ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Armando Manzanero enamoró la noche habanera con sus canciones. Foto: Ariel Cecilio Lemus

A partir de Armando Manzanero se puede descifrar la sociología del bolero. Sus canciones atraviesan las barreras de la edad, de la nostalgia, de los gustos preestablecidos. Se avienen a los itinerarios colectivos y experiencias humanas más diversos, quizá porque están hechas sin otra pretensión que hablar, en unos pocos minutos de duración y apenas dos o tres estrofas, de sentimientos compartidos.

Esa percepción la tuvieron quienes en la noche del domingo en un punto del Malecón habanero cercano al inicio de la Calle 23 asistieron al concierto ofrecido por el compositor y cantante yucateco, al fin y después de muchos avatares, por primera vez en contacto directo con el público cubano.

La gente sabe de memoria sus canciones y las que no, las menos conocidas, las de reciente factura, entran al oído con la misma fluidez que las de siempre. Tal es la solvencia melódica de sus temas y el carisma que emana de sus interpretaciones.

Cubanos de todas las generaciones se deleitaron con el querido cantante mexicano. Foto: Ariel Cecilio Lemus

Lo aplauden antes y después de su paso por la escena. Él tiene conciencia de que Cuba como tal vez ningún otro país de la región, haya sido tan influyente en su formación artística desde que debutó profesionalmente en los años 50 y más tarde dio a conocer sus primeras canciones.

En la Mérida de su niñez oía la radio cubana y al respirar la trova yucateca –su padre cantaba en un trío-, inevitablemente entró en contacto con lo que le debe esta a la trova insular. Por su cabeza debió pasar su encuentro con Dámaso Pérez Prado, que reinaba en México, la impronta en su país de los grandes autores del filin César Portillo de la Luz y José Antonio Méndez, y la asimilación de la cancionística cubana por parte de dos intérpretes que contribuyeron a lanzar su carrera como compositor, su compatriota Pedro Vargas y el chileno Lucho Gatica. El final del espectáculo en el Malecón fue una profesión de fe, al entonar Inolvidable, de Julio Gutiérrez.

Al principio del concierto, impacientemente esperado por un auditorio fervoroso, hubo algún que otro signo de duda: a Manzanero muchos lo prefieren en la intimidad, dado el carácter de sus canciones, más propias para ser dichas al oído que en un espacio abierto de alcance multitudinario. Pero Manzanero se las arregló para que el entendimiento fuera pleno, sobre todo cuando se sentó al piano más de una vez y revivió esa condición de cantautor que dialoga con no más de dos personas.

No importó que cantara con voz asordinada y a veces quebradiza –nadie va a entendérselas en su caso con un tenor o un crooner– porque lo que todos esperaban lo entregó a plenitud: la poesía sencilla de sus versos, la condición humana de sus obras, la empatía con la memoria que fue aconteciendo a medida que avanzó de Somos novios a Esta tarde vi llover, de Huele a peligro a Voy a apagar la luz, de la inefable Como yo te amé a Esperaré, sin obviar el tránsito por No se tú o Mía, o el descubrimiento de los apremios de la edad del amor en Nos hizo falta tiempo.

Halló correspondencia en los invitados cubanos de la noche. Eliades Ochoa soneó El ciego; Omara Portuondo, desde su trono, compartió Adoro, y Haila María Mompié, artífice en buena medida de la presencia del cantautor en la Isla, regaló un tema de Manzanero que forma parte de su más reciente producción fonográfica, No existen límites, y le puso salsa a No.

El auditorio recibió a Aranza, cantante mexicana de hermoso porte y probado desempeño, que desde hace algún tiempo, telenovela mediante, ha hecho de Manzanero una credencial para empinarse.

Al final el público quería más, pero con lo escuchado y vivido era suficiente. Por encima de ciertas debilidades del sonido, por encima de la dilatada espera a que fueron sometidos los que más allá del Malecón siguieron el concierto en una realización de RTV Comercial para el Canal Clave, televidentes que tuvieron que sufrir unos cuantos videoclips de pésima calidad con excepciones, por encima de una producción que por momentos no supo articular en el fondo del escenario los mensajes de los patrocinadores del evento –nobles y necesarios por su intención– con la lógica del concierto, quedó la imagen de un artista auténtico, que reivindicó a sus ancestros mayas y repartió amor a los cubanos.    

