Alumnos y profesores de la Universidad de las Artes salieron por una semana de los acostumbrados muros de la institución en Cubanacán para compartir, dialogar, reflexionar y presentar sus mejores trabajos en el Festival de las Artes de esa institución.
En esta ocasión las intervenciones comunitarias llegaron hasta comunidades como la de Romerillo y el teatro callejero conquistó plazas y parques de manera especial, de la Calle Línea.
El capitalino Pabellón Cuba devino en la sede central del evento, donde se presentaron proyectos musicales como Ocaso Coral, Guitarreando, Seam Am, el Cuarteto de cuerdas clásico y Aché lo, así como múltiples presentaciones teatrales y danzarias, además de las acostumbradas proyecciones correspondientes al festival de las artes audiovisuales Imago.
El Salón de Mayo del capitalino Pabellón Cuba devino en escenario del apartado teórico de este quinto Festival de las Artes del ISA, que culminó este fin de semana. Entre los principales espacios programados destacaron aquellos que abordaron la gestión del arte joven, así como los que enfocaron miradas y criterios sobre los procesos de creación audiovisual, teatral, danzaria y musical.
Jóvenes creadores, profesores de la institución docente, analistas, expertos y actores protagonistas de los procesos artísticos contemporáneos en la Isla coincidieron en los encuentros, desde la mesa de ponencias o las sillas del público, siempre con criterios coincidentes —o divergentes— sobre tópicos esenciales de sus diferentes realidades. Entre los principales temas a debate destacaron aquellos en los que se dialogó sobre la creación artística joven y el mismísimo sistema de la Cultura en Cuba, y el derecho de autor, así como las redes de cooperación e intercambio cultural.
En el panel teórico de cierre al encuentro, Claudia Portuondo, estudiante de segundo año de Dirección Coral, destacó la importancia de que en este Festival de las Artes del ISA acoja en su programación conciertos de creadores de reconocido prestigio, que suman sus interpretaciones al amplio espectro musical con epicentro y génesis a la Universidad de las Artes. Portuondo, quien lidera el Proyecto musical Soul, elogió la importancia de que un encuentro como este incluya nuevas propuestas desde donde se gestan y construyen nuevas miradas creativas, desde y hacia la música.
El Proyecto que lidero, explicó, toma nombre de la palabra anglosajona soul, que significa alma, pues es hasta “esa alma intangible pero asumida” se pretende llegar con la música que hacemos. “Nuestro grupo surge en septiembre de 2013, unos seis meses de vida cumple por estos días. Somos, explicó, un quinteto de amigos-estudiantes de música de la misma clase, que decidimos juntarnos y dar nombre a este Proyecto, para así disfrutar de una manera más seria nuestro estudio-trabajo. Aunque a veces –acotó- se nos suma algún instrumentos de viento y entonces somos seis creadores utópicos y modernos, que apuestan por la música. Si tuviéramos que elegir un género en el que nos sintamos más cómodos tendría que elegir el jazz.
Ernesto Lima, estudiante de segundo año de Dirección Coral indicó que lo más importante de este proceso de surgimiento de proyectos en instituciones de formación artística no es su creación, sino su perpetuidad en el tiempo. Muchos, dijo, son los espacios como Soul que surgen acá, pero muy pocos los que duran o se quedan. “Una vez que pasan los años o se gradúan sus integrantes los proyectos, desparecen junto a sus nombres, quizás por la imposibilidad de insertarlos en el universo musical de la isla, y dígase en este caso las empresas musicales, a las cuales los egresados del ISA llegan como uno más, a pesar de su título universitario.
Entonces, precisó, esos grupos, proyectos o creadores en solitario no tienen ninguna prioridad por encima de otros egresados de niveles inferiores o escuelas que no están avaladas por el sistema de enseñanza artística en el país. Hay casos en que incluso sucede el proceso inverso. Lima también se refirió a la ausencia de una integración entre instituciones del sistema de la Cultura en el país como el ISA, el ICAIC y el ICRT, pues estas dos últimas entidades –dijo- pueden adquirir fuerza de trabajo calificada como los egresados de la Facultad de Medios Audiovisuales, cuyos sonidistas, editores, directores…no son priorizados, y de nada le valen a ellos, a esas entidades y al país, sus conocimientos e ideas frescas para darle nuevos aires a esas instituciones.
Otro de los jóvenes creadores que participó como ponente en el panel fue uno de los estudiantes premiados por sus proyectos presentados a este Festival de las Artes, Javier Irá. De la especialidad de composición, Irá cursa el tercer año. En tal sentido, destacó su participación en el concurso Musicalia, incluso antes de ingresar al ISA, comentó a los asistentes al encuentro. En el encuentro también se dialogó sobre la necesidad de proteger las creaciones musicales de los estudiantes del ISA, así como de géneros más contemporáneos como la música electroacústica. En tal sentido giraron además, la exposiciones de otros creadores con proyectos en la cita estudiantil como Glenda Lorenzo, estudiante de música y David Peraza, estudiante de primer año de la especialidad de Dramaturgia.
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