ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La suerte de ejercer un oficio tan apasionante como el periodismo es que todos los días te pone una sorpresa en el camino, afirma Arleen. Foto: José Manuel Correa

Más de cuatro décadas ha dedicado a una profesión que no fue precisamente el sueño de su infancia, pero que, sin embargo, ha logrado cautivarla hasta el punto de no imaginar su vida desligada de ella.

Decir Arleen Rodríguez en Cuba es decir buen periodismo. Fácil es reconocer su nombre entre los más notables del gremio, y justamente así ha sido reconocida, al merecer este año el Premio Nacional de Periodismo José Martí.

«En realidad siempre quise ser artista; pero parece que estaba marcada para este oficio. Desde la secundaria, luego en el pre y también en la universidad actué en grupos de teatro y llegué a ser evaluada como locutora de radio. A los 16 años ya conducía programas, actuaba en el grupo dramático de la emisora y en la universidad hice radio y también teatro. Lo interesante es que, en las dos obras más importantes en las que trabajé, hacía el papel de periodista.

«La verdad es que siempre me gustaron las letras. Leía e incluso escribía bastante, así que, cuando no llegó a mi provincia ninguna opción para estudiar en el isa, miré todo lo que se acercaba a esa vocación y encontré que recién había abierto la carrera de Periodismo en la Universidad de Oriente. Y debo decir que no fue una carrera. Fue una diversión. Todas las asignaturas me gustaban (menos el ruso)».

–¿En qué momento se enamoró del periodismo?

–Me enamoré enseguida. No fijo el momento, pero desde el pre integré grupos literarios y leíamos bastante, y casi todos los autores cuyas obras admiro, como José Martí, Carpentier, Hemingway o García Márquez, se dedicaron al periodismo. Aunque dicen que los jóvenes no son lectores de periódicos, también leíamos Juventud Rebelde (JR), y seguíamos bastante las publicaciones culturales como el Caimán Barbudo, Revolución y cultura, Casa…

«Ya en la universidad, esa admiración hacia lo que hacían otros periodistas, escaló a nivel fascinación. Después de graduada, la upec, dirigida entonces por Julio García Luis y Lázaro Barredo, editó libros de autores que son leyendas en el periodismo mundial, pero no se estudiaban en nuestra escuela, como el desafiante Kapuscinski o la agresiva Fallacci. El periodismo me enganchó para siempre. Puesta a elegir entre una novela de ficción y un libro testimonial, me quedo con el último, sin pensar.

«Supe que ya no querría hacer otra cosa la primera vez que me despertaron a primera hora de la madrugada para cubrir una noticia, y lo único que sentí fue euforia. Lo confirmé en las madrugadas de cierre de Juventud Rebelde, en su redacción mágica; en los cuatro años madrugando para conducir Haciendo radio; y en las horas que todavía le robo al sueño para hacer Chapeando o montar una Mesa Redonda».

–Durante su carrera realizó innumerables entrevistas a distintas personalidades cubanas y latinoamericanas. ¿Existe alguna entrevista que le hubiese gustado hacer y no pudo?

–Me hubiera gustado entrevistar al Comandante Hugo Chávez. Y casi lo conseguimos una vez, con Telesur, en la Cumbre en la que se acordó crear la Celac, en la Riviera Maya. Gracias a las gestiones intensas de Aissa García, ya teníamos su aceptación, pero también esperaba una hora de su escaso tiempo disponible Carmen Aristegui, de cnn. Chávez vino a saludarnos y, muy cariñosamente, nos dijo que, siguiendo su corazón, nos la daría a nosotras, pero él necesitaba hablarle a una audiencia como la de cnn, muy prejuiciada con su gobierno en aquel momento. Ese día fui más militante de izquierda que periodista. Y nos quedamos sin la entrevista.

–Ha ejercido su labor tanto en la prensa escrita como en la televisión. ¿Cuál siente que le ha permitido desarrollarse mejor?

–Escribir y editar textos me gusta tanto como improvisar en radio y televisión. Todos te aportan algo. Sin entrenarme en la redacción y edición para prensa escrita, seguramente no habría logrado improvisar en radio, y sin esa improvisación, no creo que hubiera podido hacer televisión, el medio en que menos cómoda me siento.

–Acaba de recibir el Premio Nacional de Periodismo José Martí por la obra de la vida. ¿Siente que le queda por entregar al nuevo periodismo que se está gestando en nuestro país?

 –Más de 40 años en los medios, todo lo que he hecho en ese tiempo con pasión y gozo, y casi siempre con la esperanza de servir a mi país y mostrar la obra de otras personas que me impresionaron. Lo siento y lo intento. Que lo logre o no, lo dirá la vida. La suerte de ejercer un oficio tan apasionante como el periodismo es que todos los días te pone una sorpresa en el camino. Mientras haya lucidez, energía y la tecnología ayude más de lo que asusta, lo intentaré. Si ves que me recojo, es que no pude. Pero nunca será por no intentarlo. El enamoramiento iniciático está intacto.

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lazaro diaz vidal dijo:

1

14 de marzo de 2024

09:42:38


te felicite en el pando ferrer y ahora lo hago por este medio, sigo de cerca tu trabajo y el premio lo tienes bien merecido por cubana, por combatiente y por mujer

Carlos Manuel Rodríguez Diaz dijo:

2

14 de marzo de 2024

18:22:24


Muchísimas felicidades por el premio, me alegro hasta el infinito, soy seguidor de tu trabajo y casi no me pierdo CHAPEANDO BAJITO, aún cdo no tenga que levantarme temprano, lo hago para escucharlo, un abrazo del tamaño del Sol.

OTILIO GONZÁLEZ dijo:

3

15 de marzo de 2024

09:56:51


Desde Panama saludo y felicitacion por el premio a su consagración y el deber cumplido.Para mí en particular me emociona cuando brota de sus ojos lágrimas que demuestran el cariño que siente por su profesión lleno de amor sincero. Felicidades.