La esperada biografía fílmica del bailarín Carlos Acosta pasará su primer examen durante el Festival de San Sebastián, cuya edición número 66 tendrá lugar en esa ciudad del País Vasco español del 21 al 29 de septiembre próximo.
Realizada por la directora española Iciar Bollaín, la misma de Te doy mis ojos, la película, titulada Yuli, está basada en las memorias del gran bailarín cubano No way home (Sin mirar atrás), publicadas hace una década.
La cineasta contó en la escritura del guion con su compañero, el escocés Paul Laverty, quien ha trabajado en filmes de Ken Loach, y un elenco en el que figuran el propio Acosta y los cubanos Laura de la Uz, Andrea Doimeadiós, el maestro de la danza Santiago Alfonso, Carlos Enrique Almirante y Yerlín Pérez. El personaje del bailarín en su niñez y adolescencia es interpretado por Edison Manuel Olvera y Keyvin Martínez, respectivamente.
A Acosta de muchacho le llamaban Yuli, de ahí el título del filme. Su llegada a la escena estuvo mediada en su etapa formativa por años de rebeldía y desmotivación vocacional, en la que su padre, figura imprescindible en el trazo biográfico del protagonista, lo conminó a cumplir un sueño.
Bollaín halló fascinante la posibilidad de llevar a la pantalla el ascenso de Acosta hasta su consagración internacional. Para ella, el cubano era justamente el reverso de la historia de Billy Elliot. Si en el filme de Stephen Daldry, el niño inglés nacido en el seno de una comunidad de mineros venida a menos lucha por bailar en medio de la oposición y los prejuicios de los suyos, en la vida real, y en la película de Bollaín, un niño cubano se interna en el mundo de la danza a regañadientes.
«El ballet empezó siendo una cárcel para él, pero luego le sirvió de refugio y al final fue su liberación», ha dicho la directora española sobre el significado de lo que quiso llevar a la pantalla.
La producción implicó a compañías de España, Reino Unido, Alemania, Francia y Cuba (Icaic) y el rodaje se llevó a cabo en La Habana, Londres y Madrid.
A Bollaín también le interesó la relación de Acosta con su país de origen, cómo con una carrera internacional que lo llevó a ser primera figura del Houston Ballet, el English National Ballet y el célebre Royal Ballet, de Inglaterra, nunca olvidó ni su identidad ni sentido de pertenencia.
Años atrás, en una entrevista televisada, Acosta confesó: «Yo soy un muchacho nacido y criado en Los Pinos, y esa es la esencia que me define, esa es mi raíz. El día que pierda eso, entonces me pierdo yo como ser humano».
VERANO DE ACOSTA DANZA EN LA HABANA
Antes, la compañía fundada y dirigida por el artista cubano, Acosta Danza, asumirá una breve temporada en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso los días 17, 18 y 19 de agosto, como parte de la agenda cultural del verano en la capital.
Habrá un estreno mundial, Satori, del joven cubano Raúl Reinoso, quien explora la simbología del budismo zen. La puesta incorpora los diseños del curazoleño Ángelo Alberto, la iluminación de la italiana Fabiana Piccional y una partitura del también joven compositor cubano José Gavilondo Peón, quien se formó en la Universidad de las Artes bajo la tutela del maestro Juan Piñera.
El programa se completará con Impronta, de la española María Rovira; End of Time, del inglés Ben Stevenson; y una versión de la obra de Alexis Fernández, De punta a cabo, con imágenes expresamente concebidas por el compositor y artista audiovisual X Alfonso.












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Joaquín B Sanchez dijo:
1
6 de agosto de 2018
08:49:06
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6 de agosto de 2018
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6 de agosto de 2018
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13:41:07
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6 de agosto de 2018
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6
7 de agosto de 2018
12:10:14
Luis Roberto Choy López dijo:
7
7 de agosto de 2018
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Isabel Sastre dijo:
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9 de agosto de 2018
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10 de agosto de 2018
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