Basta escuchar los acordes musicales de la banda sonora del filme Un hombre y una mujer, de Claude Lelouch, para que el público asistente a la sala reconozca que estamos en el Festival de Cine Francés, que hoy se posiciona como el más grande de su tipo fuera de ese país.
Algunos de los actores, realizadores y equipo técnico de los filmes que se presentan en esta 17 edición llegan a La Habana, como es el caso de Ruben Alves, joven realizador franco-portugués, quien precisó detalles sobre La jaula dorada, comedia que bajo su firma refleja los retos, oportunidades y desavenencias de la emigración entre los dos países europeos que ha habitado.
“Es la historia del deseo de regresar a los orígenes, a la esencia, pero no desde una arista trágica, sino desde la más fina y sentida comedia francesa”, comenta. Otro de los jóvenes directores es Hugo Gélin, quien se presenta con su multipremiada y más reciente película, Como hermanos, la misma que inauguró el Festival y de la que fue, además, uno de sus productores y guionistas.
Gélin explicó en encuentro con la prensa, las particularidades que distinguen a lo que definió como el nuevo cine o el cine que hacen los nuevos realizadores franceses, quienes, dijo, representan una verdadera nueva generación de directores, actores, productores. Una hornada de creadores que no se quedan en las influencias de la cinematografía nacional, sino que reflejan —desde sus obras— una influencia abierta del cine internacional, la cual fusionan con experiencias propias y en las que exponen sin temores apropiaciones de filmes, directores o movimientos de todo el mundo.
Otro de los que integran la embajada gala a esta edición es el especialista en economía del cine René Bonnell, cuyas obras sirven de referencia al Estado francés sobre las decisiones a tomar acerca de la producción cinematográfica. Bonnel, quien es, además, director de cinematografía en Canal+, impartió una conferencia magistral en la Escuela Internacional de Cine y Televisión sobre el desafío digital o la excepción cultural frente al libre comercio, un combate en el que, dijo, estamos comprometidos tanto cubanos como franceses.
Sobre los retos, nexos y la necesaria retroalimentación entre el cine y la TV, explicó que en su momento la televisión llegó para salvar al cine y contribuir a la difusión de sus materiales, pero lo hizo comprometida con su producción, por ello se establecieron leyes que estipulan la contribución de las televisoras a la producción cinematográfica, pero ahora esta ecuación cambia con la irrupción de la televisión digital por satélite, la Internet o la piratería, que desestabilizan a las propias cadenas televisivas y su pacto de intercambio fructífero con el cine.
Simon Brook, hijo del reconocido dramaturgo inglés Peter Brook, también llegó con dos documentales inspirados en las propuestas interpretativas de su padre. El primero de ellos un testimonio: Brook por Brook, retrato íntimo y el segundo un material filmado con cinco cámaras ocultas, el cual se sumerge en el trabajo del legendario actor teatral y pone de manifiesto la magia inherente al proceso creativo, que tituló Peter Brook, el funambulista.
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Alyjo dijo:
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7 de mayo de 2014
14:05:24
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