
Tras triunfar rotundamente en el año 2012 con Una separación, el cineasta iraní Asghar Farhadi vuelve a repetir en El pasado (2013), el drama de un divorcio y las consecuencias que de él se derivan.
En esta ocasión, Farhadi rueda en Francia e incorpora a su elenco a Berenice Bejo, la luminaria del filme silente El artista, cuya experiencia con el iraní le reportó el premio de actuación en el Festival de Cannes.
En El pasado, ella es francesa, él (Ali Mosaffa) iraní, vive en Teherán y viene a territorio galo a firmar el divorcio que permitirá a su exesposa casarse y emprender una nueva vida. Pareciera otra historia de encuentros y desencuentros amorosos, pero lo que mayormente pretende la mujer es que el recién llegado averigüe qué le sucede a la hija de ella, e hijastra de él, a qué se debe la conducta de rechazo de esa joven de 16 años que, como todos los otros personajes, guarda un secreto y también una intención de ser sincera.
Cinco de las seis películas filmadas por Asghar Farhadi se mueven en torno a separaciones y divorcios y siempre con hijos receptores de las crisis matrimoniales, buenos muchachos que devuelven en la inocencia de sus miradas la crueldad con que a veces los mayores, sin darse cuenta, actúan en contra de ellos.
Otra vez Farhadi recurre a unos diálogos equilibrados que permiten apreciar su origen teatral, e igualmente a reiteraciones hechas muy a propósito, entre ellas, llevar la intensidad dramática al límite de lo soportable, de manera que el espectador se interese en la historia, se emocione y se sienta un testigo, pero al mismo tiempo no cierre los ojos ante la contundencia de los hechos.
Y de nuevo el concepto de “la verdad” relacionada con unos personajes que puede que se equivoquen, o no recuerde ciertos hechos, pero que nunca mienten a propósito. Verdad ética vinculada con hechos que se revelan por necesidad, y al revelarse puede convertirse en una carga de dinamita contra la estabilidad moral y emocional.
El pasado no es superior a Una separación, entre otras cosas porque esta última, con un drama aflorando con una naturalidad tan pasmosa como pletórica de sorpresas, es una película perfecta. Pero El pasado, llena de personajes marcados por una verdad y un complejo de culpa, ratifica a Asghar Farhadi como uno de los directores más sobresalientes del panorama internacional.












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William dijo:
1
16 de junio de 2014
14:21:55
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