ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
José Luis Cortés, incombustible. Foto: Dunia Álvarez Palacios

En la nueva normalidad estará otra vez en los barrios y lanza un llamado de atención a los pobladores del Condado, el humilde y popular enclave de Santa Clara donde nació. Allí quiere estar. Entretanto espera retomar la saga que antecedió la formación de NG la Banda, cuatro rarezas discográficas de 1986 enigmáticamente tituladas Siglo I a.n.e. (lp-4340 Areíto), Siglo II a.n.e. (LP-4351 Areíto), Abriendo el ciclo (LP-4385 Areíto) y A través del ciclo (LP-4386 Areíto), a la cual  sueña con  sumar Siglo III a.n.e, pura experimentación jazzística y timbera.

Así de inquieto, creativo e insumergible se presenta José Luis Cortés, el Tosco, al doblar la curva de sus primeras siete décadas de vida. Una y otra propuesta encarnan lo que ha sido, es y piensa seguir siendo este músico excepcional, para algunos controvertido, irreverente transgresor, pero sin lugar a dudas posicionado desde hace buen rato en la vanguardia de la cultura musical cubana.

Apenas poco tiempo después de la fundación en 1988 de NG la Banda, José Luis comenzó a girar por los barrios de La Habana. Iniciativa adelantada, no blasona de ello, sino por lo contrario respalda lo que han hecho  otros después –Silvio Rodríguez en primerísimo lugar– al entrar en contacto con La Habana profunda y otras comunidades a lo largo del país.

De ahí que comprenda a plenitud la necesidad de que el arte y los artistas participen en las acciones comunitarias que se están llevando a cabo durante las últimas semanas en más de 60 zonas de la capital.

«Mi filosofía –comentó en un reciente encuentro– pasaba por dar y recibir. No había, como no lo hay ahora tampoco, espacios suficientes para el disfrute de los bailadores; círculos sociales de capa caída y entonces una sola oportunidad en carnavales. Al pasar los años, apenas el Salón Rosado y los bailables de nuevo año, pues son los menos quienes tenían acceso a las casas de la Música. Sin el contacto vivo con los bailadores es imposible conocer sus expectativas e imposible también entregarles nuevas músicas. El cubano baila por naturaleza y sabe distinguir lo verdadero de lo falso, porque el son en todas sus variantes, lo lleva dentro».    

Viene a cuento la valoración de Juan Formell sobre la contribución esencial del Tosco a la escena insular de nuestros días: «José Luis fue el que aglutinó, amarró y concretó el boom de la salsa cubana. Nosotros sembramos la base, Irakere y Los Van Van, pero José Luis fue el genio que se encargó de inventar el motor sonoro que internacionalizó la nueva música bailable cubana».

En cuanto a su condición de músico total, Orlando Valle, Maraca, dijo en días pasados: «Él fue alguien que nos hizo ver que había otras formas de tocar e improvisar en la flauta cubana después de la charanga. Un real innovador y creador  como solo los grandes pueden hacer. Quien puso a pensar a los flautistas y a bailar a los bailadores».

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

Nicolás Hernández Guillén dijo:

1

1 de noviembre de 2021

07:54:08


Excelente artículo Pedro. Es verdad todo lo que dices. Yo añadiría que es también un excelente ser humano, de una gran generosidad, si no que le pregunten a los innumerables músicos, jóvenes y no tan jóvenes a los que ha ayudado. Es también un cubano de una fidelidad invariable a la Revolución y al proyecto emancipatorio de la nación cubana.

Ulises Respondió:


1 de noviembre de 2021

23:14:17

Concuerdo con usted, el Tosco es una catedra y una montaña de Cubanía

Comunicador dijo:

2

1 de noviembre de 2021

11:31:25


Honor a quien honor merece

moraima dijo:

3

19 de abril de 2022

10:47:48


Eminente artículo, muy acertado y coherente.El Tosco un cubano, sencillo,humano,sensible y patriota.Cuba ha perdido un ser extraordinario, que será recordado siempre.