
Para Frank Delgado la canción nace en la historia cotidiana, en los sujetos comunes que se convierten de pronto, con sus sueños, anhelos y preocupaciones, en el centro esencial de sus temas, donde también se respiran los relatos profundos de la Cuba de hoy. Por eso ha cantado, durante más de tres décadas, con una forma de hacer la canción que —aunque tiene puntos de contacto con sus compañeros de generación Carlos Varela, Gerardo Alfonso y Santiago Feliú— navega mejor entre el son y la trova, donde se siente como pez en el agua. Así llegará hasta el público cubano su próximo fonograma titulado provisionalmente SOS, el cual se presentará este martes en el Teatro Mella de la capital, a las 8 y 30 de la noche.
Sobre este nuevo proyecto dialoga con Granma.
—Las voces del disco
“La diferencia entre mis anteriores álbumes y este nuevo disco radica en las colaboraciones que mantengo con músicos como Kelvis Ochoa, Isaac Delgado, Buena Fe, Pancho Céspedes y Ray Fernández. Son temas que escribí entre el 2010 y 2014 y deben salir por alguna disquera cubana. De todos modos yo primero grabo el disco en mi estudio y luego hago la propuesta. Hay fonogramas míos que nunca salieron con el sello de una disquera, pero que no dejo de considerarlos como discos. Los que he hecho en Cuba se han vendido muy bien como Ustedes los trovadores no saben na´ de la vida. Igual hay mucha gente que no puede comprarlos por los precios, porque irónicamente la producción de los discos es más barata que la de los libros, pero los discos se venden más caros”.
—Un trovador difícil
“Yo recuerdo que cuando hice el disco Trovatur, canciones como Cuando se vaya la luz mi negra o Espíritu y consumo, no las ponían en la radio y ahora las difunden y uno las oye y parecen temas infantiles, porque han cambiado el criterio y la mentalidad de alguna gente. Trato de reflejar la realidad en mis canciones, no me interesa para nada ser un trovador fácil. Trato de estar siempre en el ojo del huracán y hablar sobre lo que está pasando en el país. Eso lo hago desde hace muchos años y no cambiaré”.
—Tradición, trova y humor
“El cubano siempre ha tenido ese humor corrosivo al abordar sus problemas. Hay antecedentes como Ñico Saquito o Carlos Puebla. Después Virulo, Pedro Luis Ferrer, Tony Ávila, Ray Fernández, hicieron lo mismo con canciones que reflejan con una arista cómica lo que pasa. Como decía Martí, el humor es el látigo con los cascabeles en la punta. Las canciones uno las hace, pero uno no sabe hasta dónde llegan. Tienen vida propia. Por mi parte, sigo teniendo muchas ganas de hacer canciones y me hace mucha ilusión enfrentarme al público”.
—La generación de los topos
“Nosotros trabajamos juntos durante muchos años. Decíamos que teníamos 20 o 30 seguidores y los uníamos para reunir 100 personas en los conciertos. Nos ayudábamos a hacer voces y arreglos en las guitarras. Eso funcionó hasta que cada uno tuvo su propio público. Después quisimos hacer nuestro trabajo individual y queríamos ese público para uno, por ese hecho egoísta y egocéntrico que tenemos los músicos. Eso fue como un proceso natural. Nos apartamos y cada uno se centró en su carrera. Pero hubo siempre respeto y sentimientos compartidos entre nosotros. De hecho, cuando la muerte de Santiago Feliú, casi fuimos los primeros en saberlo. Con Santiago se fue una época, una esencia imprescindible de la música cubana, una utopía. Nosotros siempre hemos mantenido una especie de magia entre todo lo que hicimos y en algún momento nos podemos volver a juntar, como lo hicimos en el homenaje a Santiago o en la presentación del libro de Carlos Varela”.
—Trova sin traba
“Los trovadores siempre hemos puesto el arte por encima del dinero y hemos sido muy unidos en ese sentido. Somos poetas, músicos e intérpretes —no muy buenos en todas las especialidades—, pero muy completos como artistas. La trova siempre ha tenido un público muy fiel y se deben crear espacios a precios asequibles para nuestros seguidores. También es verdad que algunos de esos espacios no funcionan desde el punto de vista económico para el artista. Hace algún tiempo llegué a El Sauce donde hice la dirección artística. Luego vinieron otras propuestas para gente que podía pagarlas, en lugares como El submarino amarillo, Café Brecht y el Pepito´s Bar. Esos lugares son necesarios, pero siempre hay que mantener peñas con precios asequibles para todos los cubanos”.
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Manuel M. dijo:
1
25 de marzo de 2014
13:13:23
TNT dijo:
2
25 de marzo de 2014
15:25:28
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