Con la melodía al piano interpretada por Ernesto Oliva en una obra de su autoría titulada Convergencia, quedó inaugurada la primera sesión del IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), que del 28 al 30 de junio debatirá acerca de las problemáticas culturales en el país y los retos fundamentales de esa organización.
Presiden esta primera jornada Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Víctor Gaute, jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; Alpidio Alonso, ministro de Cultura; Miguel Barnet, presidente de la Uneac; Ricardo Ronquillo, presidente de la Unión de Periodistas de Cuba, y los intelectuales Eusebio Leal y Abel Prieto.
El etnólogo y escritor Miguel Barnet leyó las palabras primiciales, denominadas Hacia un destino mayor, y aludió a la intervención de Fidel, conocidas como Palabras a los Intelectuales pronunciadas el 30 de junio de 1961 en la Biblioteca Nacional y que marcó un hito en la política cultural de la Revolución.

El documento convoca a los foros de discusión sobre problemas de creación, tendencias y estilos, movimientos de vanguardia y otras temáticas que contribuyen indefectiblemente a la consolidación de una política cultural. Llamó a la cohesión de los artistas e intelectuales frente a los intentos de los enemigos de dividir al movimiento artístico con cantos de sirena y manipularlo con propósitos subversivos.
Exhortó al fortalecimiento y defensa de la institucionalidad en el sector de la cultura, teniendo en cuenta que el principal desafío radica en la batalla contra los mensajes seudoculturales asociados a la exaltación del consumismo, a la desvalorización de la cultural nacional y a su intrínseca proyección universal.
En la jornada se elegirán a los dirigentes de la organización para el próximo cuatrienio y en la sesión de la tarde, los más de 400 delegados del país se reunirán en comisiones bajo los temas: Creación artística y relación con las instituciones; Proyección social de la Cultura; Cultura, medios y redes sociales; Cultura, turismo y mercado; Enseñanza artística y relación con los jóvenes creadores; y funcionamiento de la organización.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Palabras de Miguel Barnet durante la inauguración
Después de cinco intensos años volvemos a encontrarnos en el Congreso de nuestra organización. Somos los mismos y diferentes a la vez: entrañablemente comprometidos con los destinos de la Revolución, del país, con la defensa de nuestros principios y con la creación y promoción de los valores de nuestra cultura. Somos distintos también porque hemos crecido, no tanto en número como en la manera de proyectarnos a escala social y cobrar conciencia de la necesidad de actuar sobre los múltiples y complejos problemas que se nos presentan y exigen viables reflexiones.
En el camino hacia este IX Congreso hemos puesto en práctica un método mucho más eficaz para el debate de nuestra agenda y para garantizar una mayor profundidad en la vocación participativa de los creadores y en los procesos de discusión y toma de decisiones colectivas. Llegamos hasta aquí más organizados, es decir, con una mayor preparación y más claras perspectivas.

La realización de asambleas a nivel de secciones, filiales y comités municipales en todo el país permitió revisar a fondo el funcionamiento de las estructuras, propició un diálogo mucho más fecundo y puntual con las instituciones y estableció una ruta crítica para de conjunto despejar problemas, definir estrategias o al menos avizorar posibles soluciones. Fuimos, en resumidas cuentas, a la base.
Este proceso, que culminó con el ciclo de asambleas de los comités provinciales y del municipio especial Isla de la Juventud, hizo posible también, por primera vez, que en el Congreso no solo estén representados todos los territorios, sino además la totalidad de las áreas de la creación artística y literaria.
Fueron expresadas con entera libertad y absoluto respeto las más diversas opiniones en asambleas que contaron casi siempre con una altísima participación, lo que confirmó el poder de convocatoria de la organización. La mayoría de las intervenciones privilegió el aporte colectivo por encima de intereses personales.
Reconocemos la voluntad del Ministerio de Cultura, sus instituciones y direcciones provinciales de trabajar coordinadamente con la Uneac en la construcción de un diálogo abierto, desprejuiciado y transparente, no exento de contradicciones, que desembocará en lo adelante, estamos seguros, en un nivel de interacción mucho más fructífero y democrático.
Durante la etapa de uno a otro Congreso, el Ministerio contó con la Uneac para discutir y enriquecer las prioridades institucionales y la posterior y reciente definición del Programa de Desarrollo de la Cultura.

