ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
«Le debo mucho al profesor Cortina», dijo Raidel Martínez al responder a la prensa sobre su efectividad en la liga japonesa. Foto: Archivo
«Le debo mucho al profesor Cortina», dijo Raidel Martínez al responder a la prensa sobre su efectividad en la liga japonesa. Foto: Archivo

¿Se puede estar fuera de la nómina de una selección nacional y ser campeón olímpico y mundial? Pareciera obvia la respuesta: no. Sin embargo, toda regla tiene su excepción que, como sabemos, viene a confirmarla. Esa singularidad no es noticia en nuestro movimiento deportivo, solo hay que ver y escuchar con el orgullo que muchas de las más encumbradas estrellas del firmamento atlético del país hablan de sus primeros entrenadores.

Hay uno de ellos, nada menos que de beisbol, que, oficialmente, nunca ha vestido las franelas del equipo Cuba, pero ha sido, y aún es, omnipresente en los principales elencos de la Mayor de las Antillas. Su andar nómada lo sitúa en muchas otras historias, más allá de las fronteras de Pinar del Río, donde nació, vive y, a sus 71 años, sigue enseñando.

A José Manuel Cortina, una eminencia en la preparación de los lanzadores, lo llamé, hace varios años, el Novio de la lomita. Para él, la defensa del juego de pelota comienza por el actor principal de la escena: el lanzador. Es, quizá, el ejemplo más nítido de cómo se puede estar en el equipo nacional, sin aparecer en el listado. Bebió de la obra que construyó, en Vueltabajo, José Joaquín Pando, el orfebre de lo más eximio del pitcheo pinareño, y hasta de Cuba.

Aprendió con él y –como buen alumno– cultivó, siéndole fiel al maestro, sus saberes, con los cuales ha recogido una vasta cosecha de strikes, en los brazos más ilustres del beisbol cubano.

Cuando falleció Pando, trabajó con dos excelsos pitchers, Jesús Guerra y Julio Romero, a quienes les recuperó sus brazos y, después de esa labor, ambos lograron sus juegos de cero jits cero carreras. Juan Carlos Oliva, Reynaldo Costa, Félix Pino, Vladimir Baños, Erlis Casanova y Frank Luis Medina son fruto de sus faenas pedagógicas.

Brindó su sapiencia en la Isla de la Juventud, y allí curtió al llamado hombre de hierro del montículo en nuestras series nacionales, Carlos Yanes. En Matanzas, en un año, alcanzó que el cuerpo de serpentineros bajara en cien boletos. En Santiago de Cuba le devolvió la potencia al experimentado Danny Betancourt, quien volvió a lanzar por encima de las 90 millas, después de tres años inactivo, y en la pasada campaña tuvo una destacada actuación con los Avispas. José Ramón Rodríguez, de seguro uno de los abridores en el próximo Clásico Mundial, fue el pináculo de sus esfuerzos en Camagüey.

Hace unos días, en Japón, le preguntaron al joven Raidel Martínez, con 36 juegos salvados en la encumbrada liga profesional de ese país, sobre su efectividad: «le debo mucho al profesor Cortina, ha hecho un trabajo muy serio conmigo, y estos son los resultados». Liván Moinelo también anda encendido en esa lid. Entrenaba con él bajo el sol de la dos de la tarde, pues la mamá del lanzador le pidió eso al profe, para que su hijo no dejara de ir a la escuela.

«No podía negarme, aunque el sol rajara las piedras. Se trataba de prepararlo, sí, pero que fuera a clases. Un entrenador nunca puede olvidar que, antes que nada, es un educador».

Pudo ser un coach de grandes ligas, sino pregúntenle a Mariano Rivera, lo más grande en la tabla de lanzar de ese beisbol, cuando en 2019 develó que se hizo pitcher «porque un entrenador cubano que se llama Manolo, me dijo, súbete a la lomita, serás un gran lanzador. Me encantó trabajar con él, aprendí».

Apasionado, tanto que puede pasarse de incisivo en el criterio, a Cortina no le batea nadie. Su tenacidad y voluntad, a prueba de balas y hasta de un cáncer de amígdala, son sus mejores envíos. Con ellos derrotó a la enfermedad, seguir enseñando fue su cura, aunque dice que el pitcher que ponchó al cáncer fue la Salud Pública cubana.

Para Cortina, el profe del Cuba, medalla de oro.

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Boris Luis Cabrera dijo:

1

24 de septiembre de 2022

13:10:30


Bravo mi amigo Oscar, muy merecido texto al profe Cortina.

José Ruiz dijo:

2

19 de noviembre de 2022

10:05:34


Que bien que se reconozca la labor de este grande del Béisbol Cubano, aprovechen sus conocimientos y al menos traten de tener la interesa y los valores de este ejemplo de persona.