ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Tony Piñera

Cuatro letras que bailan en el mar y un inmenso balcón que invita a soñar desde el Caribe constituyen la perfecta escenografía en la cual se mueve el espectáculo Yo soy Cuba, que desde principios de junio recorre diversas ciudades y provincias de China, de la mano del Ballet Español de Cuba (BEC), que dirige el director y coreógrafo de la pieza, Eduardo Veitía.

Basado en nuestras más caras tradiciones, rinde eterno homenaje a esos seres humanos que llegaron a la Isla desde cualquier parte, hace siglos; salvando distancias, acercando culturas, formas de hacer y de ser, mezclando razas, pieles y símbolos esculpidos de Europa, África, Asia, América, que ahora regala alegrías por doquier, como devolviendo esa mezcla de amor y amistad al mundo.

En Fujian continuó la gira que tuvo una escala singular en dos ciudades de la provincia de Cantón… En cuatro días, tres ciudades y dos provincias. Dongguan, el primer punto tocado por el BEC en esta región de China, un lugar especial para Cuba, pues, a mediados del siglo xix llegaron a la Isla casi 250 000 inmigrantes chinos, la gran mayoría de esta región, situada al noroeste de Hong Kong, en el río de las Perlas. En verdad las ciudades son perlas que brillan en las noches, en las cuales no falta lo tradicional de estas hermosas tierras. Lo ocurrido en los teatros fue suficiente para comprender que hay vasos comunicantes entre Cantón y Cuba.

El teatro del Centro de Cultura aquí resultó pequeño para albergar a los amantes de la isla caribeña, que son muchos. Fue una grata jornada en la que el público se desbordó en la sala a bailar, al final de la obra, en El Carnaval, y acompañando siempre con palmadas los ritmos del grupo Son d’Estilo, que es parte también esencial en los triunfos alcanzados. Las ovaciones aún se escuchan. Son un eco en cada teatro.

Al día siguiente, en Guangzhou, Cantón, ocurrió lo mismo. Cantón, que en mandarín es Guangdong, es la megaciudad más grande del mundo, con 47 millones de habitantes. El antiguo Teatro Memorial Zhongshan de esta ciudad –construido entre 1929-1931– fue un espacio mágico cuajado de simpatía y aplausos. Este lugar es muy visitado, pues, lleva el nombre de Sun Yat-sen, como homenaje a quien fuera el primer presidente de la República de China y fundador del Kuomintang, considerado como el padre de la China moderna.

Precisamente, la inmensa escena del Teatro Memorial, en esta provincia de inmensas raíces en nuestra Isla, fue el lugar donde la cónsul general de Cuba en Cantón, Marina Domenech Mylnikova, compartió con los miembros del BEC, y les dijo que era un orgullo recibir, aquí en China, a esta compañía, fundada por nuestra Alicia Alonso y dirigida por el maestro Eduardo Veitía, que refleja lo mejor de las tradiciones artísticas y culturales cubanas, que aquí ha dejado una profunda huella, dijo.

Ya después, al llegar a Sichuan, uno experimenta que sube al cielo. No por el viaje aéreo, sino porque el trayecto de una hora, entre el aeropuerto y la moderna urbe repleta de rascacielos, está rodeado de montañas, y se cruzan largos túneles por dentro de ellas. Nos dirigimos ahora al noroeste, centro del país continental.

El gigante asiático tiene tres regiones delimitadas, en forma escalonada. La primera, algo más llana, de montañas pequeñas, la segunda –en la que estamos–, por otras mayores, que van señalando el camino hacia la región del Tíbet, donde están las grandes elevaciones (la tercera). Precisamente, esta ciudad, Chengdu, marca el punto de partida para aquellos viajeros que inician el camino hacia el Tíbet. Esa alta meseta tibetana, en la parte norte del Himalaya, es una región autónoma de China conocida como el «techo del mundo», por sus inmensas cumbres, entre las que se encuentra el monte Everest, que China comparte con Nepal…

El BEC está, entonces, a las puertas del techo del mundo, y en China ya ha vivido esta experiencia, la de estar por lo alto, poniendo el nombre de Cuba, por el calor y el amor con que lo han recibido en estas tierras que son parte de nuestra nacionalidad.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Yrmina Gloria Eng Menendez dijo:

1

1 de julio de 2024

10:21:46


Hola! Muy buen artículo o reportaje, Pero es importantísimo cerciorarse de las cifras. La cifra estimada de llegada de chinos a Cuba en el siglo XIX es de 150 mil, a partir de la total registrada por cargamentos de chinos culíes arribados en embarcaciones entre 1847 y 1874, que es de 124 mil. Pueden consultar lo publicado por Pérez de la Riva sobre demografía de los culíes chinos en Cuba.