ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El director de cine Ernesto Daranas. / Foto: Marcelino Vázquez/Ain 

La cinta llama la atención por abordar un tema, ya recurrente en el director, como la marginalidad; así como las más desgarradoras historias inspiradas —todas— en sucesos reales, como confirmó Daranas ayer en conferencia de prensa celebrada luego de la premiere del martes en la noche, a la que no fue invitada parte del sector periodístico.

Este drama narra la historia de un niño de once años y sus peripecias en el interior de una familia disfuncional y violenta, lo que refleja en el entorno escolar, donde convive con su maestra Carmela (Alina Rodríguez).

Otro de los regalos de esta película es el regreso de Silvia Águila a la pantalla grande, agradecido fetiche actoral de Daranas, que llega ahora con un personaje corto pero intenso —y convincente como ya nos tiene acostumbrados Silvita—, según precisó el director del filme.

También forman parte del elenco, Yuliet Cruz, Armando Miguel Gómez y el joven protagonista, Arma-do Valdés Freire, promesa de la actuación cubana, según lo calificó el crítico Joel del Río, quien nació del casting a más de tres mil niños y adolescentes de los municipios de Centro Habana, Cerro y La Habana Vieja.

La suerte está echada para este filme, pero como siempre el público con la última palabra, dirá si esta ha sido una buena, o mala conducta.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.

José Angel Turro dijo:

