París.–«Me siento feliz, me faltaba una medalla olímpica en mi carrera y ya la tengo, en una prueba que fue fortísima. Como habíamos hablado, la competencia tenía mucho nivel, y creció aún más».
Sonriente, con la cabeza en alto, Yarisleidis –«así, siempre con i latina», precisó– Cirilo nos comentó la justa por las medallas en la canoa monoplaza sobre 200 metros.
No te vimos arrancar bien... «Sin embargo, no fue de mis peores salidas, he vencido en el Mundial, o en copas del mundo, arrancando todavía peor», respondió, sin abandonar su sonrisa.
La guantanamera, que fue campeona del orbe en 2023 y oro en los Juegos Panamericanos del mismo año en Santiago de Chile, se convirtió en la primera mujer de Cuba en ganar una presea en el canotaje. Lo hizo, además, en la regata más rápida de la historia de esta modalidad.
En este deporte no hay récords mundiales ni olímpicos, pues las pistas, o los canales son diferentes, y también hay muchos torneos en agua de mar, incluyendo los olímpicos, como sucedió en Tokio-2020.
Pero la final que vimos el sábado, en el epílogo de París-2024, recogió las tres mejores marcas en los anales de la canoa single en su evento de velocidad pura. Katie Vincent, de Canadá, octava en Tokio-2020, detuvo el reloj en 44,12 segundos; la estadounidense Nevin Harrison, ganadora en la capital japonesa, en 44,13, y la cubana en 44,36. Asombroso, y aún más extraordinario, es que cinco de los ocho botes que largaron por el podio bajaron de los 45 segundos.
Aunque Cirilo dice que no salió tan mal, creo que esta muchacha alegre, de mirada pícara y segura a la vez, le restó importancia a la salida, en un gesto de modestia.
Sí, porque realmente ella, a la mitad del trayecto, cuando solo quedaban cien metros, estaba fuera de la ceremonia de premiación. Su sencillez volvió a intentar reducir lo épico.
–¿Cómo pudiste salir de tan atrás y llegar en medallas?
–A veces ni yo misma lo sé; tal vez sean las ganas de cruzar la meta.
–Pero parecía imposible, en tan corto recorrido, que pudieras recuperarte...
–En eso desempeña un papel decisivo la preparación, y yo, como les había dicho, llegué aquí en muy buena forma.
–¿Has tenido situaciones similares a esta en eventos grandes?
–Muchísimas, cuando gané el Mundial, el pasado año, fue igual, tuve que rematar durísimo para llevarme aquella victoria.
Ante la pregunta de si las siete salidas que hizo a la pista acuática en esta ciudad entorpecieron un mejor resultado en los 200, dijo que no.
–Trabajamos con mucho más volumen que esa cantidad de regatas. Para nosotros es normal. En cinco días, ese cúmulo es insignificante. Para nada pesó en este resultado.
A juzgar por las edades, de Harrison (22), la española Antía Jácome (24), la también canadiense Sophia Jensen (22), la representante de naciones independientes, Yuliya Trushkina (21), y de la propia Cirilo (22), la rivalidad en esta canoa se mantendrá hasta los Juegos de 2028, en Los Ángeles.
–¿Cómo divisas los próximos cuatro años, con sus copas del mundo y la cita bajo los cinco aros?
–Igual de fuertes que estos últimos. Es decir, hay que seguir trabajando, empeñarme en mejorar la arrancada. Y me veo dándole medallas a mi país, como lo he hecho hasta ahora.
–¿Qué significan esas cuatro letras, Cuba, que llevas en tu pecho?
–Son mi mayor motivación, mi estímulo diario. Por ellas no dejo de entrenar, a ellas me debo y para ellas siempre habrá lo mejor de mí. Esta es su medalla.
–Ahora, desde un podio olímpico, ¿qué mensaje tienes para tu pueblo, El Salvador, en Guantánamo?
–Que disfruten esta medalla, como la estoy disfrutando yo, y que me esperen, que la celebraremos juntos.
Se marchó riéndose, dando saltos y, al mirar la pista le hizo un guiño, como si dijera: me debes una.
«Porque, aunque estoy feliz y satisfecha, yo vine a buscar el primer lugar. No pudo ser ahora, pero será».




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LAZARO dijo:
1
10 de agosto de 2024
17:36:35
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