Figura cimera del ballet clásico, etoile indiscutible en la galaxia del ballet mundial, leyenda y gloria del arte, Maestra extraordinaria, apasionada y vehemente como muchos de los personajes que interpretó como nadie. Estoy segura que ni siquiera esas frases, esos calificativos logran abarcar a Alicia Alonso.
Me resulta imposible dejar de mencionar en este momento de íntima tristeza una relación profesional y personal con la eximia ballerina a lo largo de más de 40 años. Generosa accedió a múltiples entrevistas y comentarios y me permitió acompañarla, desde las páginas de Granma Internacional, en muchas de sus “divinas aventuras”, citando al poeta Eliseo Diego.
El 21 de diciembre próximo celebraríamos sus 99 años. Ella se despidió la mañana de este 17 de octubre.
Tratar de trazar su órbita artística profesional sería tarea abrumadora, casi todo está dicho, escrito, aplaudido. Intentar otro elogio seria superfluo. Es una assoluta.
Su carrera siempre estuvo signada por el éxito. Desde su «debut»
en 1931 en el teatro Auditórium de La Habana en el Gran Vals de La bella durmiente, de Chaikovski, aún como alumna de la Escuela de Ballet de la Sociedad Pro-Arte Musical.
Más de 60 años después llegaría la última función. Sería la propia Alicia quien tomaría la decisión. Así lo explicó en una de las atesoradas entrevistas a esta leyenda del ballet mundial: «Fue en Italia (en 1995, en el Teatro Massini de la ciudad de Faenza). Bailé Farfalla (su propia coreografía). No quería hacer una despedida dramática o doliente, que el público supiera que era la última vez. Pensaba que era cruel para ambos. Cuando terminé de bailar dije, no bailo más. Nadie lo sabía. ¿Qué mejor que Farfalla esa mariposa que se va?».
Y así se fue como una mariposa «del monte cubano/ Más allá de las nubes sobre la tierra» sentenciaría el poeta Joaquín Baquero, y Eliseo Diego, en poema citado, la llamaría “fiesta de Cuba, misteriosa amiga”
No hay duelo, dicen, pero al conocer de su partida vino a mi mente como un rayo una frase de La divina comedia de otro inmortal, Dante Alighieri: “No hay dolor más grande que el recordar los tiempos felices en medio de la desgracia”...
Queda entonces la nostalgia de ofrecerle otra prolongada ovación para decirle, de cierta manera, gracias Alicia por tanto arte.
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Luciano dijo:
1
18 de octubre de 2019
22:47:15
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