
De un modo mucho más íntimo e intenso se escuchan por estos días las Bayamesas –la de Céspedes, Castillo y Fornaris; la de Sindo–mientras llegan otras muchas maneras de confirmar lo que somos y queremos.
La Egrem, a la cabeza de la industria fonográfica doméstica y a tono con el lugar que ocupan las tecnologías digitales en la promoción de la música, anticipó la celebración del aniversario 153 del inicio de las guerras por la independencia con la puesta en circulación de la nueva versión de una canción que honra a quien se hizo cubano en el amor y el combate, en la fidelidad y la consecuencia: el Comandante Ernesto Guevara.
Canción de junio para cantar en octubre reunió las voces de Kiki Corona, David Álvarez, Eduardo Sosa, Yaíma Sáez y Rosa Moret apoyadas en un pequeño conjunto instrumental liderado por Pancho Amat, a gran altura en la orquestación y, como era de esperar, en la ejecución del tres.
Se trata de una balada soneada que a finales de los años 80 del pasado siglo alcanzó notoriedad en los repertorios de Xiomara Laugart y Argelia Fragoso, reactualizada en un contexto en el que el internacionalismo guevariano adquiere renovada vigencia en las acciones solidarias de los médicos y paramédicos cubanos en el enfrentamiento a la pandemia.
La propia casa discográfica compartió con sus seguidores en las redes digitales otra muestra de acendrada cubanía: Tumbao, obra del pianista santiaguero Marcos Fernández, a quien le calzan con justeza el epíteto de El brujo del tumbao, por el ingenio y solvencia con que asume uno de los rasgos característicos del modo en que el instrumento de teclado se ha integrado a la tradición sonera.
De un tiempo a esta parte Marcos, conocido internacionalmente por su papel clave en el conjunto de Eliades Ochoa, ha desarrollado una inteligente y creativa labor de rescate y expansión del linaje charanguero en la región oriental de la Isla.
Entretanto, la Fundación Nicolás Guillén celebró el inicio de la jornada por el Día de la Cultura Cubana con el reestreno, en el canal del Ministerio de Cultura, de la producción audiovisual Motivos de son, en el que los versos del poemario que revolucionó en 1930 la lírica insular y la música que dichos poemas inspiraron a los hermanos Grenet encuentran cauce en la entrega del actor Jorge Enrique Caballero y la cantante Osdalgia Lesmes.












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