Lazos de amistad desde la música

Artemisa.-Cantar ha sido mi vida desde que nací y es un honor venir aquí a hacerlo. De pequeño aprendí a conocer a Cuba y su música: siempre tuve curiosidad por las interpretaciones de esos artistas que se escuchaban en mi país, aseguró el cantante y compositor puertorriqueño Danny Rivera, durante un encuentro con la prensa en la Casa de la Música de Artemisa.

En este espacio –el cual fue inaugurado a principios del presente año–, protagonizó un concierto en la noche del viernes, acompañado por el grupo musical artemiseño Alabao y junto a la joven Chila Lynn interpretó Para decir adiós.

Por estos días el artista se encuentra grabando dos discos en nuestro país. Aire libre, contará con la participación de los niños del proyecto de música infantil Tremendochi. Según el cantautor, los conoció en la comunidad de Las Terrazas y, siguiendo la filosofía de darle nuevas oportunidades a los talentos, los invitó a formar parte de esta nueva propuesta.

Mientras, Diez lindas cubanas, estará dedicado a canciones de la Isla concebidas hace algunas décadas. Al respecto comentó que todos los temas tienen nombres de mujer y retomarlos es una manera de que se vuelvan a escuchar, recreándolos a su modo. «Cuando me encuentro con esta música nuevamente, veo que el tiempo no ha pasado, y me siento ese niño que creció escuchándola».

El cantante boricua atesora un andar de más de 50 años por el arte, y vino por primera vez a Cuba en la década del 70. En ese momento lo recibieron unos niños con la pieza Tu pueblo es mi pueblo, y manifiesta que «de ahí en adelante, el enamoramiento ha sido único».

Como parte de su estancia en la provincia visitó el Mausoleo a los Mártires de Artemisa, donde conoció sobre la historia de este solemne sitio, sus características, y rindió tributo a los jóvenes del territorio que participaron en la gesta del Moncada.