Valoramos la recepción de nuestras inquietudes y propuestas por parte de varios organismos de la Administración Central del Estado y sus dependencias territoriales, sin lo cual sería imposible encauzar la vida cultural de la nación. Recordemos que el desarrollo cultural en una sociedad como la nuestra no solo compete al movimiento intelectual y artístico, ni siquiera a las instituciones del sector, sino a la sociedad toda.
Nos hemos relacionado, y tendremos que hacerlo con mayor énfasis, con otras instancias de la sociedad civil socialista, de la que formamos parte.
Nos ha acompañado siempre en nuestros debates y actividad cotidiana el Partido Comunista de Cuba, vanguardia política de la sociedad. Compartimos sus objetivos programáticos en el trabajo por consolidar la política cultural de la Revolución, la democratización del acceso a la cultura, la defensa de la identidad y del patrimonio en un clima de unidad y libertad, y por garantizar que los proyectos culturales, dirigidos a nuestro pueblo se diversifiquen, enriquezcan la vida espiritual de las comunidades, revitalicen las tradiciones, lleguen a los lugares más recónditos y excluyan enfoques mercantilistas u otros de diferente naturaleza que distorsionen la política cultural.
En ocasión del aniversario 55 de nuestra organización, el General de Ejército Raúl Castro nos envió un mensaje que decía: «Hoy estamos doblemente amenazados en el campo de la cultura: por los proyectos subversivos que pretenden dividirnos y la oleada colonizadora global. La Uneac del presente continuará encarando con valentía, compromiso revolucionario e inteligencia estos complejos desafíos».
A la luz de esas consideraciones, demostrativas también de confianza en los escritores y artistas, debemos hacer un alto en el camino para pensar lo que debe y tiene que ser la Uneac de estos tiempos. Con independencia de que en la sesión plenaria de mañana abordemos y debatamos, de manera más específica, los desafíos que debe afrontar la cultura, me permito compartir algunas reflexiones.

La Uneac siempre ha sido un estandarte de la verdad y la diversidad cultural. Hemos luchado denodadamente contra el pensamiento único que lacera las conciencias; por eso defendemos el debate profundo de nuestra cultura. Estamos contra la falacia propagada con falsas noticias mediáticas que ocultan el pensamiento más profundo y la conciencia social. Sin verdad no hay libertad.
La Uneac se creó con la finalidad de poner de acuerdo a los intelectuales sobre el tema de la creación: la unidad dentro de una diversidad de estilos y tendencias estéticas que garanticen la libertad de expresión, basada no solo en valores subjetivos, sino en principios éticos y morales. La razón fundamental de la Uneac fue la de convertirla en un laboratorio de ideas, reflexiones y propuestas para un arte y unà literatura de vanguardia. El principal objetivo de esta organización es ese: no es gremial, ni sindical, es cultural y social. Una de las deficiencias mayores que heredamos de circunstancias dificiles y apremiantes, en que cuestiones de carácter material o imperiosas necesidades se impusieron en nuestra agenda, ha sido obviar los foros de discusión sobre problemas de la creación, tendencias, estilos, movimientos de vanguardia y otras problemáticas que contribuyen indefectiblemente a la consolidación de una política cultural. Hacia ese fin debemos encaminarnos en el futuro inmediato.
Si somos una organización estratégica, como afirmó Raúl Castro, no es solo porque estemos en la primera línea de la defensa de la Revolución, con nuestros manifiestos políticos, como lo hemos hecho históricamente contra el bloqueo. La Uneac apoyó decisivamente la iniciativa de un grupo de intelectuales mexicanos, encabezado por una figura tan prestigiosa como Pablo González Casanova, de crear la Red de intelectuales artistas y movimientos sociales En Defensa de la Humanidad. Nunca debemos abandonar esa primera línea porque contribuimos con nuestra óptica a establecer principios y jerarquías en la cultura, en una lucha sin cuartel contra lo banal y superfluo.

Reitero ante ustedes una idea que he expresado otras veces pero me parece pertinente en el contexto actual. Es necesario y urgente fomentar los valores éticos y estéticos y favorecer el crecimiento integral del ser humano, ese gran protagonista del socialismo. Como ha expresado Abel Prieto: «Hay que lograr que la calidad de vida de nuestra gente se enriquezca con un disfrute de un tipo de cultura que haga ascender la condición humana».
La cultura es la brújula que nos debe indicar el camino. La cultura debe acompañar el esfuerzo que se está haciendo hoy para desplegar las fuerzas productivas del país y lograr un socialismo próspero y participativo, a contracorriente de la creciente hostilidad imperial.
Un componente de esa prosperidad, de esa calidad de vida que esperamos alcanzar, radica en la dimensión espiritual que ofrece la cultura. Aunque hoy el mercado del arte es una realidad insoslayable, no puede fijar entre nosotros las jerarquías y los modelos de consumo cultural.
En las condiciones actuales mantener la coheSión de la política cultural cubana resulta una tarea prioritaria frente a los intentos de los enemigos de dividir al movimiento artístico con cantos de sirenas y manipularlo con propósitos subversivos. El fortalecimiento y la defensa de la institucionalidad es vital, nuestro principal desafío radica en la batalla contra los mensajes seudoculturales asociados a la exaltación del consumismo, a la desvalorización de la cultura nacional y a su intrínseca proyección universal.

