Atraído desde muy joven por las ciencias naturales, al concluir el preuniversitario Osvaldo Cuesta Santos logró matricular en un curso de meteorología que terminó en 1973, año en el cual comenzó a laborar en dicho instituto. De aquella época recuerda su interés por los huracanes y la admiración hacia la persona del doctor Mario Rodríguez Ramírez, director fundador de la citada entidad
Inicialmente se vinculó a la naciente red de radares trabajando en los equipos instalados en Punta del Este, Isla de la Juventud, y La Bajada, Pinar del Río. Allí fue entrenado por especialistas soviéticos en el dominio de tan valiosa tecnología para el seguimiento de fenómenos atmosféricos peligrosos y el pronóstico del tiempo.
Luego completa los estudios de nivel superior al egresar de la Facultad de Geografía de la Universidad de La Habana. Empeñado en centrar su carrera profesional en los temas ambientales, pasa a formar parte del entonces departamento de Contaminación Atmosférica del Instituto de Meteorología.
Entregado a la investigación y la prestación de servicios, a mediados de la década de los noventa del pasado siglo es nombrado director del actual Centro de Estudios sobre Contaminación y Química de la Atmósfera (Cecont), uno de los que conforman la citada institución perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Ocupar tal responsabilidad administrativa a lo largo de más de veinte años no ha sido obstáculo para que el hoy Doctor en Ciencias Meteorológicas y Profesor Titular Osvaldo Cuesta haya participado en más de 35 proyectos investigativos, convirtiéndose en uno de los especialistas nacionales de mayor autoridad en los estudios sobre la calidad del aire en Cuba, la protección del medio ambiente atmosférico y los efectos de ese tipo de contaminación sobre los ecosistemas terrestres y acuáticos, y la salud humana.
Miembro del Consejo Científico del Insmet, del comité editorial de la Revista Cubana de Meteorología, de la Sociedad Meteorológica de Cuba, y del Comité de Expertos del Programa Nacional de Cambio Global y Evolución del Medio Ambiente Cubano, en seis ocasiones ha merecido el Premio Nacional de la Academia de Ciencias de Cuba por su participación en diferentes resultados. Asimismo dirige el Servicio Científico Técnico Estatal del Sistema Nacional de Vigilancia de la Contaminación Atmosférica, y es presidente del Subcomité Atmósfera de Normas de Gestión Ambiental del Citma.
LUZ ROJA A LA POLUCIÓN
Según precisó a Granma el doctor Cuesta Santos, la misión fundamental del Cecont es evaluar y emitir informaciones sobre la composición química y contaminación del aire en el país, determinar su origen, prever cómo evoluciona y recomendar las medidas de respuesta, con la finalidad de evitar o mitigar los daños que dicho fenómeno ocasiona.
“Los estudios cualitativos y cuantitativos realizados por nuestros expertos y técnicos reflejan que si bien la situación de Cuba dista de los alarmantes niveles de polución observados en grandes urbes como Santiago de Chile, Beijing y el Distrito Federal de México, en la actualidad tenemos zonas de importantes ciudades donde los indicadores de la calidad del aire presentan niveles críticos. Tales son los casos de Mariel, Nuevitas, Moa, La Habana (sobre todo en el área que rodea la parte sur de la bahía capitalina), Santiago de Cuba, Cienfuegos y Matanzas”.
Igualmente hay afectaciones por ese problema en Santa Lucía, Pinar del Río, Camaguey, Holguín, Artemisa, San José de las Lajas, Cárdenas, Sagua La Grande y Las Tunas.
Consultado sobre las causas fundamentales que generan los problemas de contaminación atmosférica en el archipiélago cubano, el doctor Osvaldo puntualizó que obedecen básicamente al uso de tecnologías obsoletas en industrias y el transporte, incluido el parque de vehículos automotores, la carencia de sistemas de tratamiento de las emisiones, la deficiente educación ambiental y los errores en la planificación territorial en cuanto a la ubicación física de los asentamientos poblacionales y los focos que originan esos problemas, entre ellos fábricas, grupos electrógenos, calderas, hornos e incineradores.
Resaltó, además, que para tener un conocimiento más preciso del problema y ofrecer soluciones técnicas viables, el Citma y varias instituciones de distintos organismos ejecutan un grupo de trabajos investigativos de suma complejidad acerca de la transmisión de los contaminantes en la atmósfera, tomando en cuenta los tipos de emisiones, su difusión y transporte, la influencia que ejercen en ese proceso la lluvia, el rocío, las nieblas, nubes, velocidad y dirección del viento, así como los impactos directos e indirectos que provocan en el hombre, la vegetación, en los animales, materiales de la construcción, suelo, y agua.
También tiene lugar el Inventario de Emisiones de Fuentes Fijas Industriales, mientras que por ahora y aunque han podido emprenderse algunos estudios, los inventarios de emisiones de fuentes móviles y naturales continúan siendo una tarea pendiente, indicó el profesor Cuesta Santos.
En su opinión, urge fortalecer las regulaciones y la legislación sobre atmósfera, incluyendo las normas, y priorizar el tratamiento de las emisiones industriales en los planes de la economía, incorporando soluciones integrales y sostenibles.
Manifestó que en el 2015 el Cecont fortaleció su capacidad de evaluar de forma continua la calidad del aire en La Habana, al entrar en funcionamiento dos estaciones automáticas destinadas a ese fin, donadas por el gobierno de la República Popular China.
Ubicadas en la sede del Consejo de la Administración Municipal de San Miguel del Padrón y el Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas (Instec), respectivamente, ambas miden las concentraciones de dióxido de azufre y de nitrógeno, monóxido de carbono, ozono troposférico (se trata del cercano a la superficie), y las partículas de polvo o material particulado de 10 y 2,5 micras, que constituyen los mayores contaminantes atmosféricos de la capital.
Merecedor del Premio Nacional de Meteorología 2015 Por la Obra de la Vida en la categoría científica, lauro que igualmente recibió el licenciado Andrés Planas Lavié en el acápite de servicios científico técnicos junto al especialista Roberto Acea Reyes, el doctor Osvaldo Cuesta Santos, ha sido un artífice en los esfuerzos de la nación por impulsar las investigaciones y el seguimiento a esta problemática ambiental, una de las aristas menos conocida de la labor de los meteorólogos cubanos.
Como trascendió en la reciente intervención de la ministra del Citma Elba Rosa Pérez Montoya ante los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, la contaminación atmosférica es una de las principales causas de quejas ambientales de la población. Su enfrentamiento y control demanda la acción coordinada de todos los actores involucrados en tan compleja labor.
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Ana dijo:
1
17 de julio de 2016
05:37:49
armando dijo:
2
17 de julio de 2016
10:47:31
marioflorentino dijo:
3
17 de julio de 2016
18:39:58
Alberto dijo:
4
18 de julio de 2016
15:13:29
María Pinar dijo:
5
9 de agosto de 2016
11:39:00
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