ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Desde su fundación, el 28 de octubre de 1948, el hoy Ballet Nacional de Cuba, guiado por sus cabezas cimeras, Alicia y Fernando Alonso, tuvo como premisa en la magna obra emprendida, crear un vasto repertorio, en el que figuraran las grandes obras del ballet de acción dieciochesco y de la tradición romántico-clásica del siglo XIX, junto a creaciones contemporáneas de coreógrafos nacionales y extranjeros, es­pecialmente aque­llos que pusieran énfasis en la obra de los más eminentes compositores musicales cubanos.

De esa preocupación dan testimonio dos documentos capitales en su historia: el Ma­nifiesto Propósitos que dieron origen y dan vida al Ballet Alicia Alonso, de fecha tan temprana  como 1951 y la Ley 812 del Gobierno Re­vo­lucionario, firmada en 1960 por el entonces Pri­mer Ministro Fidel Castro. Desde entonces a acá han subido a la escena 162 obras inspiradas en el quehacer de 77 compositores cubanos y  uno de ellos, el maestro Ernesto Lecuona (Guanabacoa 1895–Santa Cruz de Tenerife, 1963), figura en lugar cimero en ese binomio creador: música y ballet cubano. El 18 de mayo de 1951 subió a la escena del teatro Blanquita (hoy Karl Marx), nuestro primer ballet con la música del maestro: Habana 1830, coreografiado por Ramiro Guerra, que abrió un ciclo de 25 obras que ha culminado en el 2013 con el estreno de A la luz de tus canciones, creado por Alicia en ocasión del centenario del natalicio de Esther Borja, una de las más célebres intérpretes  de la obra de Lecuona. Punto cimero de esa relación Lecuona-Ballet Nacional de Cuba, lo constituyó el estreno, el 1ro. de marzo de 1973, de Tarde en la siesta, de Alberto Mén­dez, coreografía aplaudida en múltiples giras por el extranjero y a la que la  inolvidable Vilma Espín definiera como el Grand pas de quatre cubano. Fuente inagotable de inspiración —aún en los tiempos en que criterios erráticos trataron de alejarnos  de tan cubanísimo legado— fueron las obras del maestro para una decena de coreógrafos nuestros, integrada, además de los tres ya men­cionados, por Iván Tenorio, Gustavo He­rre­ra, Marta García, Lizt Alfonso, Armando Yu­vero, Eduardo Blanco y José Parés, quien aunque nacido en Puerto Rico, es parte raigal de la escuela cubana de ballet.

El Ballet Nacional de Cuba, en ocasión del centenario del natalicio de Lecuona, realizó el 9 de julio de 1995 los estrenos mundiales de La Commedia e´…danzata  e  Irazú, en una especial Noche de Gala en el Grand Teatro de La Habana, que incluyó Retrato de un vals, también de la Alonso; así como Tarde en la siesta y A mitad del espectáculo, de Alberto Méndez, y un Intermezzo musical con el Tríptico del ballet Muñecos (Los muñecos bailan, Los Chinos y Cajita de música), concebido por el maestro pero  nunca llevado a la escena.

Ahora los días 1ro. y 2 de agosto, como merecida pleitesía por el aniversario 120  de su natalicio, el Ballet Nacional de Cuba presentará, en lo que constituye su primera actuación en el teatro Martí, recientemente restaurado, un programa conformado por Tarde en la siesta, Cuba dentro de un piano, de Eduardo Blanco; La Commedia e´…danzata, A la luz de tus canciones, e Improntu Lecuona, esta última también coreografiada por la Alonso. Una cita que, por tan múltiples razones, habrá de devenir histórica.

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