Mediante la articulación de las más altas expresiones de la cultura, tomando en cuenta siempre nuestro patrimonio, y las posibilidades inéditas de los nuevos desarrollos tecnológicos, la Uneac está en el deber inexcusable de apoyar y promover la auténtica cultura nacional.
Nuestra más alta aspiración no es ni puede ser pragmática, ni temporal, ni circunstancial. Tampoco debemos permitirnos abrir espacio a concepciones atávicas y dogmáticas. Nuestra más alta aspiración no puede ser otra que la conquista del humanismo revolucionario. Y esto solo se logra desde un pensamiento instalado en la verdadera vanguardia. Porque como nos legó Fernando Ortiz, la cultura no es un ornamento, ni un lujo, es una energía creativa. Y el signo mayor de la Patria.
Si aspiramos a ser una vanguardia con una viSión integral y holística de la cultura, demostrémoslo con nuestra obra. Si la cultura salva es porque ella nos ofrece una proyección de universalidad que contradice todo nacionalismo chato y aldeano. Ya lo dijo nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro en los momentos más cruciales del llamado Período Especial: la cultura es lo primero que hay que salvar. Y es que sin ella no hay desarrollo posible.
Fidel fue, es y será guía y fuente de inspiración para la vanguardia intelectual y artística. Hace 58 años, el 30 de junio de 1961, fue a nuestro encuentro en la Biblioteca Nacional José Martí y su intervención, grávida de conceptos y propuestas, conocida por Palabras a los intelectuales, marcó un hito fundacional de la política cultural de la Revolución. Ese mismo año, en agosto, quedó constituida la Uneac, encabezada por Nicolás Guillén, a quien siempre tendremos presente. Y cuya obra nos incita a un destino mayor.
Dediquemos a la memoria y el legado de Fidel las labores de este IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Gala inaugural del Congreso
Una hermosa conjunción entre las voces del Poeta Nacional Nicolás Guillén y ese músico extraordinario que es Bola de Nieve, abrió en la noche de ayer, en el capitalino teatro Martí, la gala homenaje al 9no. Congreso de la organización que agrupa a los escritores y artistas cubanos, el cual se celebra hoy y mañana en el Palacio de Convenciones.
En presencia de Roberto Montesinos, vicejefe del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido; Miguel Barnet, presidente de la Uneac; Alpidio Alonso, ministro de Cultura, y Abel Prieto, director de la Oficina del Programa Martiano, se desarrolló un programa dirigido a un público comprometido con la creación y la promoción de lo mejor de la cultura nacional, y dedicado a la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso y a Nicolás Guillén, presidente fundador de la organización, que contó con la actuación de Sadaise Arencibia, Primera Bailarina del Ballet Nacional de Cuba, en Muerte del cisne. La proyección del videoarte ParAlicia y de obras de pintores cubanos honrando a la estrella mundial, resultaron entre los más emotivos momentos.

La interpretación de La Tarde, de Sindo Garay, entre otros temas, por el Maestro Frank Fernández, resultó un deleite para los delegados del Congreso.

La interpretación de Vieja Luna (de Orlando de la Rosa), por el pianista Alejandro Falcón y en la voz de Beatriz Márquez, fue el conmovido fondo de un instante en el que se honró a Harold Gramatges, Juan Blanco, Bola de Nieve, Virgilio Piñera, Abel Prieto, Carlos Martí, José Lezama Lima, Argeliers León y Roberto Fernández Retamar, figuras de estrechos vínculos con la organización.

En un segundo momento, también con fondo animado por Falcón, aparecieron las imágenes de Lisandro Otero, Alejo Carpentier, Fernando Alonso, Miguel Barnet, Loipa Araujo, Aurora Bosch, Nancy Morejón y Raquel Revuelta.
Tras la actuación del estreno mundial de Duende, por el Ballet Español de Cuba, el Septeto habanero, emblemática agrupación muy gustada por Guillén, interpretó Papá Montero, Bururú Barará y Tres lindas cubanas. Textos de Guillén y Barnet fueron recitados por el Tío Molina.

