
«Nuestro sistema de salud se sostiene sobre dos pilares fundamentales: la ciencia y la conciencia», así lo afirmó el doctor José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, durante el acto central del sector para celebrar el Aniversario 67 del Triunfo de la Revolución, donde reconoció el esfuerzo colectivo de los trabajadores en un año complejo y definió los principios que rigen el quehacer sanitario nacional.
En la ceremonia, que contó con la presencia de Rolando Yero Travieso, jefe del departamento de Atención al Sector Social del Comité Central del Partido, se otorgó la Medalla «Manuel Piti Fajardo» a trabajadores con más de 20 y 25 años de labor consecuente, y a quienes tuvieron una participación destacada en la recuperación tras el paso del huracán Melissa.
El ministro inició su intervención reflexionando sobre un período de grandes desafíos. «Nos reunimos hoy para celebrar un año más del trabajo. Un año de prueba, un periodo que ha puesto a prueba nuestra resiliencia y nuestra capacidad para afrontar desafíos», dijo.
Añadió, «estoy convencido de que ninguna palabra que pueda decirles hoy, será suficiente para narrar lo vivido durante este año que ha terminado».
Portal Miranda describió un escenario marcado por múltiples adversidades. «Hemos vivido jornadas por la incidencia y por el virus. Donde los recursos escasean, donde las condiciones precarias se han desbalanceado», reconoció, sin dejar de valorar la respuesta del personal.
«Detrás de cada consulta, detrás de cada acontecimiento, está también la perseverancia y entrega de muchos de ustedes. Hay madrugadas sin descanso, decisiones que hemos tenido que tomar… y el peso emocional de atender a un pueblo que igualmente sufre de las carencias».
Hizo especial mención a la lucha contra enfermedades epidémicas. «Este año, la circulación de virus como el dengue y el chikungunya nos recordó que la salud pública es un campo dinámico, donde la prevención y las respuestas rápidas son vitales». Ante esto, destacó «una capacidad de improvisación oportuna, que nos ha permitido asumir con mayor idoneidad las respuestas a muchos retos».

Con evidente emoción, elogió la actitud de quienes, aun enfermos, no abandonaron su puesto. «Reconozco y agradecer… como muchos de ustedes, incluso afectados personalmente por las enfermedades que en la actualidad están latentes en nuestra población, no han abandonado su puesto de trabajo… Eso no solo es educación, es un acto de profunda coherencia ética».
El titular enumeró los desafíos acumulados: «A los restos del actual contexto epidémico se suman las secuelas de fenómenos naturales…, la creciente tensión energética que amenaza el país y la escasez de insumos que lejos de ser abstracta se siente en cada consulta».
Pese a ello, subrayó que ha sido un año también de avances silenciosos. «Ha sido un año de avances y lentos logros que no siempre salen en los titulares, pero que consolidan la solidez de los cimientos… donde cada proyecto de investigación en marcha, cada estudiante que se forma, adquiere una importancia invaluable».
Entre los logros concretos, mencionó «la introducción de la vacuna contra el virus del papiloma humano en el esquema de vacunación escolar», así como los «niveles de actividad asistencial que se registraron, el crecimiento de la actividad científica y el robustecimiento de los procesos de formación». También destacó la relevancia de eventos como la Feria Comercial Salud para Todos y la Feria de Turismo Médico y Bienestar.
Retomando su idea inicial, profundizó en los dos pilares. «La ciencia nos da las herramientas, los métodos, la evidencia. La conciencia nos da el sentido, la dirección, la razón por la cual nos levantamos cada día. Esa conciencia se traduce en el trato digno a pacientes, en la lucha constante por encontrar a pesar de las carencias, para la defensa de la salud como un bien colectivo y no como un privilegio».
Con humildad, admitió las deficiencias persistentes. «Reconocemos con absoluta humildad que aún tenemos deficiencias que persisten: problemas de organización, de recursos, de actitud en algunos casos, que la satisfacción plena de nuestro pueblo todavía es una meta para alcanzar y no eludimos esa realidad».
Mirando al futuro, el ministro fue claro sobre el camino por venir. «Si miramos hacia el 2026, sabemos que no habrá caminos fáciles. El contexto global y nacional seguirá siendo desafiante… Debemos seguir perfeccionando la gestión, exportando servicios para incrementar los ingresos, optimizando cada recurso por lo limitado que sea, profundizando en la innovación tecnológica y científica, así como cuidando más a quien nos cuida». Y sentenció: «Tengamos claro en todo momento que un sistema de salud es tan fuerte como la gente que lo soporta».
«El año que casi comienza nos encuentre más unidos, más preparados, más creativos y, sobre todo, más leales a ese juramento tácito que hemos hecho con nuestro pueblo, de defender su salud con todo lo que somos y tenemos», concluyó Portal Miranda, convocando a continuar «con valor para cambiar lo que deba ser cambiado y con la profunda convicción de que, en cada acto, estamos honrando la historia de un país que ha hecho de la salud pública un monumento a la dignidad humana».




















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