
Una de las grandes figuras de la cinematografía mundial contemporánea, Costa-Gravas, viajó a La Habana para presentar su película El Capital incluida como un homenaje en el XVIII Festival de Cine Francés.
El cineasta franco-griego (Atenas, 1933) rememoró en una extendida conferencia de prensa a propósito del Festival, sus cuatro o cinco viajes a la isla, para dar clases en la Escuela de Cine de San Antonio o para asistir al Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
El también presidente de la Cinemateca Francesa afirmó: “Siempre me interesó el cine cubano, ver como un país salido de una revolución hizo rápidamente un cine nacional y películas importantes”.
Para este decimoctavo encuentro con el cine francés, considerado el mayor de su tipo fuera de Francia y el segundo de mayor alcance en Cuba luego del de La Habana, Costa Gavras presenta su película El Capital, que aborda la ambición y el poder en el mundo de las finanzas, con los actores Gabriel Byrne y Gad Elmaleh en los roles protagónicos.
De Costa Gavras siempre se ha admirado la amplitud de su mirada social y política alejada del maniqueísmo y el estereotipo, y esto lo ha llevado a ser considerado el principal iniciador del llamado "cine político".
Precisamente sobre esa definición le preguntamos en brevísimo aparte al director de Z, Estado de Sitio, Desaparecido y La caja de música: “No acepto definiciones, porque además ¿qué quiere decir política? Viene de la polis griega donde nace la democracia. Yo hablo de seres humanos, que somos las víctimas”.
En su cine combina la tragedia y el espectáculo... “La tragedia griega tiene mas de 2500 años y esta lleva también a la democracia, era un espectáculo, y no es una palabra menor. Espectáculo en la línea de Sófocles o Molière”.
¿El capital? “Hablo de la economía, el dinero, de cómo los banqueros manejan hoy el mundo con mas poder que los políticos. Trato de retratar la realidad, en este caso una realidad cruel sobre el poder de la banca, el ansia por el dinero y el desprecio por el ciudadano de la calle”.
¿Trabaja en un nuevo proyecto? “Si, pero me gusta hablar cuando está concluido, le puedo decir que es sobre un tema actual. Yo hago cine con historias que me interesan, que me tocan profundamente”.
Para el XVIII Festival de Cine Francés, que comenzó el 30 de abril y se extiende durante todo mayo, llegó a La Habana una importante delegación encabezada por Fréderique Bredin, presidenta del Centro Nacional del Cine, quien firmó un acuerdo con Roberto Smith, presidente del ICAIC, del cual destacan tres puntos esenciales: coproducción; restauración de películas, y digitalización de la sala de cine La Rampa.
Este año se exhiben 15 largometrajes de ficción, cuatro documentales, dos cintas de animación y cuatro clásicos del cine francés restaurados (Cero en conducta, 1933; La Gran ilusión, 1937; Los niños del Paraíso, 1945 y Casco de oro, 1952).
El evento anual abrió con la proyección del filme franco-mauritano Timbuktú, ganador del Premio que otorga el Jurado Ecuménico en Cannes y siete galardones César, el cual fue presentado por su productora Sylvie Pialat
El reconocido director Laurent Cantet, quien en 2007 trajo a La Habana su cinta La clase, ahora llega con Regreso a Ítaca, un guión escrito a cuatro manos con el escritor cubano Leornardo Padura, mientras el realizador Jean-Paul Salomé, presidente de Unifrance Films, presenta la comedia Hacerse el muerto luego de su éxito en La Habana con Arsenio Lupin.
Entre los filme a no dejar de ver se incluyen Amar, comer y beber, última cinta del sobresaliente director Alain Resnais , quien fallecería poco después del rodaje y el documental Homos, el odio, presentado en el cine Chaplin por sus productores Pascal Houzelot y Damien Cuier, y Mariela Castro, directora del CENESEX.
Cristophe Barratier (director de Los chicos del coro) desde el grupo galo Cinemania fue el iniciador del Festival de Cine Francés y dijo a esta publicación: “Cuando llegué a Cuba por primera vez en 1998 para presentar la película Microcosmos fue como un golpe de corazón con el público, y desde ese momento decidí trabajar para volver. El público cubano me tocó profundamente. Es ya una historia de amor”.
Como explicó el realizador Jean-Paul Salomé, la cinematografía francesa hace un cine de autor frente al de Hollywood, que se centra hoy más que nunca “en héroes, como la serie de Marvel, o de máquinas. Queremos que el público mundial vea otras proposiciones, otras historias”. La variedad de cintas en este decimoctavo Festival lo (de)muestra con creces.
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