Obras artísticas de Nelson Domínguez, Wifredo Lam, Mariano Rodríguez, Carlos Enríquez, Víctor Manuel, Servando Cabrera, Lesbia Vent Dumois, Choco, Mendive y Flora Fong fueron presentadas durante la gala.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Vocación y destino de la vanguardia intelectual y artística
El IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba ha sido y será mucho más que las dos sesiones previstas los días 29 y 30 de junio en el Palacio de las Convenciones de La Habana. Comenzó desde el mismo momento en que fue proclamada la convocatoria, hace un año, justo cuando conmemorábamos el aniversario 57 de las Palabras a los intelectuales pronunciadas por Fidel, y tuvo después un amplio e intenso recorrido en las secciones especializadas y las filiales provinciales de las Asociaciones que culminó con el reciente proceso de balance en todos los territorios del país.
Al mismo tiempo, de manera transversal y multidisciplinaria, centenares de miembros de la organización, agrupados en grupos de trabajo, abordaron una agenda que abordó temas relacionados con la proyección social de la cultura, la enseñanza artística, los vínculos con los jóvenes creadores, los medios de comunicación y las redes sociales, las industrias culturales y el mercado del arte y la incidencia del arte en el turismo. Luego, por supuesto, habrá que instrumentar y dar seguimiento a los acuerdos y propuestas.
Partícipe y testigo de estos avatares puedo afirmar que lo más relevante del proceso es la reafirmación del compromiso de la vanguardia intelectual y artística con la continua transformación revolucionaria de la realidad, que nos conduzca a una sociedad donde la plenitud espiritual, los ideales de justicia y equidad y la ética solidaria sean cada vez más entrañables.
Se trata de un compromiso con el destino de la Patria y de la voluntad compartida con un pueblo que lejos de renunciar a la edificación del socialismo, trabaja por hacer viable el modelo al que aspiramos y nos merecemos.
Críticos, inconformes, propositivos, con el propio funcionamiento de la organización y el de las instituciones culturales y la dinámica social, los escritores y artistas, con entera libertad y alto grado de responsabilidad, entienden el debate como manifestación de su vocación participativa y ejercicio de un deber irreductible que toma en cuenta las particularidades del momento histórico y a la vez dirige la mirada hacia lo mucho que pueden aportar desde la creación y su implicación con los diversos sectores de la vida nacional.
En tal sentido se pronunciaron por recolocar el análisis de la propia creación artística y literaria y su promoción en el centro de la actividad de las Asociaciones, pues solo mediante una producción cultural diversa y cualitativamente calificada, que articule tradición y actualidad, enlace líneas de continuidad y puntos de ruptura, y decante lo sustancial de lo superfluo, se está en condiciones de satisfacer demandas y necesidades de los públicos y abrir a estos nuevos horizontes.
A lo largo del proceso hacia el Congreso se hizo énfasis en la imprescindible alianza entre educación y cultura. El papel formador de la escuela cubana no sería posible sin contenidos ni estilos culturales, entendidos estos mucho más allá del arte y la literatura, sino desde una perspectiva integradora e integral.
En Palabras a los intelectuales, Fidel anunció la inminente fundación de la Uneac e instó a que esta fuera «una fuerte asociación de artistas y de escritores» que contribuyera «con todo su entusiasmo a las tareas que les corresponden en la Revolución».
Ese espíritu ha prevalecido en el proceso hacia el IX Congreso y se corresponde con la confianza depositada por el General de Ejército Raúl Castro cuando en ocasión del aniversario 55 de la organización expresó: «La Uneac del presente continuará encarando con valentía, compromiso revolucionario e inteligencia, estos complejos desafíos».

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La cultura es la brújula que nos debe indicar el camino
«Después de cinco intensos años volvemos a encontrarnos en el Congreso de nuestra organización. Somos los mismos y diferentes a la vez: entrañablemente comprometidos con los destinos de la Revolución, del país, con la defensa de nuestros principios y con la creación y promoción de los valores de nuestra cultura. Somos distintos también porque hemos crecido, no tanto en número como en la manera de proyectarnos a escala social y cobrar conciencia de la necesidad de actuar sobre los múltiples y complejos problemas que se nos presentan y exigen viables reflexiones».
Con estas palabras inició su discurso introductorio el poeta y etnólogo Miguel Barnet, Presidente de la Uneac, consciente del curso dialéctico que necesariamente tiene lugar en los procesos encausados a consolidar de sus objetivos.

