“¡Que viva la paz, pero con los fusiles, cañones y tanques bien engrasados...!”
El 19 de julio de 1964 balas enemigas, disparadas por marines de la ilegal Base Naval yanki en Guantánamo, asesinan al combatiente del Batallón Fronterizo, Ramón López Peña, un joven de apenas 19 años, mientras cumplía con su servicio de guardia








