«¡Gracias, Cuba!», exclamó el cantautor español Luis Eduardo Aute al recibir la Distinción por la Cultura Nacional, de manos de Abel Prieto Jiménez, entonces ministro de Cultura, durante una exposición de sus pinturas y esculturas expuestas en el Edificio de Arte Universal del Museo Nacional de Bellas Artes, en el año 2008, en presencia de su gran amigo el cantautor Silvio Rodríguez, artistas cubanos de la plástica como Zaida del Río, Eduardo Roca (Choco) y Roberto Fabelo, y el público que asistió a la inauguración de su exposición.
Recuerdo que al leer las palabras de elogio, Abel Acosta, en su condición de viceministro de Cultura y presidente del Instituto Cubano de la Música, resaltó los valores de Aute y reconoció el aporte de su esposa María del Carmen Rosado, quien también recibió tan alto reconocimiento en el desarrollo de los lazos de amistad entre su esposo y trovadores de la Mayor de las Antillas, y entre las dos culturas.
«Aute es un artista del mundo», dijo Abel Acosta, y evocó las palabras de Silvio Rodríguez, quien en una ocasión expresó: «Aute es un regalo del renacimiento en estos tiempos». Al recibir el alto galardón, el artista español afirmó sentirse muy emocionado y explicó que por fin se cumplía un sueño deseado por mucho tiempo. El autor de canciones como Rosas en el mar y Al Alba agradeció a todos aquellos que en España y en Cuba habían hecho posible aquel homenaje.
Trece años han transcurrido desde aquel día en que Aute recibió el cariño recíproco que los cubanos sentían por él, el cual le brindaron desde que se presentó para nuestro pueblo por primera vez, en 1978, y que después le ratificamos de todo corazón, cada vez que volvió a Cuba para dedicarnos sus canciones, poemas o películas, porque Aute fue un artista completo, un artista de verdad.
Cómo olvidar su presencia ante más de un millón de compatriotas en la Plaza de la Revolución en la segunda edición del concierto Paz sin Fronteras que tuvo lugar el 20 de septiembre de 2009, liderado por el cantante colombiano Juanes y acompañado por reconocidos artistas cubanos, latinoamericanos y europeos, considerado como el tercer concierto más grande de la historia después del de los Rolling Stones en Río de Janeiro (Brasil), que reunió el 18 de febrero de 2006 a 1 500 000 personas, y el de Rod Stewart, también en Río de Janeiro, el cual reunió a 3 500 000 personas el 31 de diciembre de 1994.
Fe de lo que significó Cuba en su vida personal y profesional dan estas palabras suyas aparecidas en la revista cutural La Jiribilla en 2013: «(…) la América Latina de hoy sin la Revolución Cubana no habría existido, sería otra cosa, no sé qué, pero no sería la América Latina de hoy. La Revolución Cubana marca un antes y un después en la historia contemporánea, con dificultades y con todo tipo de batallas perdidas, que no la guerra, a partir de la Revolución Cubana, América Latina no es el patio trasero de los EE. UU. y eso es gracias a Cuba, a esa Revolución que se da en el sitio más inesperado, allí donde jamás Marx hubiera pensado que en una islita perdida en el Caribe iba a suceder un momento histórico que fuera a cambiar el rumbo del continente».
Silvio Rodríguez, Amaury Pérez, Vicente y Santiago Feliú, Carlos Varela, Liuba María Hevia y Karel García, entre otros artistas cubanos, contaron siempre con él, tanto en España como en Cuba, porque fueron como sus hermanos de sangre y de lucha.
Su última visita a Cuba no fue pública. Quienes supieron de ella lamentaron que el cantor no pudiese actuar en esa oportunidad para el pueblo como tantas veces había hecho, donde se le aplaudió y amó. En agosto de 2016, el artista había sufrido un infarto que lo obligó a ser hospitalizado. Mucho tuvieron que ver en su recuperación las atenciones que recibió del neurólogo cubano Calixto Machado. A finales de ese mismo año, una vez dado de alta, y tras gestiones de su amigo Silvio Rodríguez, Cuba le recibió en el CIREN y le brindó su servicio médico. Aquí prestigiosos especialistas contribuyeron igualmente a su rehabilitación hasta su regreso definitivo a España en el 2017.
Después, el artista ya no volvió a ofrecer aquellos inolvidables conciertos que hizo tantas veces en España y por todo el mundo. En diciembre de 2018 en Madrid, más de 20 amigos y admiradores le ofrecieron, para celebrar sus 50 años de trayectoria en el mundo de la música, su 75 aniversario, el concierto bautizado como «Ánimo animal», en alusión a una de sus más famosas canciones, con el objetivo de darle ánimos en la recuperación del grave infarto que había sufrido hacía dos años atrás. Por Cuba estuvieron allí Silvio Rodríguez con su canción Dentro y Vicente Feliú con Anda.
#Aute se ha ido, pero nos deja su música y sus versos, que nos ayudan a entender: "...que no todo fue naufragar, por haber creído que amar era el verbo más bello…". Y sentir que nos "va la vida en ello". Nuestras condolencias a familiares y amigos #SomosCuba pic.twitter.com/0A9PRmqhwY
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) April 4, 2020
A penas dos años después, el mundo entero fue sacudido con la triste noticia de que el 4 de abril , Luis Eduardo Aute había fallecido en Madrid a la edad de 76 años. Por su puesto, la noticia nos paralizó. Su muerte nos provocó un gran vacío porque perdíamos más que a un excelente artista, a un hijo propio.
Ese mismo día, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, apenas conoció la noticia fue de los primeros en lamentar la muerte del cantautor. En su Twitter citó un fragmento de la letra de Me va la vida en ello, una de las composiciones más conocidas del músico y poeta español y escribió: «Aute se ha ido, pero nos deja su música y sus versos, que nos ayudan a entender: "...que no todo fue naufragar, por haber creído que amar era el verbo más bello". Y sentir que nos "va la vida en ello"», a la vez que ofreció sus condolencias a familiares, compañeros y amigos. Igual sentimiento le expresó todo nuestro pueblo.
Ahora, un año después de su partida física, nos queda el orgullo de haberlo tenido siempre a nuestro lado, apoyándonos en las malas y en las buenas, ofreciéndonos su arte sanador cual «Dios» que bendice a los hermanos que luchan por la vida contra aquellos que nos quieran ver de rodillas y vencidos por el hambre y las enfermedades. Desde estas sencillas palabras te puedo asegurar, donde quiera que estés, Aute, que Cuba no te olvidará jamás.
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