ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El diálogo entre arte y espacio público se encuentra entretejido en el concepto de la Bienal. Foto: Juvenal Balán

Mientras el cuarteto de flautas Bohemius, del Conservatorio Amadeo Roldán, interpretaba piezas de White y de Lecuona, varias muchachas practicaban boxeo, como parte del performance Pelea como una chica, de la artista turca Gözde «Mimiko» Türkkan, en colaboración con la boxeadora cubana Namibia Flores.

El arte como extrañamiento, como herramienta de cambio y para desarmar estereotipos; su capacidad para la transformación social y el desarrollo comunitario: así inició ayer, en San Ignacio, esquina Empedrado, en La Habana Vieja, donde radica el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) Wifredo Lam, la clausura de la 15 Bienal de La Habana, el mayor evento de las artes visuales en Cuba.

No obstante, ni fue esa la única localización del suceso cultural que durante tres meses y medio mantuvo una presencia continua en más de la mitad de los municipios de la capital y se extendió a varias provincias del país, ni la conclusión marca realmente un final.

A partir del 21 de marzo, se abrirá la muestra Expansión 15, con las obras donadas por sus creadores, y aquellas que no han tenido suficiente visibilidad por distintos motivos. Asimismo, queda abierta la posibilidad de visitar la Bienal virtual (www.bienalvirtual.cult.cu)

Para Nelson Ramírez de Arellano, director del CAC y de la Bienal, esta es un organismo vivo, que se adapta y se sostiene sobre la voluntad de los artistas, quienes la entienden como una necesidad de la cultura del país. En esta edición, que celebró los 40 años de la iniciativa, se realizaron más de 200 exposiciones, decenas de talleres e intercambios, más de 200 acciones en el espacio público, y se involucraron más de mil artistas.

De estos últimos, además de los 150 cubanos invitados a la nómina oficial, Arellano destacó los más de 250 de 57 países, que costearon todos sus gastos, en un gesto que revela amor infinito por el arte, la Bienal y el pueblo.

El arte inspira, pero no es solo contemplación, sino también acción, reflexión y compromiso, se dijo en la clausura, a la que asistieron diversas personalidades y autoridades del sector, encabezadas por el ministro de Cultura, Alpidio Alonso.

La mayoría de representación latinoamericana en la selección, bajo el lema de Hori­zontes Compartidos; la calidad del evento teórico, la «mirada audaz y el compromiso inquebrantable de los artistas con la ciudad», expresados en el Proyecto Detrás del muro, y el más de medio millón de personas que interactuaron con las obras, fueron otros elementos subrayados en la ocasión.

Asimismo, se convocó a curadores, artistas y gestores a la 16 edición de la Bienal, a partir de abril de 2027, con la premisa de Reimaginar el Sur. Se trata, explicó el Director del evento, de desafiar los discursos dominantes y reivindicar nuestra identidad y memoria, en un acto de rebeldía intelectual y de ruptura con las cadenas de la ideología colonial. Se asistirá, en fin, a un proyecto político y filosófico puesto en marcha desde al arte, para un futuro donde el Sur tenga el lugar que merece.

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