El presidente de la organización explicó a los delegados que el momento actual marca una etapa de mayor eficacia y profundidad en la vocación participativa de los creadores y en los procesos de discusión y toma de decisiones colectivas, así como más organizados, mejor preparados y con mayor claridad en sus propósitos.
Barnet destacó que todo el proceso asambleario previo al congreso mismo, que significó ir a la base, fue oportuno para revisar el funcionamiento de esta entidad, facilitó el diálogo con las instituciones, y marcó no solo la «ruta crítica» para despejar problemas y definir estrategias. «Por primera vez en el congreso están representados no solo todos los territorios, sino la totalidad de las áreas de la creación artística y literaria».
Respecto al Ministerio de Cultura, entre otros elementos, destacó que, entre el pasado y el presente Congreso, este ha podido contar con la Uneac «para discutir y enriquecer las prioridades institucionales y la posterior y reciente definición del Programa de Desarrollo de la Cultura».
La acertada recepción de varios organismos de la administración central del Estado, sin la cual no podría encauzarse la vida cultural del país, fue destacada por Barnet. A la vez, expresó el vínculo establecido con ellas y «tendremos que hacerlo con mayor énfasis, con otras instancias de la sociedad civil socialista, de la que formamos parte».

El acompañamiento del Partido Comunista de Cuba, vanguardia política de la sociedad, en los debates y actividades de la Uneac fue reconocido en el informe y refirió que como organización comparten sus objetivos programáticos en el trabajo por consolidar la política cultural de la Revolución, la democratización del acceso a la cultura, la defensa de la identidad y del patrimonio en un clima de unidad y libertad.
El presidente de la Uneac tuvo en cuenta las palabras del General de Ejército Raúl Castro en el 55 aniversario de la organización: «Hoy estamos doblemente amenazados en el campo de la cultura: por los proyectos subversivos que pretenden dividirnos y la oleada colonizadora global. La Uneac del presente continuará encarando con valentía, compromiso revolucionario e inteligencia estos complejos desafíos», razón por la cual los escritores deben detenerse «para pensar lo que debe y tiene que ser la Uneac de estos tiempos».
La cohesión entre artistas e intelectuales siempre ha sido un estandarte de la verdad y la diversidad cultural, acotó y remarcó la postura contra la falacia propagada con falsas noticias mediáticas que ocultan el pensamiento más profundo y la conciencia social. «Sin verdad no hay libertad», resumió.
El prestigioso escritor recordó la razón fundamental por la que fue creada la organización: «convertirla en un laboratorio de ideas, reflexiones y propuestas para un arte y una literatura de vanguardia» por lo que no es, dijo, gremial, ni sindical, es cultural y social.
Entre las deficiencias heredadas, -con un sustento material y apremiante-, señaló que ha estado el obviar los foros de discusión sobre problemas de la creación, tendencias, estilos, movimientos de vanguardia y otras problemáticas que contribuyen indefectiblemente a la consolidación de una política cultural, por lo que a conseguir ese fin deben encaminarse los próximos pasos.
Barnet, exhortó a los intelectuales a fomentar los valores éticos y estéticos y a favorecer el crecimiento integral del ser humano, ese gran protagonista del socialismo.
Indicó: «La cultura es la brújula que nos debe indicar el camino. La cultura debe acompañar el esfuerzo que se está haciendo hoy para desplegar las fuerzas productivas del país y lograr un socialismo próspero y participativo, a contracorriente de la creciente hostilidad imperial».

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Relación armónica cultura-turismo
Hacia la autenticidad y la distinción en los productos culturales brindados al turista, instaron los delegados participantes en la Comisión No. 4: «Cultura, turismo y mercado» del IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Presenciaron los debates Alejandro Gil, Ministro de Economía y Planificación, Juan Carlos García Granda, viceministro del Turismo, Enrique Ubieta, funcionario del Comité Central PCC y otros dirigentes del Ministerio de Cultura y de las organizaciones políticas.

