
Cuba fue incluida en una suerte de itinerario pedagógico emprendido por el cineasta iraní Abbas Kiarostami, que ya abarcó talleres en Colombia en el 2014, Barcelona en el 2015 y que desarrollará —también en colaboración con Black Factory Cinema, entidad colombo-española— del 26 de enero al 5 de febrero en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, como una de las iniciativas por el trigésimo aniversario de su fundación.
En Filmar con Kiarostami participarán 35 creadores de todo el mundo, a los que se incorpora una decena de estudiantes que cursan la Maestría de Cine-Ensayo promovida por la EICTV desde el 18 de enero y hasta el 16 de julio. A lo largo de esos diez días que auguran gran intensidad, ellos disfrutarán del privilegio de acometer proyectos de cortometrajes bajo la supervisión del célebre artista, quien sucumbió, fascinado, a las posibilidades del video digital y lo ha explorado con singulares hallazgos. Visitar la Isla, y en especial la Escuela de todos los mundos, era algo pendiente en la trayectoria de Kiarostami.
Esa línea de trabajo de Black Factory Cinema destinada a la formación alternativa de profesionales y audiencias en conjunción con varias entidades que cedieron los derechos de exhibición de sus filmes (MK2, Dreamlabs), posibilitó que la Cinemateca de Cuba exhiba desde el 26 y hasta el 31 de enero una retrospectiva de la obra de este prominente y arriesgado realizador.
Para la inauguración oficial, el miércoles 27 a las 8:00 p.m., fue escogido Shirin (Irán, 2008), con su presencia y un debate posterior a la proyección. Responde a su manifiesto interés en “un cine a medio crear, un cine inacabado que consiga completarse gracias al espíritu creativo de los espectadores”. Quien fuera uno de los cineastas más influyentes del último decenio del siglo de Lumière, bautizado “el Rossellini de nuestro tiempo”, y continuo objeto de libros y documentales monográficos e innumerables homenajes en certámenes de todo el mundo, no cesa de reflexionar acerca de la decisiva intervención del público al que tanto respeta y sobre qué significa esa “ventana a nuestros sueños a través de la cual es más fácil reconocernos a nosotros mismos”, como define el séptimo arte.
Akira Kurosawa, el llamado “emperador del cine”, tras la muerte del indio Satyajit Ray, agradeció la aparición de “una persona justa para ocupar su lugar”, cuando apreció las primeras obras de Kiarostami. En la tarde de hoy día 25, recibirá el tributo de la dirección de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en la sala Martínez Villena, donde su presidente, Miguel Barnet, gran admirador de las piezas antológicas que ha legado a la historia del cine, le entregará a la distinción Tomás Gutiérrez Alea, que se otorga a prominentes figuras del ámbito internacional.
El recorrido programado por la Cinemateca de Cuba en su sede, el cine 23 y 12, en las funciones habituales de 5:00 y 8:00 p.m., abarca una docena de filmes, de los cuales seis constituyen estrenos absolutos en Cuba. Se inicia con ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987) y Primer plano (1990), dos de los primeros títulos consagratorios en su filmografía, para concluir con Like Someone in Love (Japón-Francia, 2012).
Convergen en este ciclo tres resonantes cintas que contribuyeron a situar a su autor en un cimero lugar en el panorama contemporáneo internacional: A través de los olivos (1994), laureada con la Espiga de Oro en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, El sabor de la cereza (1997), Palma de Oro (compartida) en el Festival de Cannes, y El viento nos llevará (1999), Gran Premio Especial del Jurado en Venecia. Un corto producido en los dos talleres realizados por Kiarostami, acompaña cada largometraje.












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Lee dijo:
1
25 de enero de 2016
06:36:40
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