
GIBARA, Holguín. Encarnación convincente de muchos personajes de la cinematografía, la televisión y el teatro, Eslinda Núñez sentó pautas en la pantalla grande cuando Humberto Solás la llamó tempranamente para asumir el rol protagónico femenino de uno de los tres cuentos del largometraje Lucía, nombre que ahora lleva el premio que recientemente recibió la actriz en la jornada inaugural del Festival Internacional de Cine de Gibara.
Afable, sin guiones y requerimientos histriónicos de por medio, esta mujer definida por el actor español Imanol Árias como el rostro más enternecedor del cine cubano, dijo a Granma sentirse conmovida por el reconocimiento. En ese momento su voz fue tenue.
Segundos después subió el tono. Comenzó a hablar de Solás. La distinción conferida a ella, aseveró, constituye un homenaje al cineasta. Los argumentos fluyeron:
“Comenzó a escribir el guión de Lucía a los 24 años y lo concluyó a los 26. Era un niño, apenas había trabajado con actores…
“Buscó un método, buscó formas. Nos dio un modo diferente de hacer cine. No se fue por lo trillado. Insistió en las improvisaciones de los actores. Eso fue una de las marcas de Lucía, que a pesar del paso del tiempo, se mantiene fresca, espontánea, audaz.
“Demostró que podía hacer una película de época, donde los cubanos vimos por vez primera cómo habíamos sido en las guerras de independencia. Antes no teníamos una idea sobre eso. Y ahí nos vimos hablando, moviéndonos, luchando entre caballos, la bruma, el fango… Tuvimos de pronto esas buenas imágenes.
“Después, en el segundo cuento, aunque había escrito diálogos muy buenos, nos decía, improvisen, improvisen en el contexto histórico. Cuando llegó el cuento de Adela, también estimuló las improvisaciones.
“Creo que eso le dio una fuerza enorme a la forma de actuar de los cubanos. Pienso que también influyó mucho en el cine de otros países. Desde mi punto de vista, anteriormente, en nuestras películas se hablaba a modo de las producciones argentinas o mejicanas, que tenían un diálogo muy estricto, muy literario, pero distante de lo cubano”.
Apenas toma un respiro para organizar las ideas. Prosigue acosada por la emoción.
“Tuve la oportunidad de trabajar con él en muchas películas. Una vez dijo en público que yo siempre actuaría en sus realizaciones, aunque en algunas en las que no tenía personaje para mí, no me puso. Me dio uno en Miel para Oshún, pero yo tenía un compromiso inaplazable y no actué. Tenía otro para Raquel Revuelta, pero ella no pudo hacerlo porque no se sentía bien. Adela Legrá si participó. Quería tener en la película a las tres Lucias.
“Nos vimos en muchos momentos más. En la celebración de uno de mis cumpleaños en la sede del ICAIC me dijo que tenía dos guiones y que volveríamos actuar. Estaba seguro que sería algo grandioso. Desgraciadamente su muerte lo hizo imposible”.
Sin previo aviso retoma el momento durante el cual recibió el premio. Reitera que siente felicidad porque ocurrió en Gibara y elogia a su gente cariñosa, abierta y atenta.
“Me han demostrado mucho respeto y amor. Por eso es un gusto estar en este festival que es continuidad del creado por Humberto, pero con los nuevos aires que le ha dado Jorge Perugorría. El evento tendrá larga vida y traerá mucho a Gibara”.
Se despide con la misma amabilidad con que accedió a conversar. Desciende rumbo al mar por una calle repleta de personas. Unas ven a Eslinda, otras a Lucía…
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Andrachi dijo:
1
20 de abril de 2017
17:33:09
Rubén dijo:
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20 de abril de 2017
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yoly dijo:
3
21 de abril de 2017
08:08:25
yordani pupo fuentes dijo:
4
23 de abril de 2017
18:01:40
Agustin dijo:
5
24 de abril de 2017
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Juana Sânchez dijo:
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24 de abril de 2017
09:28:03
I.CRUZ dijo:
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24 de abril de 2017
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leonardo dijo:
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Rey Mo dijo:
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JOSE M RODRIGUEZ.C dijo:
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28 de abril de 2017
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piensacorazón dijo:
12
28 de abril de 2017
17:02:10
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