ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Carilda Oliver Labra Foto: Arnaldo Santos

En la ciudad de Matanzas el 6 de julio de 1922 nació la eminente poetisa cubana Carilda Oliver Labra. Su gran obra poética y el dominio del idioma le hicieron merecedora del Premio Nacional de Literatura 1997 y el título de miembro correspondiente de la Academia Cubana de la Lengua en 2005.

Acerca de su talento, su simpatía, su inmenso poder de comunicación y su legendaria casona colonial de la Calzada de Tirry 81, se han escrito miles de páginas. 

Para recordarla naturalmente no se necesitan provocaciones, pero el de la fecha de su nacimiento es imposible que pasase inadvertido.

De su buen humor y amabilidad infinitos pude saber de primera mano cuando en 2004 le dedicaron la XIII Feria Internacional del Libro de La Habana y la poetisa accedió – es quizás una palabra quizás demasiado formal para su aceptación inmediata -a conversar justo en la fortaleza San Carlos de la Cabaña.  

Esta es una brevísima evocación, algunas pinceladas de su obra, muchas de ellas de su propia voz, dichas en múltiples entrevistas, pero siempre interesantes, y para algunos descubridoras.

«Mi poesía es un poco atrevida, desenfadada. Transgredo lo ya establecido». Y fue así desde los inicios, cuando el poemario  Al sur de mi garganta obtiene en 1950 el Premio Nacional de Poesía, del cual el poeta Emilio Ballagas era  presidente del jurado. Su publicación la pagó su padre, 300 ejemplares.

Acerca de ese soneto tantas veces citado, Me desordeno, amor, lo consideró el mas afortunado, «Es un libro sin afeites, virgen, sin contaminación» y en el programa Con dos que se quieran, dijo con picardía a su interlocutor, Amaury Pérez: «… figúrate, muy jovencita escribí el tal Me desordeno…y la gente siguió desordenándose por su cuenta».

No me atengo esta vez a cronologías, ahí está Internet y las nunca olvidadas bibliotecas, pero destaco entre los numerosos e imprescindibles poemarios de Carilda, Desaparece el polvo, poemas escritos en los años 60, pero publicados en los 80 (Ediciones UNEAC, Col. Contemporáneos, La Habana, 1984), para la autora « uno de mis predilectos por su audacia y transgresión de determinados conceptos y normas sociales… digo cosas más trascendentales, más poéticas, más románticas, de la verdadera vida y de la madurez del ser humano».

Citar también Se me ha perdido un hombre «escrito luego que muere el hombre que amé y con quien tuve 17 años de matrimonio. Es un libro dramático… es un ejemplo de distintas hechuras. En él existen variadas estrofas: romances heroicos, décimas, sonetos y versos libres, que es la forma donde puedo manifestarme con más libertad de expresión pues no estoy sujeta a la rima».

Un lugar muy especial dentro de la obra de Carilda lo ocupan los sonetos, entre ellos los dedicados a sus padres y a la tragedia de la emigración. Dos estrofas de Madre mía que estás en una carta:

Madre mía que estás en una carta

Y en un regaño antiguo que no encuentro.

Quédate para siempre aquí en el centro

de la rosa total que no se aparta

Madre mía que estás tan lejos

Harta de la nieve y la bruma,

Espera que entro a ponerte a vivir con el sol dentro

Madre mía que estás en una carta.

Y de Sonetos a mi padre:

Quiero verte salir en un postigo,

¡Ven fantasma, ven ángel oportuno!

Ya no sé lo que hago, lo que digo,

Porque quiero beber el desayuno,

Con mi padre, mi sabio, mi mendigo

En Calzada de Tirry 81.

El innegable erotismo de su poesía no puede llevar al olvido de otras facetas de su escritura, incluso desde sus mismos comienzos, como ejemplos están el poema épico Canto a Fidel escrito en plena dictadura batistiana y que ella envió a la Sierra Maestra, y Los huesos alumbrados «Un libro que escribí durante el clandestinaje en la lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista. Ahí están los cantos a nuestros mártires: Frank País, José Antonio Echeverría. Abel Santamaría…»

Además escribió Canto a la bandera (1950), Canto a Martí (1953) y Canto a Matanzas (1955).

Mucho se ha citado el encuentro en la residencia habanera de otra grande, Dulce María Loynaz, de Carilda con la Premio Nobel de Literatura Gabriela Mistral en 1953 y ella bien lo explica en una entrevista radial al periodista Orlando Castellanos: «Olvidaba decirle que el Canto mío a Marti, cuando el centenario, me valió el honor de conocer a Gabriela Mistral porque ella leyó un fragmento en el periódico Alerta y quiso conocerme. Una experiencia maravillosa en mi vida».

De ese encuentro dejó escrito la chilena: «Profunda como los metales, dura como el altiplano, su poesía, de ser divulgada con justicia, pronto ejercerá ardiente magisterio en América».

Carilda Oliver Labra se despidió el 29 de agosto de 2018. Años antes había escrito un Epitafio, soberbio y sublime:

Cuando vino mi abuela

Trajo un poco de tierra española

Cuando se fue mi madre

Llevó un poco de tierra cubana

Yo no guardare conmigo ningún poco de patria

La quiero toda sobre mi tumba

Carilda inabarcable, ella es como tituló Miguel Hernández uno de sus poemas: El rayo que no cesa.

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miguel t. bracho dijo:

1

7 de julio de 2020

16:01:37


dónde de puede encontrar la obra de Carilda en formato digital. La he buscado en sitios cubanos y no la encuentro. Gracias

ana dijo:

2

9 de julio de 2020

13:58:49


Para mi es una de las cubanas, mas, patriotas que hemos tenido. La queremos por siempre, por su impacto en la literatura que realizaba, siempre comprometida con su natal matanzas y con su pais. Exactamente en su obra, se refleja el compromiso social con su patria y con todos los cubanos. Por eso una de sus poesias, expreso, LA QUIERO SOBRE MI TUMBA.

Miguel Ojeda dijo:

3

30 de mayo de 2021

18:44:11


Desordenada crea un orden bello cuando al sur de su garganta los puentes son cual un sueño. Mujer - Verso si la pierde un hombre, Niebla- Bahi'a junto al marinero. Matanzas toda en sus siglos claros, cartas- poemas en sus versos cielos. Labra leyendas ciertas, olivos ciertos en su caro mundo cierto. Centenario siglo en su ser- misterio, Mujer-Orden que canta, Verso - Mujer de sueños: marinera sobre el puente camina hacia el Universo. Mujer - Verso cruza el puente: al final, su marinero. Miguel Ojeda.

Jorge Bacallao dijo:

4

30 de marzo de 2022

10:47:51


Tuve el gran privilegio de disfrutar sus te universitarios en la Universidad de Matanzas, mujer bella, simpática, inteligente. Sobre su poema a las madres solteras que tanto ofendió a un fraile de las Villas, busquen la carta contestaría de ella hacia este cura, indudablemente una mujer adelantada a su tiempo. Comienza expresando. El Sol no se defendería si le dicen que no brilla. Que grande la novia de Matanzas.

Rodolfo Dávalos dijo:

5

29 de abril de 2022

08:41:58


Poeta inmensa, amiga entrañable, también vistió la toga para ejercer como aboigada cuando fundamos el Bufete Colectivo de Matanzas. Alli nos dejó ademas de sus valiosos servicios juridicos, un poema: "Un día en el Bufete" . Musa matancera, hija de Pueblo Nuevo. En el recuerdo siempre.