ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
En el Jardín de la Gorda, peña de Sara González. Foto: Juvenal Balán

Sería injusto utilizar el pasado para referirse a Sara González. Porque no se trata de volver a utilizar esas frases comunes tan recurrentes y decir que sus canciones están más vivas que nunca y siempre permanecerán en la memoria de los cubanos. No. Se trata de observar su trabajo como el de una trovadora que entendió el compromiso con su tiempo como una filosofía personal y que viene de una generación que derribó las barreras de las incomprensiones para demostrar que se podía y se puede ser fiel hasta la médula con un proyecto de país sin convertirse en artistas dóciles, ni mirar hacia otro lado cuando la realidad obligaba a escribir temas que pusieran la verdad por delante.

Sara González, como se sabe, perteneció a una banda de estrellas (el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC) que cuando se disolvió, cada una empezó a hacer su trabajo a solas. Pero no hay duda que el precedente era inmenso y casi ninguno de sus integrantes pudo desprenderse del legado de esa formación bisagra de la cultura cubana. Porque tanto en el quehacer de Sara como en el de Pablo, Silvio o Nicola aparecen lecciones que, por suerte y quizás sin saberlo, fueron bastante bien aprendidas por los juglares que los sucedieron, así muchos —desde diversas fronteras estéticas— han creado canciones que si­guen la búsqueda incesante de la verdad, la razón y la justicia como vía para comprometerse con un país que trata de cambiar y que al igual que décadas atrás necesita de artistas que no pidan permiso para echar a rodar canciones que también funcionen como alertas y caminen de la mano junto al verdadero sentido de la honestidad, la ética y la justicia.

Todo lo anterior viene muy a cuento porque acaba de ser presentado el disco Sara Siempre que recoge buena parte de  la discografía de Sara González y constituye un retrato fiel de la carrera de una trovadora que en principio tomó ánimo de su curiosidad para comenzar a hacer sus primeras canciones y después —gracias también a genios como Leo Brouwer—, pasó a ser una de las voces esenciales de la canción cubana y de la Revolución.

El álbum, publicado por la disquera EGREM, registra temas firmados por Sara como Un amor de millones, Girón, La victoria, ¿Qué dice usted? y otros a los que prestó su voz como Canción urgente para Nicaragua (Silvio Rodríguez); Comienzo y final de una verde mañana (Pablo Mi­lanés); Canción de los CDR (Eduardo Ra­mos); Para seguir amando (Pepe Or­dás); Cuatro cosas bien ( Noel Nicola); Son de la muerte (Frank Delgado); Cante, General (Amaury Pérez), entre muchos más.

El disco editado en formato MP3 vio la luz en una de las jornadas más concurridas del espacio Trovando, que liderado por el infatigable periodista y trovador Fidel Díaz Castro en los estudios Areíto de la EGREM celebra, por estos días, su quinto aniversario. Allí estaban muchos de los amigos de Sara y una parte del público que sigue su obra. La pintora Diana Balboa, compañera en la vida de la trovadora, hizo un repaso por el caleidoscopio de experiencias que atesora junto a su querida Sara y por su actitud y su oficio como juglar.

El álbum, que fue puesto a la venta por la EGREM en 30 pesos, no es solo un disco de colección. También es una obra que da pistas para entender la trova no como un género anclado en el tiempo, sino como un movimiento cultural rebosante de actualidad que también trascendió porque sus grandes exponentes rompieron los moldes de lo establecido y tomaron distancia de las fórmulas que se mueven alrededor de lo convencional o lo conveniente.

En cualquier caso, deja claro que los trovadores de ley son aquellos que con un espíritu verdaderamente crítico en constante movimiento, son capaces de hacer suyas las complejidades de un país y dar vida a sus propias revoluciones con canciones que, después de todo, siempre nos muestran el camino de vuelta a casa. Como sucede, sin duda, cada vez que suena en algún lugar de este mundo la inconfundible voz de Sara.

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Evelio Perez-Paula dijo:

1

26 de julio de 2014

15:55:17


La recuerdo siempre como una excelente amiga, una sonrisa alegre y una voluntad de hierro.