ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En las últimas tres décadas se ha visto un aumento en la ocurrencia de inundaciones costeras moderadas y fuertes. Foto: RAÚL LÓPEZ SÁNCHEZ

Como lo ha planteado el Panel In­tergu­bernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), el calentamiento del sistema climático del planeta es inequívoco, tomando en cuenta de manera particular el incremento visto en la temperatura media mundial, la elevación del nivel del mar y la pérdida notable de las capas de hielo.

Dada las notables consecuencias que este proceso tiene para el mundo, sobre todo en las naciones en desarrollo y de forma muy especial en los pequeños estados insulares, es considerado el problema ambiental más crítico del presente siglo y un serio obstáculo para alcanzar la sostenibilidad en el progreso de la sociedad.

Lo preocupante del actual cambio climático inducido básicamente por la actividad humana es que desde el punto de vista histórico ocurre en un plazo de tiempo tan breve, que según el criterio de algunos científicos hará muy difícil la adaptación de los ecosistemas naturales.

En el caso particular de Cuba, su condición de archipiélago y ubicación geográfica en la región del mar Caribe con un alto número de asentamientos costeros, la hace altamente vulnerable ante tan complejo escenario, de ahí que las investigaciones sobre el tema constituyan una prioridad desde hace varias décadas.

MÁS CÁLIDO Y EXTREMO

Con el antecedente de algunos estudios iniciales referidos a determinar el comportamiento de los ciclos de las precipitaciones en nuestro país, y de algunas variables climáticas y sus tendencias, en los años noventa de la pasada centuria comenzaron los primeros trabajos encaminados a conocer con suficiente antelación las probables implicaciones del cambio climático en los diferentes sectores de la vida nacional y las medidas de adaptación.

Tal investigación involucró a unos cien profesionales y  técnicos de13 centros científicos y organismos del Estado, y su autor principal fue el doctor Tomás Gutiérrez Pérez, del Instituto de Meteorología.

Por sus resultados, mereció en 1999 uno de los Premios Nacionales conferidos por la Academia de Ciencias de Cuba, y el Premio Especial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

La experiencia acumulada propició que en el 2001 Cuba tuviera lista su Primera Co­municación Nacional a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial a través del Pro­grama de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

A partir de entonces han sido ejecutados nuevos programas y proyectos de investigación alusivos a la temática, con la participación de decenas de instituciones y cientos de expertos, cuyas conclusiones acaban de ser recogidas en el libro Impacto del Cambio Climático y Medidas de Adaptación en Cuba.

Esta obra, que será presentada próximamente, tiene de coordinador general al doctor en Ciencias Eduardo Planos Gutiérrez, especialista del Centro del Clima del Instituto de Meteorología, y expone de manera clara y científicamente argumentada las variaciones y cambios observados en el clima de nuestro país en los últimos cuarenta años, los escenarios más probables para los años 2050 y 2100, además de los impactos esperados y las acciones de adaptación en los sectores de los recursos hídricos, zonas costeras y recursos marinos, diversidad biológica, bosques, agricultura, asentamientos humanos y uso de la tierra, y la salud humana.

De acuerdo con los principales resultados reflejados en la publicación (constituyen los fundamentos de la Segunda Comunicación Nacional a la citada Convención de la ONU), desde mediados del pasado siglo la temperatura media superficial del aire en Cuba subió en 0,9 grados Celsius como promedio, incremento favorecido por la elevación de la mínima en alrededor de 1,9 grados.
Resulta conveniente señalar que en los últimos tiempos ha ocurrido un ligero descenso de esa variable, lo cual es considerado por los expertos una estabilización de la misma alrededor de un valor medio muy alto.

En el caso específico de las precipitaciones, la variación más importante detectada está relacionada con la tendencia a la disminución de las lluvias en la región oriental, donde a partir de la década de los noventa ocurren apreciables déficits en los acumulados.

A lo anterior se agrega la presencia de eventos de sequía más frecuentes, intensos y prolongados. Baste decir que tales procesos registraron un aumento considerable en sus apariciones durante el periodo 1961-1990, con respecto al de 1931-1960.

La reiteración de esos fenómenos, unido a las altas tasas de evaporación, contribuye al deterioro de los suelos y a la disminución de las reservas de agua, lo que repercute de manera desfavorable en la producción agrícola.

Otra de las variaciones más importantes y peligrosas observadas en nuestro clima en el transcurso de los últimos seis lustros, es la tendencia a una mayor cantidad de episodios de inundaciones costeras moderadas y fuertes, así como el azote de siete huracanes intensos entre el 2001 y el 2011, cifra que nunca se había registrado en década alguna desde 1791 hasta el presente.

Sobre el comportamiento del nivel del mar, el procesamiento estadístico de los registros mareográficos permitió estimar que de 1966 al 2009 ascendió a una velocidad promedio de 1,43 milímetros (mm) por año en todo el archipiélago, con un máximo de       2,14 mm en la estación de Siboney, en La Habana, y un mínimo de 0,05 en la de Casilda, provincia de Sancti Spíritus.

