GINEBRA, 8 de noviembre.—Los 146
países firmantes de la Convención de la ONU que prohibe las armas
biológicas se reunirán de nuevo el lunes en Ginebra para intentar
reanudar las negociaciones para fortalecer esta convención de 1972,
que carece de un mecanismo de verificación convincente.
Ante la negativa de los
estadounidenses para dejar inspeccionar sus laboratorios de
biotecnología, tendrán que contentarse con establecer un
calendario para nuevas discusiones que examinarían sobre todo
medidas nacionales de control, según diplomáticos, expresa un
despacho de AFP.
Patricia Lewis, directora del
Instituto de las Naciones Unidas para la investigación sobre el
desarme (UNIDIR), dijo que lo que ocurra es mejor que no tener
diálogo, "un fracaso total sería una señal muy
peligrosa".
Sin embargo, los expertos reconocen
que los intentos para formar un sistema eficaz de inspecciones
internacionales de las reservas de bacilos y de virus siguen
estancados, debido sobre todo del veto estadounidense.
Hace un año, la Conferencia había
aplazado sus reuniones en Ginebra sin decidir medidas obligatorias
ya que Washington se había opuesto a cualquier tipo de
verificación forzosa e independiente.
Estados Unidos justificó su
posición acusando a seis países firmantes de la Convención (Corea
del Norte, Iraq, Irán, Libia, Sudán y Siria) de seguir fabricando
armas biológicas.
La Convención prohibe la puesta a
punto, la fabricación y el almacenamiento de estas armas,
consideradas de destrucción masiva, al igual que las nucleares y
las químicas.