Guiaron el debate temáticas como: ¿Cultura para el turismo o turismo en la vida cultural cubana?; Hoteles y polos turísticos: opciones culturales y ambientación artística; Una mirada a las industrias culturales; Mercado del arte y comercialización; y otros aspectos abordados en el proceso de discusión antes del Congreso.
Ahí se abogó por que el visitante pueda acceder e insertarse, de manera orgánica y natural, en la vida cultural del país, y pueda aprehender y disfrutar de la programación habitual y sistemática de las instituciones culturales, incluida en estas, los festivales y eventos que se organizan en las comunidades.
Para ello, es necesario lograr una programación en las instituciones que privilegie y promueva los exponentes artísticos más representativos y de más alta calidad; una planificación de la programación a mediano y largo plazo, que pueda ser conocida por quién desee viajar y pueda reservar con antelación, con ayuda del comercio electrónico y las redes sociales de la internet. Igualmente debe producirse una articulación entre conceptos culturales, estrategias promocionales y comerciales.
Se exhorta a una necesaria colaboración entre las instituciones culturales con los turoperadores y agencias para que, de modo coordinado, contemplen una dinámica que apunten a un mayor número de actividades intra y extrahoteleras, con el sello de los valores culturales de la nación. Ello incluye una programación estable de concierto, recitales, puestas en escena teatrales y danzarías, proyecciones de cine, exposiciones y lanzamiento de novedades editoriales, con una debida e intencional campaña de promoción.
Trascendió que la prioridad de la relación cultura-turismo está dada en la salvaguarda de la identidad patria de los impactos muchas veces agresivo y desnaturalizador de un mercado turístico del capitalismo que impone patrones recreativos y de distracción hacia una irracionalidad desligada a valores humanos.
Los delegados se pronunciaron por la inserción orgánica de la riqueza cultural en el turismo como activo inagotable y excelente vehículo de divulgación de la realidad cubana, en un dialogo que debe existir en la integración de todas las artes.
Plantearon insatisfacciones con algunos espectáculos musicales en hoteles y centros turísticos, en lo cual influye el desempeño de ciertos directores artísticos, no suficientemente calificado, en ello incide un mal funcionamiento de los consejos técnicos de las agencias y empresas del sector de la cultura, máximos responsables de la contratación, el control y evaluación de la calidad de estos.
Se pidió mayor formación, preparación y actuación de los denominados animadores de instalaciones y de los encargados de programar y ofrecer música en discotecas, pues no siempre se asocian a la recreación y entretenimiento con el buen gusto y la promoción de auténticos valores culturales. Ello también se da en la selección de las obras de ambientación de las instalaciones que no obedece a rigurosos criterios curatoriales, por lo cual también es necesario prestar atención al diseño de interiores y la ambientación artística para que reflejen los más altos valores de la creación.
Hubo un reconocimiento a la escasez de recursos materiales y financieros para la producción cultural y se ejemplificó con la industria fonográfica, la producción de espectáculos, y los programas de las editoriales que demandan recursos e inversiones con los cuales no se cuenta.
La gran mayoría coincidió en que Cuba apuesta por un turismo proyectado en primera instancia hacia su cultura y muestre lo mejor y más representativo del arte en sus diferentes manifestaciones, con respeto a los símbolos nacionales.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
La cultura, debe ser una herramienta, un arma, un escudo y un puente
La Comisión de Cultura, Medios y Redes Sociales del IX Congreso de la Unión y Escritores y Artistas de Cuba tuvo como objetivo central la actualización de los discursos artísticos que se validan mediante las plataformas mediales, sobre todo en la era del internet y las redes sociales, en especial para este último tema al cual la vanguardia artística cubana le dedicó un grupo de trabajo.
Los delegados se pronunciaron tanto por la preservación del terreno recorrido en 60 años de cultura, sobre todo en el plano de la memoria histórica y documental, así como por la creación de una cultura en la difusión y la crítica de mejores contenidos, en dialogo con un mundo cambiante, donde los medios no siempre van de la mano de la emancipación humana.
Entre los reclamos más inmediatos estuvo la liberalización de las fuerzas productivas en el campo de las artes, que pudieran tener un espacio de realización en el mundo digital. La navegación en sitios nacionales, por ejemplo, fue un punto focal de discusión, pues se abogó tanto por un acceso libre de costos así como por la validación de la radio una vez más como plataforma inmediata, ahora mediante su audio real en la web.
A ese acceso amplio se refirió el crítico Luciano Castillo, cuando habló de la necesidad de que los filmes estuvieran disponibles para su público meta, sobre todo mediante la televisión, ya que el Estado realiza inversiones no solo en la cultura como entretenimiento, sino como construcción ideológica, de cara a otras inversiones que desde el exterior vienen a imponer una agenda hegemónica a veces sutil. El cine, también el independiente, es parte del patrimonio y la memoria del país y los delegados pertenecientes a dicha sección abogaron por la ampliación de las plataformas de conservación y difusión de obras que hoy son clásicas.

