ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Carlos Puebla. Foto: Pedro Beruvides

En la tumba de Carlos Manuel Puebla Concha, conocido dentro y fuera del país como Carlos Puebla, se puede leer el siguiente epitafio: Yo soy esto que soy: un simple trovador que canta.

Compositor, poeta y guitarrista, Puebla, natural de Manzanillo, donde el 2 de diciembre de 1972 se fundó el Movimiento de la Nueva Trova (MNT), será recordado, sin dudas, este domingo 11 de septiembre, cuando se cumpla el aniversario 105 de su nacimiento, con respeto y cariño, por muchos cubanos que disfrutaron de sus canciones de amor, de corte social y revolucionarias.

No sé si en su tierra natal, en la que una vez el amor por la música lo llevó primero a tocar la armónica y luego a aprender a tocar la guitarra de forma autodidacta, para luego irse a cantar en la emisora local para ayudar a la familia; o en Matanzas, donde continuó cantando e integró, por primera vez, un trío, con el que viajó después a La Habana, algún joven de la actual generación de trovadores que integran el MNT le rinda hoy el reconocimiento que se merece. 

De lo que sí estoy seguro es de que en el corazón  y la memoria de los cubanos estará presente, cuando quizás en silencio, vuelvan en el tiempo a revivir los acordes y letras de algunas de sus canciones más queridas, entre ellas, Quiero hablar contigo, Cuenta conmigo, Llegó el Comandante y mandó a parar, hasta la más famosa de todas: Hasta siempre, Comandante.

En La Habana, el cantor fundó  en 1952 su agrupación Carlos Puebla y sus Tradicionales, e inició una prolífera carrera que lo llevó a ganarse los nombres de Cantor del Pueblo y Cantor de la Revolución, por sus constantes crónicas de los cambios acontecidos en el país a partir del primero de Enero de 1959.

De su fidelidad a la Revolución desde que Fidel y los rebeldes estaban en la Sierra Maestra, da fe esta anécdota:  Mandaba Batista y Puebla fue invitado a la televisión debido a su fama. Le pidieron hacer tres temas. Los dos primeros fueron románticos, pero el tercero fue precisamente Pobre de mi Cuba, una guajira con versos como este: Aquí falta, según veo, un nuevo gesto mambí/ la palabra de Martí o el machete de Maceo. Y cuentan que cuando terminó de cantar nadie quería salir del canal porque pensaban que afuera ya estaba la policía.

De Puebla cuentan también que un día llegó Nicolás Guillén a la Bodeguita del Medio, sitio donde mantuvo una presencia constante junto a sus músicos, y este de saludo le dijo: ¿Cómo está, poeta?, a lo que Guillén le respondió: El poeta eres tú, alago que el trovador recibió con la humildad que siempre lo caracterizó.

Yo no soy un cantante. Yo soy un cantor, dijo alguna vez Carlos Puebla. Cantante es el que tiene con qué. Cantor es el que tiene por qué.  Y lo cumplió, siempre tuvo que cantar, sobre todo, cuando honrosamente cumplió con la labor de ser embajador de la Revolución Cubana y de su cultura en muchas partes del mundo. Sin dudas, hoy se merece que más de una guitarra toque por él.

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JOSE dijo:

1

11 de septiembre de 2022

18:46:56


Así es. Hoy muchas guitarras deberían tocar por él. Honor a quien honor merece.

Eduardo dijo:

2

11 de septiembre de 2022

19:25:24


Carlos puebla "el cantor de la Revolucion y la Patria" merece y necesita un espacio trobadoresco permanente en la Radio Cubana, para que con sus canciones continue enardeciendo el sentido patriotico y revolucionario de nuestro pueblo, y a la ves narrando la epopella de la Revolucion.