ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Félix Mondéjar y Jorge Tomás Teijeiro en Miércoles de Sonrisas. Foto: de la autora

Como parte del ciclo que dedica el espacio Miércoles de Sonrisas a la publicación humorística DDT, su anfitriona, Laidi Fernández de Juan, invitó en la más reciente edición,  en el capitalino Centro Cultural Dulce María Loy­naz, a los escritores Jorge Tomás Tei­jeiro y Félix Mondéjar, quienes formaron parte por varios años de ese colectivo, cuyas características ca­laron hondo en el corazón de quienes lo integraron.

Mondéjar —autor, entre otras, de las obras Con perdón de los terrícolas, Para verte reír, ¿Dónde está mi Habana? y Vida, pasión y suerte, todas estas con sello de Letras Cu­banas— dio inicio al intercambio que ambos sostuvieron con un público  conocedor de sus respectivas faenas y con toda seguridad garantes de muchas horas de risa, gracias a sus consabidas ocurrencias.

Unas palabras que  F. Mond —fir­ma con que rubrica sus trabajos Mondéjar—  tituló Los ancestros del DDT echaron “una zancada” atrás para recorrer en apretadas líneas sus orígenes remontados a El Esquife, una publicación que nació hace más de un siglo y de la que los “dedetianos” heredaron “la chispa y el buen humor que siempre por el sistema circulatorio de sus páginas corrió”.

Del rotativo que reza como “el primer periódico que escribe Ha­ba­na,­ con b y no con v”, y que consideró como antecesor del DDT, recordó que “servía en aquel entonces como elemento de crítica a aquellos que por sus indisciplinas, o por su mal comportamiento, o simplemente por­que caían gordos a la ciudadanía de entonces, dignos eran de aparecer en sus páginas”.

De El Esquife mencionó  personajes y citó textos para ilustrar algunos de sus rasgos, para lamentar después que de entre tantas publicaciones humorísticas que vieron la luz en la Isla solo queda Palante, con un humor diferente al del DDT, cu­yos restos se hallan imbricados “en­tre las hojas de un diario en el que frecuentemente su única página se ve escoltada por noticias de tiroteos sangrientos, sueltos de sudor y lágrimas y tragedias” del mundo contemporáneo. “Y una página humorística intercalada aquí desentona tanto como la carcajada en el velorio o tan feo resultaría como estornudar to­mando sopa. Es que a uno le da pe­na, por respeto, reírse en medio de tanto luto”.

Jorge Tomás Teijeiro —autor, en­tre otros, de los libros El lápiz tiene su punta y Con el cuento y la jarana (Letras Cubanas) y Vida y milagros de Pipo Mirringuita (Edi­torial José Martí)— siguió la intervención de su colega con unas palabras tituladas con una frase de Nat King Co­le: “El humor es una cosa esplendorosa.”

Como hilo conductor de su discurso siguió varias definiciones en torno al humor y a cómo se forma un humorista y para ello recurrió a las de “algunos eruditos, sabios, cultos, doctos, en fin, ‘cocotudos”’.

Teijeiro  tuvo a bien remarcar la necesidad de reintegrar la risa a su medio natural, que es la sociedad, y a la de determinar su función útil, (Enrique Bergson, premio Nobel del año 1927); y citando a H. Zumbado recordó que “el humor es un arma, porque critica y desnuda al mismo tiempo, y lo hace con una sonrisa en los labios”, mientras que para Ale­jandro García, Virulo,  “Los humoristas somos personas que decimos las cosas en serio y los demás se ríen”.

Casi convencido de que estos seres no existen valoró la opinión de Francisco Ángel Gómez, Pa­cángel, cuando alega que “el hu­morista, co­mo el poeta, nace y evoluciona (o involuciona y se pasma), pero no se hace” y la de Juan Ángel Cardi, quien asegura que “el hacedor del humor no puede fabricarse, pues tal espécimen nace con esa condición”.

Sobre sus largas estancias  en la vieja sede del DDT recuerdan con una mezcla de nostalgia y alegría las horas de trabajo que pasaban mientras el laboreo cotidiano se salpicaba con acertadas dosis de humor que siendo muy divertidas no conseguían convertirse en burla ni desa­cato.

Traer esas anécdotas al presente, compartidas ahora con un público que rió  de lo lindo al escucharlos, es la constancia de que aquel DDT que fue tiene segura su existencia en quienes con su talento lo hicieron durante tantos años posible.

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Maikel dijo:

1

30 de julio de 2015

09:16:06


Lastima no me enteré, siempre he querido conocer a F. Mond, el y Ed.Rojas, mis autores favoritos de CF cubanos