ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Las agrupaciones provocaron fuertes emociones en los diversos espacios en los que se presentaron. Foto: Cortesía del EJT

SANTIAGO DE CUBA .–Durante la semana que concluye, cinco conjuntos artísticos –procedentes de Candelaria, en Artemisa; Cuatro Vientos, en el Escambray; Buey Arriba, en Granma; Los Negros, en Santiago de Cuba; y Manuel Tames, en Guantánamo– han estremecido la Ciudad Héroe, que por primera vez acogió el Encuentro Nacional de Conjuntos Artísticos Integrales de Montaña, cuya edición XXI cierra sus cortinas hoy.

Los CAIM agrupan a unas 240 personas –entre soldados, instructores y aficionados de las comunidades– que cultivan cinco manifestaciones del arte (música, danza, teatro, literatura y artes plásticas) en unidades sui géneris del Ejército Juvenil del Trabajo, dedicadas al fomento de la creación humana en intrincadas zonas de nuestras montañas, que dan «continuidad al propósito del General de Ejército Raúl Castro Ruz, que las creó a finales de los años 80 del siglo pasado, para salvaguardar tradiciones y aunar voluntades para hacer arte en y desde las serranías, siempre con integralidad», explicó a Granma Héctor Muñoz Sosa.

Recuerda, entrañablemente, aquel 30 de octubre de 1992, cuando en el municipio de Guisa, acompañados por Abel Prieto –entonces ministro de Cultura–, crearon el CAIM de la provincia de Granma, «del que soy fundador y en el que permaneceré hasta que tenga fuerzas».

Con ímpetu similar, la joven cienfueguera Zulaine Cuéllar Pérez cantó en varias comunidades de la urbe oriental, «en Boniato y La República la gente se puso muy feliz, también en un Centro Penitenciario y en el Hospital Infantil Sur», comentó.

Todo esto compromete aún más la realización de estos encuentros de carácter bienal, refirió el instructor de arte Roberto Nilo Sánchez, quien se conoce como la palma de su mano el macizo montañoso del Escambray, en el centro de la Isla. «Este es el quinto en el que participo, y cada vez me convenzo más de que hago lo correcto».

En esta edición, Santiago de Cuba ha sido excelsa anfitriona, su gente se ha deleitado con las tradiciones campesinas  –que resultan tan cercanas a una ciudad de medio millón de habitantes rodeada por la Sierra Maestra–, «han sido 30 comunidades, tres centros penitenciarios, cuatro unidades militares, tres hospitales y varias galas, una muy especial dedicada al natalicio del Comandante en Jefe, como parte de este evento competitivo», explicó Mayer Ailén Zamora Figueredo,  instructora de trabajo cultural-recreativo del EJT.

 Soldados, instructores, aficionados de las comunidades en las que están las unidades militares viven, trabajan y hacen arte, «porque los CAIM son una especie de casas de cultura en sitios tan lejanos y garantes del trabajo extensionista, con una programación de calidad, muy necesaria en estos tiempos, con el desarrollo de investigaciones de corte sociocultural que permiten realizar espectáculos como los que hemos presentado en Santiago», refirió Diango González Guerra, presidente del Consejo Nacional de Casas de Cultura.

El encuentro provocó sonrisas y lágrimas; emotivas escenas en barrios vulnerables y familias humildes; momentos de vitalidad para niños enfermos; sensación de libertad para reclusos y la certeza de que el propósito de Raúl trasciende, en tanto revitaliza la cultura cubana desde sus raíces.

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