Tal parece que Compay Segundo e Ibrahim Ferrer entonan melodías y tocan sus guitarras en la ciudad de Santiago de Cuba, y que Pepe Sánchez, el creador del bolero, la recorre desde su corazón: el emblemático parque Céspedes, sitio idóneo para la gala inaugural de la edición 61 del Festival de la Trova, que se extenderá hasta este lunes 18 de marzo.
Dicho espectáculo, titulado La vida es trovar, acaparó la atención de la urbe. El tresero Pancho Amat fue la figura central de la noche sabatina acompañado por su Cabildo del Son. Se presentaron, además, el Trío Palabras; la vocalista Grisel Gómez, acompañada por dos ases de las cuerdas: Alejandro Almenares y Gabino Jardines; el infaltable dúo Las Bayamesas; el entrañable Felipón, y Carlos Javier.
La ocasión, de acuerdo con Eduardo Sosa, presidente del Festival, celebra las seis décadas de haberse instaurado, el 19 de marzo, fecha del natalicio de Pepe Sánchez, como Día del trovador cubano, y afianza a Santiago como Ciudad Creativa en la Música, distinción otorgada por la Unesco en noviembre de 2021.
Por estos días, en la Casa de la trova, el Salón de los grandes, la Plaza Dolores, la Trovita del Castillo y muchos otros espacios de la urbe, se mostrará la vitalidad de una manera de hacer música y de asumir la existencia que se niega a envejecer.
Serán jornadas de lágrimas, sonrisas, emociones encontradas entre las gentes que tararean el bolero Tristeza, las composiciones de Sindo Garay y de Miguel Matamoros, así como la inmensa obra de los trovadores contemporáneos que se aferran a mantener la preeminencia de la trova en el panorama musical cubano.
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