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Ramón dijo:

1

17 de julio de 2018

00:30:26


Lástima tenerque perderse algo así por la distancia geográfica en la que nos encontramos. Espero que algo como su presentación despierte en la juventud el apego por la música para vivir (con tal música se enamora, se ama, se llora, se vive, se lanza una "puya", se clama un despecho, se pide perdón, se divierte uno, y se va hasta a dormir, pues quien no lo haría con las notas de unos de sus boleros). Hace tiempo estoy animando en su página web a otro que cuenta con millones de enamorados en Cuba, a Charles Aznavour, para que la visite, si bien es cierto que ya es nonagenario, pero tan activo como siempre.

Vilda Magalys Valdes Cervantes dijo:

2

17 de julio de 2018

02:19:26


No estuve, pero me hubiese encantado. Siempre he sido su admiradora.

ricardo dijo:

3

17 de julio de 2018

02:28:38


gracias a los que hicieron posible este sueño y felicidades al fotógrafo de la foto que acompaña este artículo: LO DICE TODO.....

Ariel Cecilio Lemus Respondió:


18 de julio de 2018

11:36:56

Me alegra que le haya gustado el trabajo, y le agradezco su comentario

vircolin dijo:

4

17 de julio de 2018

06:54:11


Hubo que esperar a que Manzanero alcanzara el ocaso de su vida y su carrera para poderlo ver en Cuba, es contrastante su actitud con la de otros artistas como Sonia Silvestre, Andy Montañez o Dany Rivera que si lo arriesgaron todo para deleitarnos con su música en la plenitud de sus carreras. Envejecimos a la espera de verlo en nuestra amada tierra, al final, como dice el redactor voz asordinada y por momentos quebradiza. Que pena

Víctor Angel Fernández dijo:

5

17 de julio de 2018

07:04:30


Granma digital "sólo" 48 horas de atraso y sin la información de Gilberto Santarosa, cuando según la nota, cerró una hora y media después de comenzar este concierto. ¿Vamos por el buen camino de hacer prensa actualizada?

MN dijo:

6

17 de julio de 2018

08:59:06


Y esperar tantos años para que el concierto fuera malogrado por los tremendos problemas técnicos que me parece no fueron tales "Por encima de ciertas debilidades del sonido, por encima de la dilatada espera". Si estamos llamados a que los responsables de malos trabajos (el respeto al consumidor) se hagan públicos y respondan por las ineficiencias creo que al día siguiente de haber terminado el congreso de periodistas resulta este comentario un paño tibio a algo que fue una gran falta de profesionalismo por parte de las instituciones que organizaron el concierto y que considero que debieran dar una explicación al público que no oía en el concierto y a los televidentes que sufrimos los sonidos del feedback.

Jose dijo:

7

17 de julio de 2018

09:33:16


Gracias Manzanero!!!

ME dijo:

8

17 de julio de 2018

13:05:45


Me llama la atención que el periodista, siendo tan agudo como es en sus análisis de los temas culturales, se haya limitado a hacer una crónica de lo sucedido en el desafortunado concierto del pasado domingo. Yo soy de la generación de jóvenes (en aquel momento) que disfrutó los temas de Manzanero en el momento de su plenitud, con los que me enamoré y gusté de las pasiones que provocan sus letras. Opino que es uno de los más grandes compositores latinoamericanos del siglo XX y lo que va del XXI y, que haya venido a Cuba (pudo haberlo hecho antes), es para los cubanos motivo de alegría y satisfacción. Lo que me hubiera gustado que el escrito de De la Hoz reflejara su opinión en cuanto a la calidad del audio y organización de la actividad. Se evidenció un grado extremo de mala coordinación para que fuera exitosa la transmisión televisiva, incluyendo la hora y media que demoró su inicio. De la participación de los invitados nacionales también se pueden decir algunas cosas: a Eliades Ochoa no se le escuchaba y la iluminación tampoco le favoreció; Haila hizo su actuación muy profesional, como de costumbre, pero faltaba entusiasmo, por lo menos a mi entender. Pero, la tapa al pomo se la puso la actuación de Omara que, como siempre brilló con esa voz prodigiosa que mantiene y que nos hubiera gustado escuchar un poco más, lo que no pudo ser porque Manzanero terminó de a cuajo (como decimos los cubanos) el momento que, al menos yo, había esperado buena parte de la noche, anunciando e interpretando la también preciosa canción “Inolvidable”, quedando la Diva sentada sin saber qué hacer en ese momento, mirando hacia los lados para localizar a Manzanero detrás de la silla. Las cámaras no recogieron el momento de la salida del escenario de Omara, no siendo posible tributarle el aplauso tan merecido. No sé si este comentario será publicado en este sitio, espero que sí, porque reflejaría la transparencia del periódico para mantener la credibilidad de sus lectores. Gracias por la oportunidad. ME

