Junto a su abuela, de niño escuchaba hablar a Fidel. Estuvo varias veces entre la muchedumbre que durante horas acudía a los sitios donde el Comandante en Jefe pronunciaba aquellos impetuosos discursos que provocaban ovaciones interminables y dejaban a todos con la certeza de que Cuba y su Revolución seguirían luchando y resistiendo.
A esas experiencias acudió el cineasta Jorge Luis Sánchez, para guiar la realización del documental Hoy va a hablar Fidel, que tuvo su premier este 1ro. de diciembre en el Centro Fidel Castro Ruz, con la presencia de René González Barrios, director de la institución; y Ramón Samada, presidente del Icaic, instituto productor del mediometraje de alrededor de 20 minutos durante los cuales el espectador disfruta de un hombre que podía estar en la mañana en el occidente, en la tarde en el centro del país y durante la noche y la madrugada reunirse con jóvenes creadores; un hombre incansable que transmutaba sus horas sin dormir en energía para mantenerse trabajando.
Así lo describen hombres y mujeres que desde el Palacio de la Revolución formaron parte del día a día de nuestro líder histórico, y que en las entrevistas lo recuerdan optimista, exigente a la hora de preparar sus discursos, buscando la palabra precisa, insaciable de conocimientos. «No tenía tiempo para otra cosa que no fuera el trabajo. La mentira para él era una ofensa», dicen.
Por su parte, durante la presentación el realizador afirmó: «Este ha sido mi documental más difícil. Precisamente por tratarse de Fidel hay que tener una sensibilidad popular para abordar su vida. Quise huir de la imagen audiovisual que se tiene de él», para mostrar al ser humano en sus espacios fuera de la cámara, en la soledad de la casa preparando discursos y construyendo la nación. «Lo hice pensando en las generaciones que tendrán a Fidel más lejos físicamente», remarcó.
Cuando le proponen dar vida a esa idea del Icaic, Jorge Luis Sánchez estaba estudiando a Martí y expresó que, entre otros motivos, lo que lo llevó a aceptar fueron las tantas conexiones que encontró entre el Apóstol y Fidel, en sus acciones y pensamientos.
Producido en plena pandemia, Hoy va a hablar Fidel, más que hacer revelaciones, invita a indagar. Es una metáfora que provoca en el espectador el deseo de mirar más allá del mito, del paradigma que es. Sugiere, seduce y hurga allí donde nacen interrogantes como ¿de dónde nacía su fuerza para desandar el país y luego pasar horas hablándole al pueblo? Siembra –muy sutilmente– la semilla que conduce a estudiar su vida, más que su obra conocida por todos los cubanos.
Luego de sonreír, aplaudir, estremecerse y recordar, cuando se encienden las luces de la sala de proyección no hay otra alternativa que compartir con la mirada esa aura de hidalguía que emerge siempre que se evoca a Fidel, fundador no solo de la Revolución Cubana, sino de una estirpe de seres humanos capaces de renovarse continuamente y de no temerle a la verdad.
«Este documental presenta al Fidel como un océano infinito. Y así lo sentí siempre que estuve a su lado. Ha revelado ese espíritu, esa alma insondable y aplastante que es», manifestó Miguel Barnet, Presidente de Honor de la Uneac, presente en la proyección.












COMENTAR
María Josefa Rivera Calvo dijo:
1
2 de diciembre de 2021
03:55:37
sergio dijo:
2
3 de diciembre de 2021
09:57:22
Juan Robles Feliciano dijo:
3
3 de diciembre de 2021
18:27:17
Responder comentario