La crítica, un tema que estuvo presente en todas las reuniones de base de la UNEAC, debe tener un mayor papel en la asesoría acerca de la creación y la inserción de ese discurso multimedial soberano de Cuba. Víctor Fowler, destacado intelectual, se sumó a los reclamos de otros delegados sobre la apertura de un canal que narre los sentidos e historias de la Cuba profunda, acotó que «La cultura, debe ser una herramienta, un arma, un escudo y un puente, cuando pensamos en el contexto internacional tenemos que pensar en lo que hacemos, en lo que nos hacen y lo que se ignora de Cuba».
«Tenemos que ir a la formación de las audiencias, como dijo Fidel, todo se puede poner si se explica, pero es que a veces les tenemos miedo a las explicaciones» explicó el crítico y periodista Rolando Pérez Betancourt, acerca del papel de la crítica tanto como promotora, como constructora de sentido, cuyo único compromiso seria la honradez intelectual en la discusión de los temas trascendentes que reflejan las obras. «Hay que correr riesgos» aseguró Betancourt, aludiendo a la necesidad de que los medios actuales sean competitivos de frente a la presencia de otras plataformas.
Como parte de la visión siempre novedosa de la UNEAC como vanguardia, la periodista Paquita de Armas, propuso la creación de una sección que se ocupe de las obras de arte que aparecen en las redes sociales, ya que en su opinión muchas son verdaderos momentos de lucidez creativa. «Tenemos que hacer nuestro discurso, por todas las vías, sin censura y con responsabilidad, ello compete sobre todo a las redes», dijo de Armas, en alusión al nuevo terreno mediático que define los gustos y las agendas del futuro de Cuba y el mundo.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Potenciar a toda costa la enseñanza artística y el trabajo con los jóvenes creadores
Salvar a toda costa la enseñanza artística en el país fue la decisión tomada por los artistas y escritores presentes en el análisis y debate realizado por estos en la Comisión V, del IX Congreso de la Uneac, con sede en el Palacio de Convenciones, donde se analizó el tema de la enseñanza artística y relación con los jóvenes creadores.
Presidida por la actriz Corina Mestre, Premio Nacional de Enseñanza Artística, y en presencia de la viceministra Kenelma Carvajal Pérez, viceministra de Cultura, y funcionarios del Mined, entre otros, en el centro de los análisis estuvieron asuntos neurálgicos que hoy afectan el desarrollo de una adecuada formación artística, las cuales no pueden «subordinarse a las contingencias, ni banalizarse en medio de la difícil situación que afronta el país».
Entre los reclamos hechos estuvo el de darle a la clase, el verdadero papel como célula principal del proceso docente, a través de la necesidad de aprovechar al máximo la jornada docente, la asistencia obligada de maestros y alumnos y el respeto con rigor de las horas lectivas, si queremos graduar de verdad a artistas de respeto en las diferentes especialidades.
La escuela debe convertirse en un espacio que dote a los estudiantes de los saberes y recursos necesarios para enfrentar la profesión y desarrollar habilidades artísticas, precisa el informe presentado por el grupo de trabajo Enseñanza artística y relación con los jóvenes creadores de la Uneac, constituido hace un año, para contribuir a la solución de las problemáticas que afronta el país en este aspecto de la enseñanza general, a partir de la idea de Fidel desde el mismo triunfo de la Revolución en 1959, de crear el prestigioso sistema de enseñanza artística en Cuba.

Un tema abordado con profundidad lo fue la necesidad de perfeccionar el actual curso de formación de Profesores Instructores de Arte, por su papel en la formación artística desde tempranas edades, en escuelas y Casas de Cultura. Al respecto Corina Mestre así como la viceministra de Cultura hicieron precisiones de la marcha del nuevo plan de formación de estos y la conveniencia de culminarlo con aquellos que ya son parte de este pensando en un futuro abrir nuevas convocatorias a partir del estudio y aplicación de un nuevo proyecto, más real y validado por un grupo de artistas cubanos comprometidos con la enseñanza artística.
Hoy este tipo de enseñanza está urgido de completar sus claustros de profesores, a los cuales, dijo Corina Mestre, se pueden incorporar artistas de la Uneac que hoy no forman parte de este; de buscar soluciones a la falta de instrumentos, materiales y medios de enseñanza, actualizar los planes y programas de formación en todas las especialidades, de perfeccionar e insertar el estudio de la lengua materna en el ejercicio académico y de hacer un mejor uso de la investigación y de las tesis de grados, entre otros aspectos.
La necesidad de que los jóvenes creadores, los más talentosos, ingresen a la Uneac, hoy envejecida, estuvo igualmente en el debate. La dirección de la organización reconoce que las nuevas generaciones tienen que convertirse en una de sus prioridades.
Aspectos como el desconocimiento sobre los mecanismos de ingreso, el insuficiente diálogo con la creación joven mediante la programación de eventos de la AHS, la desatención a ganadores de premios y becas y la falta de agendas comunes lastran la mayor presencia de talentos que fortalezcan con su accionar, dentro de la organización, nuestra identidad cultural cubana. En lo adelante la Uneac trabajará porque esta vanguardia de la Revolución pase a formar parte de sus filas y sean también «escudo y espada de la nación».
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Rol del arte y los artistas en la actual sociedad
Realizar un ejercicio de la crítica cultural responsable llamó Alpidio Alonso, ministro de Cultura, en la Comisión No. 1, Creación artística y relaciones con las instituciones, donde se debatió el papel de las manifestaciones culturales en la realidad cubana de hoy.
El titular dijo que la sociedad actual necesita de una mirada que indague, busque y evalúe lo que se produce en el arte, por lo que es necesario activar las herramientas para el ejercicio de la crítica. En ello incide que no existe una formación y preparación de los estudiantes de las universidades y jóvenes dedicados a las valoraciones necesarias de las obras.
«Hay espacios abiertos en los medios de prensa y en publicaciones especializadas pero cuesta trabajo conseguir que alguien se motive a escribir crítica», expresó el titular del ramo y dijo que esta labor es necesaria para establecer determinados referentes en el público y que sirva para retroalimentar el trabajo de las instituciones.
Por ello convocó a un mayor vínculo con las universidades y propuso que en los planes de estudios de las facultades de arte y letras se impartan asignaturas con estos temas. También pudiera crearse talleres de formación para aquellos profesionales que desean reorientarse y dedicarse a escribir temas de crítica cultural.