ME dijo:

9

17 de julio de 2018

13:05:51


Me llama la atención que el periodista, siendo tan agudo como es en sus análisis de los temas culturales, se haya limitado a hacer una crónica de lo sucedido en el desafortunado concierto del pasado domingo. Yo soy de la generación de jóvenes (en aquel momento) que disfrutó los temas de Manzanero en el momento de su plenitud, con los que me enamoré y gusté de las pasiones que provocan sus letras. Opino que es uno de los más grandes compositores latinoamericanos del siglo XX y lo que va del XXI y, que haya venido a Cuba (pudo haberlo hecho antes), es para los cubanos motivo de alegría y satisfacción. Lo que me hubiera gustado que el escrito de De la Hoz reflejara su opinión en cuanto a la calidad del audio y organización de la actividad. Se evidenció un grado extremo de mala coordinación para que fuera exitosa la transmisión televisiva, incluyendo la hora y media que demoró su inicio. De la participación de los invitados nacionales también se pueden decir algunas cosas: a Eliades Ochoa no se le escuchaba y la iluminación tampoco le favoreció; Haila hizo su actuación muy profesional, como de costumbre, pero faltaba entusiasmo, por lo menos a mi entender. Pero, la tapa al pomo se la puso la actuación de Omara que, como siempre brilló con esa voz prodigiosa que mantiene y que nos hubiera gustado escuchar un poco más, lo que no pudo ser porque Manzanero terminó de a cuajo (como decimos los cubanos) el momento que, al menos yo, había esperado buena parte de la noche, anunciando e interpretando la también preciosa canción “Inolvidable”, quedando la Diva sentada sin saber qué hacer en ese momento, mirando hacia los lados para localizar a Manzanero detrás de la silla. Las cámaras no recogieron el momento de la salida del escenario de Omara, no siendo posible tributarle el aplauso tan merecido. No sé si este comentario será publicado en este sitio, espero que sí, porque reflejaría la transparencia del periódico para mantener la credibilidad de sus lectores. Gracias por la oportunidad. ME

JOSE dijo:

10

17 de julio de 2018

15:43:15


ES CIERTO QUE HUBO PROBLEMAS CON EL SONIDO, PERO SOLO AL PRINCIPIO. EL PÚBLICO EN EL MALECÓN FUE CAPAZ DE OLVIDARLOS AL ESCUCHAR EL VIRTUOSISMO DE LOS MÚSICOS Y LA CALIDAD DE LOS ARREGLOS. FUE REALMENTE EMOCIONANTE ESCUCHAR UN MAR DE PERSONAS CANTAR "NO SÉ TÚ" POR EJEMPLO, O BAILAR CON LAS VERSIONES SONERAS DE SUS BOLEROS. REALMENTE FUE UNA FIESTA A LA QUE LA MEDIOCRIDAD NO FUE INVITADA, Y POR UN MOMENTO EL MALECÓN FUE ÁREA LIBRE DE REGGAETÓN Y TIMBA FEROZ

Orlando dijo:

11

18 de julio de 2018

09:41:38


Pienso que lejos de hacer criticas a sus posibilidades e incuestionables cualidades vocales, es de reconcer con muchos meritos a este señor de mas de 80 años, compositor e interprete reconocido a nivel mundial como uno de los grandes de la música latina, especialmente la romántica y si considero que hubo en algunos momentos deficiencias del audio que de cierta forma conspiraron con su excelente actuación lo que debemos tener en consideración en próximos Conciertos, no obstante considero que continua siendo un icono muy importante para la música que nos transmite paz, amor y felicidad.