
«Un amigo me contó que fue a un bar y el barman tenía un ejemplar del Diablo... ya trabajado por el tiempo, al fondo del mostrador. Le preguntó y el barman le dijo que era su libro de cabecera, que lo leía una y otra vez.
«Mi amigo le dijo que conocía a quien lo había escrito, pero que no podía decirlo. Y el otro pidió, casi en ruego: "Pero al menos dime una cosa ¿es una escritora, una mujer, verdad? Y es negra".
«Me di cuenta por esa anécdota que cada cual encontraba en ese endiablado remitente a su ideal».
El relato surge ahora en medio de un diálogo donde las identidades están muy claras; pero durante dos décadas, los amigos más cercanos de Fidel Díaz Castro (La Habana, 1961) –o simplemente Fidelito, el periodista, trovador...–mantuvieron el secreto acerca del verdadero nombre, el suyo, tras El Diablo Ilustrado.
Muchos supuestos autores fueron manejados, algunos eran para él como condecoraciones: «Silvio Rodríguez, Abel Prieto, hasta Fidel (que buscaba una manera de comunicarse anónimamente con los jóvenes)».
Ahora, cuando una edición más del libro que ha marcado a generaciones de adolescentes y jóvenes se encuentra con antiguos y nuevos lectores, Granma se acerca a una historia llena de confabulaciones por la belleza.
Todo empezó en 1998: «Era miembro de la Dirección Nacional de la Asociación Hermanos Saiz. Fernando Rojas, el presidente, me lleva a ver a Iroel Sánchez, entonces director de la Casa Editora Abril. Le faltaban directores de varias revistas y me propone Somos Jóvenes.
«Quedo estupefacto. Le pido cuatro o cinco días, me voy a la biblioteca de le editorial y hago un intensivo estudiando las revistas desde el número uno. A pie de página, aleatoriamente, había frases famosas, algo que gustaba mucho. Pensé que hacía falta someterlas a un análisis que propusiera una relación dialógica con el lector.
«Así que entre mis propuestas de renovación de la revista estaba la de escribir una sección en la que recopilara frases y las pusiera a jugar desarrollando analíticamente un tema. Como sería el director no quería darle tanto peso y pensé en un seudónimo.
«Mi amigo entrañable, José Julián Martí, sería el guía espiritual, y buscaba lograr ese tono juguetón con que escribió El Diablo Cojuelo. Al texto lo acompañaría una pintura (y de paso ayudaba a promover las artes plásticas); pensando en ese movimiento cultural conocido como la Ilustración, que inspiró la Revolución Francesa, arribé a El Diablo Ilustrado».
Pero no solo el hecho de dirigir la publicación influyó en el anonimato: «Quería entablar una comunicación plenamente espiritual, sin que siquiera la identidad de quien escribe mediara; que todo fuera un juego de ideas, de imaginación, un diálogo íntimo, personal, en igualdad de condiciones: ni yo sabría quién tiene el texto ante sus ojos, ni ese destinatario quién le escribe.
«El remitente venía a ser como el director de un coro de fantasmas de los tiempos, de esos que dejaron en esas frases motivadoras esencias de su espíritu».
–¿Cómo viviste el éxito total del libro, que lo ha hecho una especie de best seller a lo cubano?
–Una experiencia hermosa: ver en una feria del libro, por ejemplo, las colas de personas comprando y comentando; la contentura de algún joven apretando un ejemplar a su pecho, o una muchacha saltando de alegría ante sus amigos por tenerlo en sus manos.
«Surgieron hasta juegos y misticismos, como que uno pensaba en una determinada preocupación que tenía, y abría al azar el libro en cualquier página, fijaba su vista en un párrafo y encontraba la respuesta. Hasta en un altar han colocado algún ejemplar, lo he visto en fotos.
«También pasé por momentos tristes. Una mujer fue a la Editora Abril, pues el libro se había agotado y quería un ejemplar para su hijo ingresado con cáncer, que se le pedía. Por supuesto se lo obsequiamos, fue muy duro».
Sin dudas, en la columna, el primer libro, y luego en Confesiones, así como en los discos La voz del Diablo Ilustrado y Los amores del Diablo Ilustrado, la obra de José Luis Fariñas fue determinante: «Creó un cosmos espiritual con lo que llamo sus dibRujos, es un ser muy especial que lleva su alma a lo que pinta. Sé de jóvenes que se han tatuado ilustraciones suyas o las han pintado en paredes de escuelas».
–Muchos de quienes te leyeron en su adolescencia ahora compran el libro para sus hijos...
–Ha pasado más de un cuarto de siglo. Me ha sucedido que, tras conocerse mi autoría, algunos que ya eran amigos se asombraron. Igual han surgido amistades que me han contado cómo, por ejemplo, a partir de leer el libro comenzaron a buscar a los autores citados, sean poetas, escritores o hacedores de canciones.
«De alguna manera se ha sostenido el interés, mérito más como recopilador que como pretendido escritor. Es gratificante, pues estos tiempos exigen más al espíritu, no por las carencias materiales precisamente; se ha ido imponiendo con más fuerza el pragmatismo, se ha desdibujado la verdad, o las aspiraciones de ella, en un océano de mentiras, tergiversaciones, en cualquier tema; hay menos utopías, ser soñador es una herejía –siempre de alguna manera lo fue– pero en estos días terribles, asesinos del mundo como canta Silvio, no todo el viento del mundo sopla en la dirección del amor.
«Trato de dejar siempre claro que yo soy Fidelito, no El Diablo Ilustrado, pero uno es responsable de sus hijos, y responde por ellos. A veces publico algo en redes y me percato de que me achacan una dimensión que no tengo, y es difícil. Siempre he pensado, y está de alguna manera escrito en esos libros, que las famas o popularidades roban alas, amarran, limitan la creatividad, el vuelo, inducen a medirte, a estar a tono con lo que esperan de esa imagen que se ha ido formando a tu alrededor, o acerca de ti.
«Más allá de cualquier tonto ego, del que soy plenamente enemigo, (ya se sabe por Pepe que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz) lo importante de ese éxito es que queda demostrada la capacidad de soñar, especialmente de los jóvenes, las ganas de ser solidarios, de abrazar, de indagar, de darse, de amar. A pesar de esa cultura global que despoetiza y siembra egoísmos».










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jose garcia dijo:
1
23 de octubre de 2024
01:43:37
Rolando marin dijo:
2
23 de octubre de 2024
20:19:43
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