ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Recurva en lazo realizada por el huracán de los Cinco Días en octubre de 1910, en el sudeste del golfo de México. Foto: Cortesía del profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe

El brusco desvío hacia el norte realizado por la reciente tormenta tropical Franklin, en aguas del mar Caribe central (eso la llevó a cruzar sobre la República Dominicana), demostró una vez más la importancia de la denominada recurva en el pronóstico de trayectoria de los ciclones tropicales.

Dicho término se define como el cambio en la dirección general del movimiento al oeste y al oestenoroeste por un giro gradual al noroeste, norte y luego al nordeste, que en forma de parábola suelen describir los organismos ciclónicos en alguna etapa de su ciclo de vida.

Como explicó a Granma el máster en Ciencias Armando Caymares Ortiz, especialista principal del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, precisar en qué momento iniciará la referida inflexión constituye un verdadero reto para los meteorólogos encargados de seguir el rastro de los ciclones tropicales, en particular cuando se desplazan por los mares al sur de Cuba.

«Su comienzo depende de la posición y el desplazamiento de los centros de alta presión, vaguadas y otros sistemas atmosféricos, si estos tienden a debilitarse o fortalecerse y la interacción que ocurre entre ellos».

La complejidad de la predicción está dada no solo por los diferentes factores que influyen en ese proceso, sino también porque el cambio gradual en la dirección de la trayectoria y el incremento en la velocidad de traslación, que generalmente le acompaña, puede llevar al ciclón tropical en pocas horas, a pasar sobre puntos distantes de los estimados previamente, recalcó Caymares Ortiz.

CASOS CÉLEBRES

El profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, coordinador de la Comisión de Historia de la Sociedad Meteorológica de Cuba (SometCuba), mencionó entre los ejemplos notorios de recurva lo sucedido con el huracán de octubre de 1948.

«Durante la tarde del día 4 se movía lentamente al norte noroeste, por los mares al sur del cabo de San Antonio. Cuando todos los avisos coincidían en ubicar la zona de peligro en el extremo occidental de Pinar del Río, el ciclón efectuó una recurva cerrada al nordeste y en apenas unas horas los habaneros fueron sorprendidos por la presencia de vientos huracanados».

Para el historiador Ramos Guadalupe, resulta imposible no recordar el caso del tristemente huracán del 9 de noviembre de 1932, causante del más grande desastre natural ocurrido en nuestro país en el siglo XX.

Considerado un probable huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson (los vientos máximos estimados fueron de 265 kilómetros por hora), tuvo su origen en el mar Caribe oriental, y se desplazaba con rumbo oestenoroeste, hasta que situado al suroeste de Jamaica recurvó al norte y luego al nordeste, para entrar a tierra por un punto de la costa sur de Camagüey, a unos 60 kilómetros del poblado de Santa Cruz del Sur, barrido por una surgencia o marea de tormenta de 6,5 metros de altura.

Solo en Santa Cruz del Sur perdieron la vida alrededor de 2 000 personas en menos de tres horas.

De acuerdo con lo expresado por el Coordinador de la Comisión de Historia de SometCuba, existe, asimismo, la llamada recurva en lazo, que ocurre si el ciclón tropical es bloqueado en su avance hacia el norte, por sistemas de altas presiones bien estructurados en los diferentes niveles de la atmósfera.

Tal condición los obliga a moverse erráticamente en busca de algún canal de salida, y a veces cruzan de nuevo por puntos geográficos ya afectados.

Muestra de este tipo de recurva lo es el polémico huracán de los Cinco Días, en octubre de 1910, que al salir al mar por la costa septentrional de Pinar del Río, un anticiclón situado al norte lo obligó a desviarse primero al oeste, luego al sur y sureste, para retomar de nuevo el nordeste y hacerlo pasar dos veces por una misma zona, aparentemente en las inmediaciones de Cayo Jutía.

Este organismo tropical surgió en un área de bajas presiones situada al norte de Panamá. Del 8 al 12 de octubre se desplazó en un rumbo próximo al nortenoroeste, y el 14 pasó sobre o muy cerca de la parte oeste de la Isla de la Juventud, entonces Isla de Pinos. 

Ya en la tarde de ese propio día penetró en tierra por un punto cercano a La Coloma, en el sur de Pinar del Río, probablemente como huracán categoría 4 (vientos máximos sostenidos de 210 a 250 kilómetros por hora).

Significó que el huracán de octubre de 1910 creó gran desconcierto en los meteorólogos de la época. Por ejemplo, el padre Lorenzo Gangoiti, del Observatorio del Colegio de Belén, planteó que lo ocurrido se debía al paso de dos ciclones tropicales diferentes y seguidos, que azotaron a Pinar del Río, La Habana y Matanzas, criterio no compartido por el Observatorio Nacional.

Lo anterior generó una polémica entre ambas instituciones, considerado uno de los mayores debates científicos sucedidos en Cuba en los inicios del siglo XX.

Investigaciones hechas por el destacado meteorólogo cubano José Carlos Millás, demostraron que los prolongados efectos sentidos en el occidente cubano obedecieron a un solo ciclón tropical y, en particular, a la denominada recurva en lazo, que el mismo describió por primera vez.

Cincuenta y tres años después, nuestro país sufrió los embates de uno de los eventos meteorológicos más mortíferos para cualquier época, cuando el ciclón Flora se mantuvo, del 4 al 8 de octubre de 1963, con lento y errático movimiento sobre la región oriental, describiendo una recurva en lazo determinada por la posición y persistencia de los centros de altas presiones ubicados al norte y al oeste de Cuba.

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Lilliam dijo:

1

26 de agosto de 2023

09:29:50


Muchas gracias a Orfilio por sus siempre interesantes publicaciones. Se necesita continuar formando buenos Matemáticos capaces de comprender, apropiarse y desarrollar modelos de predicción casa vez más modernos.