Tokio- Bomberos japoneses prosiguen hoy las labores para controlar un incendio en la prefectura de Oita (suroeste del país), que desde el 18 de noviembre arrasó con más de 170 viviendas y mató a un ciudadano.
Aunque ya consiguieron extinguir las llamas en la zona residencial, las autoridades confirmaron focos con temperaturas entre 30 y 50 grados Celsius en cuatro puntos de los bosques montañosos del este, así como en la ladera occidental de una isla deshabitada, a aproximadamente 1,4 kilómetros de distancia.
Los incendios deben ser sofocados para evitar riesgos de propagación que constituyan peligro para la vida, según coincidieron los expertos tras compartir los resultados de un estudio realizado con dron equipado de una cámara térmica.
Un hombre de 76 años de edad falleció dentro de uno de los cientos de edificios destruidos y cerca de 200 personas optaron por evacuarse en un refugio dispuesto en un salón comunitario.
Los bomberos informaron que este lunes continuarán trabajando, en tierra y desde el aire, con el propósito de eliminar el peligro en torno a la ciudad de Oita, cercana al puerto pesquero de Saganoseki.















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