No hago distinción alguna; para mí hay tanta exigencia en una improvisación jazzística como en un solo danzonero", afirma Orlando Valle, Maraca, el flautista cubano de mayor reconocimiento internacional en la actualidad.
En medio de jornadas intensas, por la preparación de un nuevo material discográfico, en el que hará énfasis en los contactos entre la música popular bailable y la descarga, el mantenimiento y renovación del repertorio de su banda Otra Visión y los ajustes para emprender próximas incursiones foráneas en Europa y Norteamérica, Maraca comparecerá el martes14 a las 5:00 p.m. en la tertulia El Compositor y su Obra, del Museo Nacional de la Música (Obrapía entre Bernaza y Villegas, La Habana Vieja).
"Buena parte de lo que he logrado como intérprete ha salido de mi propia obra; se trata de una experiencia, con sus aciertos e insatisfacciones, pues entre el deseo y la realidad no pocas veces hay un trecho, que tal vez pueda ser útil a otros", admitió al ofrecer la primicia del encuentro.
"Lo que sí puedo asegurar —afirmó— es que he tenido en los últimos meses una de las etapas más estimulantes de mi carrera. He explorado nuevos horizontes, he compartido escenarios con músicos extraordinarios; y he confirmado valores de nuestra cultura musical en los que siempre he creído".
Uno de los momentos culminantes aconteció el pasado verano cuando tuvo protagonismo en la Convención Mundial de Flautas, efectuada esta vez en Nueva Orleans.
"Imagínate una reunión a la que concurren 6 mil flautistas de más de 40 países, de todos los estilos y tendencias, a recibir clases, intercambiar experiencias en talleres, adquirir literatura , partituras, actualizarse sobre las novedades tecnológicas de los fabricantes del instrumento y que los organizadores tengan la deferencia de programarte en la gala de inauguración junto a Hubert Laws, Ali Ryerson y Jim Walker, un trío de eminentes flautistas".
Maraca impartió clases magistrales y fue seleccionado también para ofrecer un concierto compartido con Fernando Brandao, profesor de la academia Berklee, de Boston.
Otros tres sucesos marcaron el itinerario exitoso del flautista y compositor cubano: la gira con Los Gigantes del Son, el concierto de gala en el teatro Chatelet de París, y el encuentro con el pianista cubano Ramón Valle en Holanda.
"Existen muchas maneras de reinterpretar la tradición cubana —precisó— y una de ellas es la que presentamos en varios festivales europeos de jazz con un conjunto ocasional, Los Gigantes del Son, en el que combinamos veteranía y juventud. El público deliró con el buen toque del maestro Guillermo Rubalcaba, pero también con las voces de Cándido Fabré, Tiburón Morales y Yumurí. Contamos en la base rítmica con Ernesto Simpson en la batería, Rafael Valiente en las tumbadoras y Omar Rodríguez en el bajo".
Por modestia Maraca omite las referencias a su labor como flautista en ese conjunto. No solo arrancó prolongadas ovaciones en los auditorios, sino que la crítica especializada valoró la dimensión artística con que recreó el legado de Antonio Arcaño, José Fajardo y Richard Egües a la flauta en la música popular cubana.
En el Chatelet, una de las más afamadas plazas parisinas, Maraca celebró el triunfo de su CD/DVD Reencuentros como Selección del Mes (julio) de Radio Francia y calificado como Obra Maestra (cinco estrellas) por la revista Down Beat. Lo hizo mediante un concierto de gala al que convocó a las estrellas internacionales del jazz latino: Steve Turre (trombón), Brian Lynch (trompeta y fiscorno), Giovanni Hidalgo (percusión), Horacio El Negro Hernández (batería), Harold López Nussa (piano), Gregory Privat (teclados), Irving Acao (saxofón tenor), Rafael Paseiro (contrabajo) y como invitado especial el pianista Gonzalo Rubalcaba.
"Con Ramoncito Valle —explicó—tenía muchos deseos de tocar a dúo. Él ha hecho carrera en Europa durante los últimos años y Leo Brouwer lo trajo a su último festival. Es un pianista de gran inventiva, no se ciñe a patrones establecidos. Fue un reto pero al mismo tiempo es una dicha que nuestras músicas se hayan unido en las ciudades holandesas de Amsterdam y Groningen y luego en la francesa Dax. Es un resultado que espero compartir con mi mejor público, el cubano".
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