y de agravantes.
Ha sido la primera vez en la historia de EE.UU. que alguien
es condenado por conspiración para cometer asesinato de
primer grado sin que exista absolutamente ninguna prueba.
Este es el cargo tres, el de la segunda sentencia de por
vida que le pusieron.
En su alegato de defensa, Gerardo afirmó:
"Bastaría con leer las declaraciones que hizo a la prensa la
figura principal de ese Jurado para comprender que nunca
tuvimos la más mínima oportunidad y que influyeron más los
prejuicios o las últimas y engañosas palabras de los señores
fiscales que los argumentos que se escucharon aquí medio año
(¼ ) la Fiscalía
considera, y así lo ha pedido, que debo pasar el resto de mi
vida en una cárcel. Confío en que si no es en este, en algún
otro nivel del sistema, la razón y la justicia prevalecerán
por encima de los prejuicios políticos y los deseos de
venganza y se comprenderá que no hemos hecho ningún daño a
este país que merezca semejante condena".
Presentes en la sala estuvieron las madres
de Antonio, Fernando, René y Gerardo, e Irmita, hija de
René, quienes tuvieron que soportar un ambiente muy hostil.
LA MÁXIMA EN TODOS LOS
CASOS
Sucesivamente se realizaron el resto de las
vistas de sentencia. En cada una de ellas nuestros hermanos
expusieron sus brillantes alegatos. Esta fue la única vez
durante el transcurso del juicio en que se escucharon las
voces de ellos.
El 13 de diciembre, Ramón Labañino fue
condenado a cadena perpetua más 18 años. El 14, René
González Sehwerert recibe la sentencia de 15 años de
prisión, la pena máxima que se solicitaba por los cargos que
se le imputaban por conspiración y el de agente extranjero
no declarado.
Entre el 17 y el 18 de diciembre se celebra
la vista en la que Fernando González Llort fue condenado a
19 años de prisión, la pena máxima por tres cargos
principales: conspiración, obtención y uso de documentación
falsa y utilización ilegal de documentos de identificación,
además de agente extranjero no declarado.
Y el 27 de diciembre se produce la última de
las audiencias. A Antonio Guerrero Rodríguez le imponen
cadena perpetua, la máxima por los cargos de conspiración,
conspiración para cometer espionaje y agente extranjero no
declarado. De ese instante recuerda a Granma Mirta
Rodríguez, "cuando mi hijo se puso de pie en la sala del
tribunal para escuchar la sentencia. No me alcanzaban los
ojos para tratar de verlo todo, de pronto me percaté que en
las manos de él había un libro: La Historia me Absolverá".
LARGO CAMINO HACIA LA
JUSTICIA
Tras las irracionales penas que les
impusieron "vino el silencio de toda la prensa
estadounidense, incluso el de la mafia y sus voceros,
quienes (...) no se cansaron de desacreditarnos,
calificándonos como ‘peligrosos espías’. Una sola
explicación tiene este silencio: no existen argumentos para
nuestras condenas y no quieren que la verdad salga a flote
por ninguna vía. Pero la verdad se dijo claramente en el
juicio y se ratificó contundentemente en nuestros alegatos.
La imagen de esa verdad expresada sin miedo, sin titubeo, es
un fantasma que persigue a quienes con la mentira crearon
toda esa ignominia", ha expresado Tony.
En enero del 2002, los Cinco fueron
trasladados a penitenciarías distantes entre sí. Cada uno
tomaría un destino diferente. No se les ha autorizado a
comunicarse entre sí, pero no han faltado los saludos y las
averiguaciones de cómo está cada uno, por todas las vías
posibles.
Y lo fundamental es que como el mismo Tony
planteara "nunca hubo desaliento, nunca hubo derrotismo,
nunca pudo mellarse nuestra moral, nunca pudieron
mancillarse nuestros principios, éramos unos ‘buenos necios’
que en medio de tanto hostigamiento cantábamos las canciones
de la Nueva Trova, y cuando no sabíamos la letra exacta, le
inventábamos una".
Siete años después de las injustas condenas
dictadas en el proceso contra los Cinco, el Onceno Circuito
de Atlanta, Georgia, acaba de ratificar la condena a los
inocentes.
INSÓLITO
Tony y René son nacidos en Estados Unidos. A
ambos, por escrito —para que se compruebe la importancia que
tiene para el gobierno de ese país defender a sus
terroristas— la Fiscalía les impuso una condena adicional:
se les prohíbe acercarse a los lugares por donde se sabe que
están o frecuentan individuos o grupos terroristas.
Los Circuitos
Existen 12 circuitos o tribunales federales
de apelación en EE.UU.; uno de ellos, el Onceno, con sede en
Atlanta, Georgia, incluye en su jurisdicción los asuntos
provenientes del estado de Florida. Al igual que como
sucedió con el caso del niño Elián González, ese tribunal
tiene a su cargo el conocimiento y resolución, en segunda
instancia, del proceso de los Cinco. Diez
años de injusticia (I)
El comienzo
Diez años de injusticia (II)
El “Chu” Diez años de injusticia
(III)
El
dilema de los 164
Diez años de injusticia (IV)
La farsa
Diez años de injusticia (V)
Bajo presión
Diez años de injusticia (VII)
Quinteto de gigantes
Diez años de injusticia (VIII)
Casos, cosas y
diferencias
Diez años de injusticia (final)
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