
Tras el éxito alcanzado con su disco Manteca, el maestro Lázaro Valdés vuelve a la carga con par de producciones fonográficas en las que está enfrascado junto a varios artistas y su inseparable agrupación Son Jazz.
El primero de los álbumes en que trabaja el reconocido músico, compositor y arreglista, es un homenaje a Benny More por el aniversario 95 de su natalicio, figura cimera de la cultura y música cubanas que toca muy de cerca a Valdés, quien fuera pianista y director musical de la Banda Gigante del Bárbaro del Ritmo.
Estuve cinco años en la orquesta del Benny, dijo a Granma el fundador y director de Son Jazz, y aprendí mucho de él como artista y persona, del agradecimiento a todo lo que me aportó sale la idea de este disco que verá la luz bajo el sello EGREM y deberá estar listo para el mes próximo.
“Cuento para esta producción con el apoyo de mi hijo Lazarito Valdés en el rol de director musical, y otros músicos invitados que asumen un papel importantísimo en los arreglos. Muchas de las orquestaciones son de ellos, responsabilidad que delegué porque yo estoy muy permeado de la sonoridad del Benny, y quería que este disco fuera un homenaje al Bárbaro pero no una copia de su sonido, por lo que acudí a estos músicos para darle un timbre diferente a los temas que incluirá el álbum”.
Titulada Siempre Benny Moré, adelantó, en la placa el público encontrará varios de los títulos más populares del Bárbaro cantados por Vania Borges, Héctor Téllez, Leo Vera, entre otras voces de reconocida trayectoria dentro de la música cubana actual, dándole al disco todo lo necesario para que sea una buena grabación.
“Aparecen en la lista de títulos canciones como Elige tú que canto yo, No hay tierra como la mía, Cuando a Varadero llegué, y Oh vida, todas convertidas en verdaderos éxitos y temas de culto por la voz del Benny. También una Elegía al Benny, un instrumental en el que me hago acompañar por mi grupo”.
El segundo material fonográfico que prepara el maestro Lázaro Valdés se llama La Malagueña, y ya terminado de grabar se perfila como seguidor del éxito de crítica y público alcanzado por Manteca.
“El disco es una grabación dedicada íntegramente a la obra de Ernesto Lecuona, pero sus piezas incluidas aquí tiene una sonoridad más contemporánea, todo a partir de un exquisito trabajo de arreglos y grabación”.
“Entre sus títulos aparecen temas antológicos como Kimbara, Lágrimas negras y Siguaraya, pero todos interpretados al estilo de Son Jazz”.
Por ejemplo, precisó, Siguaraya tiene acordes de blues, pero todas las piezas están reorquestadas a partir de la ritmática de la timba y yoruba.
“Espero que con este disco pase lo mismo que con Manteca, que ha sido muy aceptado por el público cubano y extranjero, pero sobre todo porque significó mi regreso a los estudios de grabación, de los que estuve alejado por 30 años”.












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ROBERTO dijo:
1
30 de mayo de 2014
07:33:41
editora dijo:
2
30 de mayo de 2014
14:30:48
Pedro dijo:
3
1 de junio de 2014
15:11:34
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