Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), la pérdida de olfato a causa de la COVID- 19, es uno de los síntomas más habituales en jóvenes, mujeres o personas con algún tipo de afección neurológica previa.
En la mayoría de los casos con pérdida de olfato anticipa un buen pronóstico para los pacientes con COVID-19. Esta anosmia se produce por la afectación de neuroepitelio olfativo y, en aquellos casos en los que la pérdida de olfato se prolonga más en el tiempo, se cree que podría deberse a la neurodegeneración producida por las neuronas sensitivas-olfativas para evitar que el SARS-CoV-2 invada el sistema nervioso central, como mecanismo de defensa.
De acuerdo con EFE, uno de los últimos estudios que se han realizado hasta la fecha señala que el 60 % de los pacientes hospitalizados por la COVID-19 tuvieron síntomas neurológicos, aunque en el 85 % de los casos fueron síntomas leves e inespecíficos.
«En el caso de la pérdida de olfato, aunque la gran mayoría de los pacientes se suelen recuperar antes de la octava semana, sabemos por virus semejantes que recuperarse de la anosmia puede alargarse hasta los tres años. También, estimamos que entre un 10 y un 20 % de las cefaleas por la COVID-19 (otro de los síntomas de la enfermedad) se cronifican, es decir, que generan dolor de cabeza más de 15 días al mes», según el doctor Jesús Porta, jefe de la Sección de Neurología del Hospital Clínico San Carlos, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
Los investigadores han determinado también que las disfunciones olfativas y gustativas son más frecuentes en mujeres (12,41 % frente a 8,67 %), en menores de 65 años y en pacientes con patologías de riñón, pulmón, corazón, neurológicas u oncológicas.
COMENTAR
Responder comentario