También exhortó a la eficiencia en el sector con un trabajo institucional armónico, algo centrado por la labor de los cuadros y dirigentes. «Tenemos problemas con la promoción de los cuadros en nuestro sistema. Una de las causas son los bajos salarios con lo que se ha remunerado el trabajo en las instituciones. Es algo alentador la noticia transmitida por el presidente Miguel Díaz Canel con la subida del salario, algo significativo y que puede revertir la situación en el sistema».
Actualmente un 15% de las plazas en las plantillas de cuadros están vacías, pero los artistas son los primeros que se niegan a asumir labores de dirección porque ello supone un abandono en cuanto a la creación. Sin embargo, los artistas son los más preparados para ordenar y organizar las instituciones culturales.
Indicó que las entidades del sector deben promover a sus cuadros. «Nadie va a venir a regalarnos a los dirigentes, ellos se tienen que formar y preparar dentro del propio sistema», señaló Alpidio Alonso y pidió un mayor seguimiento a los jóvenes egresados de las universidades con cursos, capacitaciones y superación profesional.
Los delegados hablaron también de sistemas de pago, de la calidad de las propuestas culturales, del vínculo de los medios de comunicación masiva con los artistas, de las garantías para con los artistas, la educación de la nueva generación en temas culturales y otros temas polémicos en el sector.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Proyección social de la cultura, un imperativo permanente de la Uneac
La contribución de la Uneac a que la creación y los valores estéticos y éticos penetren en el tejido social de la nación, es preocupación e imperativo reseñado en el informe que sirvió de base para que la comisión II debatiera sustancialmente sobre a la proyección social de la cultura.
Apoyados en un grupo de interrogantes propuestas en el documento como plataforma para el debate, en torno a cómo la vida cultural refleja la capacidad de recepción en integración de las audiencias y la gestión de las instituciones culturales y de su proyección en los espacios públicos; el papel que ocupa el patrimonio y la memoria en la construcción y consolidación de la identidad cultural de los cubanos; en qué medida puede contribuir la Uneac a que la escuela sea la institución cultural más importante de la comunidad; cómo puede la organización incidir favorablemente en la promoción de los valores de las nuevas generaciones; cómo proyectar en lo adelante el trabajo comunitario y a combatir todo tipo de discriminación, y finalmente buscar el modo más eficaz para contribuir a la construcción de una mejor sociedad, los delegados expresaron en sus intervenciones, preocupaciones, valoraciones, aciertos y desafíos que debe cumplir la Uneac en su próxima etapa de trabajo, así como los juicios que evalúan las acciones que desde la pasada edición del evento se han propuesto.

Los oradores mostraron su compromiso y sentido de pertenencia con la organización, y desde ella solicitaron, entre otros apuntes, la necesidad de continuar batallando desde todos los espacios posibles contra la hegemonía imperialista. Entre las principales ideas sobresalieron la necesidad de fomentar no solo la crítica, sino la cultura crítica; la defensa absoluta de nuestros más auténticos valores desde la comunidad y la escuela; el permanente cuestionamiento de lo que debemos hacer para defender nuestro socialismo; la contribución a la formación de la cultura ciudadana y la batalla de la vanguardia intelectual por defender la Revolución en el ciberespacio.
Trascendió además la necesidad de que la intelectualidad se sume a la prensa y de que se incremente la puesta en marcha de la inteligencia colectiva para revertir desde los intercambios académicos y profesionales con personalidades de Estados Unidos, incluso en las condiciones actuales, la hostilidad de ese país contra Cuba.
COMENTAR
Responder comentario