Como plantean especialistas del Instituto de Meteorología, el análisis de los cambios detectados permite enunciar la hipótesis de que el clima de Cuba va en camino de ser más cálido y extremo, con características similares a las proyectadas por el IPCC para un efecto invernadero intensificado en la atmósfera terrestre.

No obstante, aún existen incertidumbres vinculadas a la ausencia de un adecuado conocimiento de sus múltiples componentes y relaciones, de ahí la pertinencia de profundizar en las investigaciones de los aspectos que hoy resultan menos comprensibles.

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la cienfueguera dijo:

1

22 de septiembre de 2014

14:13:19


Entonces que nos espera reducción de las costas ,mas calor ,mas sequía,menos agua,creo debemos recuperar los cientos de kilómetros de aromas que hay en nuestros campos y si no se va a sembrar nada productivo sembrar arboles de todo tipo y convertir los campos de aromas en bosques,hacer una campaña donde cada cual siembre su árbol y por lo menos ayudar a los pulmones de nuestros pueblos

emisión de carbono dijo:

2

22 de septiembre de 2014

16:06:55


Mira que hablamos de los países desarrollados tirando humo para la atmosfera desde sus grandes chimeneas y nunca he visto que un periodista escribir o hablar de los millones de toneladas que tiramos cada año en Cuba por la quema de caña, las torres de los centrales azucareros, las decenas y decenas de miles de carros en carretas que parecen traen una chimenea echando humo, miles de hectáreas de bosque que se queman cada año. Parece que las emisiones del imperio son las únicas que hacen daño, el nuestro no, el nuestro es humo bueno, no contaminan. Da asco leer estos artículos

Alma cubana dijo:

3

23 de septiembre de 2014

13:32:24


Emisión de Carbono, déjeme decirle EEUU y otros países ricos tienen capacidad para hacer frente a la inversión necesaria para reducir las emisiones de CO2 y otros. Cuba no puede hacer frente a esas inversiones. No obstante, la capacidad de contaminar de un pequeño país como Cuba, con una industria reducida (en comparación con países como EEUU, los de Europa, etc.), es insignificante respecto de lo que hacen países como los Estados Unidos o la misma China. Es cierto que hay que intensificar las campañas de concienciación ciudadana, seguir en el camino de trabajo que lleve a Cuba a ser ejemplo también en el medio ambiente y la limpieza urbana (difícil por ahora esto con los indisciplinados que ensucian impunemente). Pero de ahí a decir que da asco leer informaciones de este tipo, hay un mundo. Le he nombrado a los dos países que más contaminan del mundo. Cuba a su lado es como el planeta Tierra en la Vía Láctea.

jorge monsalve dijo:

4

23 de septiembre de 2014

14:35:54


Es verdad que Cuba mantiene las chimeneas de los centrales azucareros, muchos vehiculos (en cantidades) sobretodo en la ciudad) y otras cosas mas, pero los paises industrializados emiten mas gases toxicos, como EE.UU Canada, el mismo Brazil y por que no la Union Sovietica etc etc etc, quien debe aportar mas en ese sentido son ellos, y despues pedirle a Cuba que haga lo suyo, eso creo yo, gracias.

DEFENSORVERDE dijo:

5

23 de septiembre de 2014

16:26:58


La contaminación y el cambio climático van a acabar con nuestra especie y a muy pocos les importa prefieren comentar de pelota que leer estos artículos y tomar conciencia.

Francisco Valdés Medina dijo:

6

24 de septiembre de 2014

07:22:12


Se agradece la posibilidad que brinda Granma para comentar libremente, respeto los temas tratados,pero me parece que el mayor desproposito que he leido y he leido unos cuantos es decir que da asco lo que se comenta de Cuba en esta materia. Que hubiera sido de Cuba con el aumentos de sequias y los eventos atmosféricos que se han presentado de no haberse aplicado la voluntad hidraulica, que tantas veces multiplicó la capacidad de embalse, que ha aumentado el doble la superficie de bosque, que es cierto que se debe hacer mas, seguir adelante con toda la fuerza posible la voluntad hidraulica y eliminar todo los contaminantes que se puedan eliminar, pero en estos menesteres del beneficio al medio ambiente en el pais lo que da asco es que no se reconozca, como lo hace alguien que se esconde en ese nombre asqueroso de "Emisión de carbono

Antonio Vera Blanco dijo:

7

25 de septiembre de 2014

12:11:55


Ocupemos nuestro tiempo y dinero en lo que tenemos gobernabilidad: protección del medio ambiente de nuestro archipiélago, mitigación de la contaminación y adaptación al cambio climático.- Es verdad que los estados desarrollados pueden hacer más por el mundo que nosotros, pero mientras tanto es difícil respirar en calles de la Habana. La cantidad de hollín, también contribuye empeorar la adaptabilidad de la población al cambio climático.