La agrupación musical La Academia realizó este 20 de mayo un concierto en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, el primero después de la pandemia COVID-19, en ese habitual espacio de presentaciones, en el que continúa con el noble propósito de enseñar a las nuevas generaciones de músicos. Es esta su razón de ser, comentó a Granma el fundador y director de la agrupación, el maestro Ruy López- Nussa.
El escenario se convirtió en un aula en la cual, artistas consagrados y niños aficionados compartieron un sentimiento común, la pasión por la música; y conformaron un grupo diverso y lleno de luz, integrado en la batería por López- Nussa; en el piano por Alejandro Falcón, quien fue uno de los invitados del concierto y fiel colaborador de La Academia; la trompeta, la tuba y las percusiones fueron tocadas por niños de entre 5 y 12 años, pertenecientes al taller experimental de iniciación musical que imparte su director.
Se trata de un proyecto nuevo que desarrolla el célebre baterista y que presentó por primera vez al público en este concierto. «Me acuerdo de mi niñez y me hubiera encantado tener esa posibilidad. Es bello lo que le aporta a ellos estar hoy en el teatro, subir a escena con nosotros. Me gusta mucho tocar y me place mucho enseñar», precisó al auditorio.
Fue la primera vez que los niños estuvieron sobre un escenario, pero lo hicieron con tal goce y naturalidad que parecían que nacieron listos para ese momento. La sonrisa de los músicos los acompañó durante toda la interpretación.
Con orgullo, el abuelo López -Nussa ayudó a bajar del escenario, entre otros pequeños, a Cristhofer de solo cinco años, quien abrió el concierto tocando música folclórica. «Eso para nosotros es fundamental porque, aunque fusionemos con el jazz y experimentemos con otros ritmos caribeños, defender la música cubana es la esencia de nuestro trabajo», comentó a los presentes.
Otro momento de regocijo para el líder de la agrupación fue cuando cedió su puesto en la batería para disfrutar, junto al público, de un tema que compuso hace mucho tiempo, interpretado en esta ocasión por uno de sus alumnos de percusión en la escuela Amadeo Roldán, Fabio Abreu. El maestro se puso de pie para aplaudir y después fue a abrazar al discípulo.
«Él fue capaz de hacerlo con creces y eso me satisface mucho. Aunque depende del talento de cada uno, veo un poco ese granito de arena que puse. Yo aprendo de ellos, constantemente me están actualizando sobre la manera de proyectarse y concebir la música, y eso me renueva y hace crecer», comentó.
Entre las sorpresas del concierto estuvo también la colaboración, por vez primera, entre La Academia y la cantante del género NuJazz, Zule Guerra. Toda vestida de amarillo, sensual, como una Oshún sobre el escenario, con la fuerza de su voz transportó al público a Brasil, país al cual corresponden las piezas que interpretó.

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Barbara dijo:
1
22 de mayo de 2023
15:58:09
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