«Se trata de una historia sobre la amistad y su importancia más allá de las barreras idiomáticas, políticas y culturales», afirma en exclusiva para Granma el renombrado director cubano Ernesto Daranas Serrano, al referirse a su más reciente producción Sergio y Serguéi, largometraje que compite este año en la categoría de Ficción en el trigésimo noveno Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
«Podemos contar relatos como este, tan cercanos al presente, respetándonos siempre a nosotros mismos. La nacionalidad para mí resulta algo entrañable, esencial en cualquier circunstancia. Creo que eso ayuda a que hagamos planteamientos más o menos críticos sin que nos sintamos lastimados con ellos. Lo importante va en la capacidad de generar un pensamiento crítico y de crear un debate», asevera el realizador que cuenta en su trayectoria con filmes que han marcado el devenir cinematográfico de Cuba, como lo son Los dioses rotos y Conducta.
Para este laureado artista el principal desafío suele radicar en contar algo que llegue a la gente, aunque tuvo que batirse también con el hecho de tratar el pasado con una lectura que tuviera vigencia en el presente, con cómo referirse a esos años en que cambiaron tantos aspectos en las vidas y la historia del país de una manera que interesara a los jóvenes.
«Otros retos –dice Daranas– tenían que ver con la propia factura de la película, los problemas tecnológicos que tuvimos que resolver, no comunes en nuestro cine y que implicaron mucho estudio y preparación. A esto se añade el tema idiomático, pues en el filme se habla en algunos momentos en ruso y en inglés, lo que supuso la preparación que tuvieron que asumir los actores».
Por su parte, el afamado actor cubano Héctor Noas, quien interpreta el coprotagónico (Serguéi) junto a Tomás Cao, al hablar de su personaje y a lo que se enfrentó por él, asegura a este diario que resultó complejo encarnar a un extranjero de manera creíble: «Hago de ruso, con una cultura completamente diferente a la mía, un idioma que no manejaba. Tenía también el estado de ingravidez que debía simular en el largometraje, por el que debía estar colgado de un arnés durante mucho tiempo».
Sergio y Serguéi, según sus creadores, es una película con espíritu propio. Para Noas, el alma de esta cinta yace en que ha sido escrita y dirigida por un realizador que sobre todas las cosas apela a la esencia de las personas. Daranas, a su vez, sostiene que el corazón del filme está en que podamos hablar con libertad de nosotros mismos: «Cuando nos referimos a quienes somos con honestidad, sinceridad y libertad, siempre vamos a tener vías de comunicación y de entendimiento».
El reconocido actor estadounidense Ron Perlman, quien forma parte del elenco de este largometraje, y que dice sentir que llega a un lugar familiar cada vez que regresa a La Habana, tuvo que hacerle frente al Sindicato de Actores de Cine de Estados Unidos para participar en una producción cubana, debido al bloqueo, hasta que al fin consiguió el permiso.
«Las ramificaciones políticas son obvias –reconoce Perlman–, todavía no tenemos relaciones normalizadas entre ambos países. Parecía que estábamos en camino a derrumbar todas las barreras durante los años del presidente Barack Obama, y ahora tenemos un nuevo régimen en Estados Unidos que parece ir hacia atrás».
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ada dijo:
1
21 de diciembre de 2017
10:44:19
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