ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El trovador Silvio Rodríguez (izquierda en la foto) en el concierto 72 de su Gira por los barrios, en esa ocasión en el habanero Pueblo Nuevo, entregó a Víctor Casaus, director del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, el Premio Ojalá. Foto: Cortesía del Centro Pablo
El único retrato al óleo que existe de Pablo de la Toriente Brau debido al pintor cubano Antonio Gattorno (1904- 1980). Foto: Cortesía Centro Pablo

Desde hace 20 años en un pequeño espacio en Muralla 63, una de las más conocidas calles del centro histórico de La Habana, el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau reúne lenguajes y maneras de hacer en una incesante labor cultural, con la mira puesta siempre en el resguardo de la memoria.

Lo caracteriza la pasión de que habla el poeta español Miguel Hernández en verso que guía estas líneas y por ello desde su génesis, el estudio, investigación y resguardo de la papelería de Pablo, ha ido luego por diversos caminos, la nueva trova, el diseño gráfico, el arte digital, la literatura testimonial.

Para el Centro Pablo, como familiarmente se conoce, este 2016 es de festejos y conmemoraciones. Tributo a su figura tutelar en el  aniversario 115  de su nacimiento y el 80 de su muerte en combate y sus propios 20 años de creado.

PUBLICAR A PABLO

Pablo de la Torriente Brau (1901-1936) nació en Puerto Rico, creció en Cuba y murió en España defendiendo la República. La publicación de la totalidad de su obra es uno de los grandes empeños del Centro que lleva su nombre. Para ello crearon Ediciones La Memoria» —que ya cuenta más de 100 títulos—, y su primera Colección fue, precisamente «Palabras de Pablo». En ella se han ido publicando en estos 20 años sus obras completas.

De la Torriente Brau es uno de los más altos exponentes del periodismo cubano del siglo 20. En la pasada Feria del Libro de La Habana, en febrero, se presentó, apropiadamente, el título «Pablo en Bohemia», textos suyos publicados en la valiosa revista y una selección de trabajos que se le han dedicado desde su caída en Majadahonda hasta el 2001, centenario de su nacimiento.

El Centro considera que con este tomo se completa el vasto espectro de la obra periodística de Pablo, labor que él mismo resumiera así: «Porque mis ojos se han hecho para ver las cosas extraordinarias. Y mi maquinita para contarlas. Y eso es todo»

MIGUEL Y PABLO

El poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar, presidente de la Casa de las Américas, que le dedicó un homenaje en su Sala Che Guevara, envió al Centro una felicitación que comienza, inevitablemente, por su relación con Torriente Brau, y rememora «sus textos estremecedores escritos durante la Guerra Civil Española, en la cual moriría. En sus últimos textos Pablo dijo haber descubierto a un poeta entre las filas republicanas. Se trataba, por supuesto, del joven Miguel Hernández…».

Y el español escribió en su honor «Elegía segunda», con versos conmovedores: «Pablo de la Torriente/ Has quedado en España/ Y en mi alma caído:/ Nunca se pondrá el sol sobre tu frente (…) / Con el sol español puesto en la cara/ Y el de Cuba en los huesos (…)».

A GUITARRA LIMPIA

En el diseño de cubierta realizado por Katia Hernández para los dos tomos de Memorias a Guitarra limpia se aprecia la silueta de Santiago Feliú. Foto: Cortesía Centro Pablo

Uno de los espacios más agradecidos del Centro Pablo es «A Guitarra Limpia» dedicado desde su creación en 1998 a todas las generaciones y tendencias de la nueva trova, y llevado desde los inicios con tesón y energía por María Santucho, Coordinadora de la institución.

Allí, en el patio de las yagrumas, se han realizado cerca de 200 conciertos, grabados todos, primero en casettes y luego en discos digitales. Esa consagración fue retribuida por el poeta y trovador Silvio Rodríguez, con la entrega, durante el 72 concierto de su gira por los barrios (26 de febrero), del Premio Ojalá y, en mayo pasado por el Festival Cubadisco que le  otorgó el Premio Especial del evento por su «Colección A guitarra limpia», más de 80 fonogramas.

Ahora han pasado de la música a las letras y han presentado «Memorias a guitarra limpia», que deviene  una antología mayor de la nueva trova cubana.  Se trata de una obra de consulta en dos tomos, el primero abarca desde el primer concierto de Santiago Feliu (La Habana, 1962 – 2014) en 1998 hasta 2007 y el segundo de 2008 a 2014. Ha sido cuidadosamente editado por Xenia Reloba, quien, en evidente homenaje, precede cada capítulo del primer tomo con versos de Silvio, y del segundo, de Santiago Feliú.

PARA MIRAR A PABLO  

Para celebrar su aniversario 20, el Centro concibió además una carpeta, «Visiones de Pablo», donde se recogen piezas correspondientes a las dos primeras exposiciones realizadas bajo ese mismo título, ahora con el subtítulo 20 x 20, que indica el número de obras seleccionadas.

Gracias a esta iniciativa, se pueden apreciar las «Visiones…» de los artistas de la plástica, Antonio Gattorno, Adigio Benítez, Eduardo Roca (Choco), Hilda Vidal, José Omar Torres, Lesbia Vent Dumois, Julio Girona, Alicia Leal, Ever Fonseca, Manuel Vidal y Tomás Rodríguez Zayas (Tomy) y de los que se insertaron en el arte digital, José Gigio Esterás, Juan William Borrego, Jorge Chinique, Eduardo Moltó, José Gómez Fresquet (Frémez), Luis Miguel Valdés, Abel Milanés, Julio Mompeller, y Lorenzo Santos (Losama).

Y LA TROVA TRADICIONAL TAMBIÉN  

El Centro se precia de mantener viva la tradición trovadoresca, y para corroborarlo recién ha presentado un libro del  periodista y musicógrafo Lino Betancourt (1930), «Lo que dice mi cantar», una compilación de sus crónicas sobre la trova tradicional que viene publicando en el portal digital Cubarte.

El tomo incluye semblanzas biográficas de trovadores y agrupaciones, muchos de ellos desconocidos u olvidados, canciones emblemáticas, bailes, ritmos y géneros, más una colección de fotografías del archivo del autor.

En el lanzamiento, Betancourt explicó que el titulo es un verso de una canción de Pedro Ibáñez: «Escuchen con atención/ lo que dice mi cantar,/ que surjan más trovadores,/ que la trova es inmortal»

Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, dos décadas que han dejado una espléndida huella cultural gracias a ese  rayo que ni cesa ni se agota con que enfrenta la labor cotidiana la pequeña tropa que en Muralla 63 dirige el poeta y cineasta Víctor Casaus.•  

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Rigoberto Taboada dijo:

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25 de noviembre de 2016

21:25:47


Como dijo nuestro José Martí: "Honrar, honra" y eso es lo que este buen artículo periodístico hace con el Centro Cultural "Pablo de la Torriente Brau" en sus 20 años y el afamado trovador Silvio Rodríguez quien regala su arte al pueblo.