1

25 de marzo de 2014

13:19:44


Conducta. ¿Un filme de culto? El país entero ha aplaudido con frenesí el filme Conducta, de E. Daramas, con actuaciones meritorias de Alina Rodríguez y el niño Armando Valdés. Es en realidad una película para disfrutar y reflexionar sobre el papel del maestro, la escuela, la familia y la comunidad en la educación de niños y adolescentes. Las críticas positivas recibidas por la obra en todos los medios han sido apabullantes, tanto dentro como fuera de Cuba. Pero el filme tiene otra lectura de la que poco o nada se habla: el demoledor ataque que hace a la institucionalidad del país y la imagen desoladora que muestra de la revolución cubana, de su sistema educativo y de la sociedad en general. Es una obra sin contrastes y por ello nihilista, en tanto niega por omisión que la mayoría de los niños del país viven y estudian en condiciones muy diferentes a las del Chala. Pitonisos del imperio como Carlos Batista, se apresuran a afirmar en el Nuevo Herald : “La película muestra al protagonista en su casa y también en el aula, lugar donde quedan de manifiesto los problemas que los niños cubanos enfrentan en sus hogares cada día”. Pareciera, por tanto, que todos los niños cubanos tienen los problemas del Chala, que vivimos en una sociedad decadente y enferma. La película muestra, con elevado rigor artístico, eso sí, la Cuba que quisieran ver los enemigos históricos de la nación cubana en función de destruir, desde la cultura, el paradigma social y educativo que Cuba es para el resto del mundo subdesarrollado y latinoamericano. El mensaje es claro para quien desde fuera de la isla ve el filme: es una sociedad (la cubana) consumida por la pobreza, el desencanto, la falta de oportunidades, la corrupción y la pérdida de valores. Es un filme sin contrastes, una autoflagelación que niega todo lo grande y bello que el sistema educativo cubano tiene para mostrar al mundo, donde ningún niño o adolescente queda marginado, ni deja de recibir la atención educativa que merece. Pero ese no es el interés de los realizadores, sino solo mostrar los lunares (que son reales, que existen) de la obra revolucionaria, las zonas oscuras de nuestra sociedad. En todas partes vemos como el arte y la cultura se emplea en fortalecer y apuntalar el sistema social de que se trate. Brasil, gigante tecnológico y económico, en sus conocidas telenovelas, muestra el país que quiere ser. En Avenida Brasil, hasta el tiradero, verdadero infierno en la tierra, donde los pobres y excluidos de esa sociedad buscan alimento entre la basura generada por su sociedad de consumo, parece un Edén en el que los niños son recogidos por buenas personas y no pasan hambre, ni son explotados, ni se enferman, ni mueren por su desamparo. Nadie se pregunta a que escuela van esos niños, ni en qué hospital se atienden, ni qué futuro les espera en una sociedad que los arrinconó para siempre al privarlos de la capacitación necesaria para defenderse en un mercado laboral competitivo. La novela muestra el país en sus adelantos, en lo que tiene de positivo y bello. Nosotros nos especializamos en un arte que demuele hasta los cimientos todo lo hermoso que tenemos y absolutizamos lo negativo y feo que nos queda. Con ello y de un modo sutil aseguramos mercado allende el océano, donde todo lo que denigre a la revolución será aplaudido hasta rabiar y garantizará a sus realizadores espacios en sus poderosos medios de difusión masiva, reconocimiento internacional y algún que otro premio en metálico. Así marchamos en un planeta donde muchos creadores piensan y miran solo hacia el norte, y en el que la cultura, en vez de espada y escudo de la nación, se utiliza como látigo para autoagredirnos y mostrarnos en nuestras miserias. El filme muestra a una policía corrupta e inhumana, que extorsiona al padre “palestino” y echa de La Habana y de la escuela a su bella e inteligente hija. Nadie dice en la obra que dicho padre es un irresponsable con traer desde Holguín a su hija sin tener las más mínimas condiciones de vida para ello, además de violar las disposiciones legales existentes en el país sobre la residencia en la capital. ¿Acaso Holguín es un infierno inhabitable y no nos hemos dado cuenta? Pero la policía es mala por cumplir con su objeto social y el padre irresponsable es bueno, es víctima de una policía corrupta e injusta. Así quedamos en el filme. Las escenas de la escuela de conducta parecen copiadas del cine carcelario norteamericano, con violencia y agresividad verbal incluida, impropia de la realidad de la mayoría de los centros reeducativos del país. Parece un castigo terrible enviar a este tipo de escuela a un niño en evidente desventaja social y requerido de una atención educativa y material que la escuela donde está no puede ofrecerle. Muy mal parada sale en el filme la funcionaria que insiste en sacar al niño del abandono social en donde está, y el Jefe de Sector que tiene conciencia de los riesgos que corre a diario. La fotografía, de Alejandro Pérez, se regodea en un degradado paisaje urbano, que muestra una ciudad destruida, sin pintar, sucia y sin esperanza. El mensaje subliminal no puede ser peor, no por gusto los papagayos asalariados del norte que nos agrede, captan la imagen (que se aviene a sus intereses difamatorios) y describen entonces, con la película oficial como argumento, lo que consideran que es la Cuba de hoy: “De manera descarnada, la película aborda temas que suelen estar fuera de los medios, todos bajo control estatal: la pobreza, marginalidad, drogadicción, alcoholismo, doble moral, burocracia, formalismo, presidio político, prejuicios contra la religión y pérdida de valores.” (Carlos Batista. El Nuevo Herald, 21-2-2014). Recuerdo una crítica que hice en el ICAIC, ante un grupo de directores provinciales de cultura y casi todo el Ministerio de Cultura en el 2004, a un filme de un prestigioso director cubano, que mostraba una Cuba deprimida, sin esperanza, con paisajes urbanos deteriorados, miserables, degradados. En aquella ocasión expresé que “esa no era la Cuba donde yo vivía”, y era cierto. Una parte de nuestro pueblo tiene serias dificultades materiales, pero no se puede ocultar que la revolución trajo una cuota de felicidad y bienestar jamás conocida por la nación desde su surgimiento. Por qué entonces mostrar siempre solo lo malo, lo negativo, lo que nos falta. Se está desarrollando un “arte” hipercrítico de la realidad cubana que complace con mucho a los enemigos históricos de la nación, todo lo que nos ataque y denigre como país es visto como novedoso y artísticamente atrevido. Todo lo que agreda al proyecto social socialista cubano, aunque sea subliminalmente, es bendecido en los medios de difusión masiva y en las editoriales. El arte comprometido con el país y con la revolución es “oficialista”, “demagógico”, anquilosado, poco interesante. Es una realidad que debe ser cambiada, o esa corriente de pensamiento neoliberal destruirá al final todos los sueños de un país mejor, país mejor que solo el socialismo y sus valores puede dar. Algunos dirán que exagero, pero solo basta mirar lo que se exhibe y publica para demostrar lo contrario. Arte es conciencia, quien crea arte crea también una conciencia política, una concepción del mundo, una interpretación de la realidad. Conciencia e interpretación del mundo que luego sirve como fundamento teórico a su actividad social. El arte que se promueva por los medios tiene necesariamente que ser un arte comprometido con nuestra realidad, con nuestro proyecto social socialista, con las aspiraciones de un país mejor para todos los cubanos. Basta ya de autoflagelarnos con tanta obra hipercrítica, sin caer en los extremismos que ya otros cayeron y que fueron fatales. Vuelvo a las Palabras a los intelectuales: “con la revolución todo, contra la revolución, nada”. Esa es la máxima por la que debemos regirnos hoy, mañana y siempre. Sin discriminaciones, sin extremismos, ni persecuciones ajenas a los ideales de un país democrático y favorecedor de un arte nuevo. Sin un arte y cultura nueva tampoco seremos capaces de crear a los hombres que tienen la misión histórica de construir el socialismo próspero y sustentable que nos hemos propuesto. Quien quiera denigrar a la revolución y mostrar una sociedad que no tiene nada positivo, recomendará ver la película Conducta, y tendrá un argumento, hecho en Cuba, a favor de su campaña. No nos llamemos a engaño, y que las excelentes actuaciones del filme y su discurso cinematográfico coherente, no nos oculten su mensaje subliminal subversivo. José Angel Turro

Manuel Mercado dijo:

2

27 de diciembre de 2014

10:44:27


No pretendo en lo absoluto hacer una critica intelectual y de alto nivel cultural a esta pelicula en cuestion, pero si dejar sentadas varias opiniones que, en mi humilde criterio, deben ser el centro de atencion de cualquier intelectual que se considere revolucionario, marxista, martiano y defensor del sistema social y economico que hoy tenemos en Cuba, dejando tambien aclarado, que nuestro sistema no es perfecto, tiene defectos y errores y por ello es nuestra responsabilidad enfrentarlo con valentia, dedicacion, teson y con la firmeza de los principios revolucionarios, morales, eticos e ideologicos que debe caracterizar a cualquier intelectual cubano si este desea que se le considere como uno que defiende el proceso cubano con sus criticas, sus aportes y las soluciones que el propone para resolver lo que se critica, si es que se propone alguna o algunas en su obra. El realizar un largo metraje sobre nuestros defectos, errores y violaciones de la etica y la moral en que se desenvuelve el pueblo cubano, es un reto que cualquier intelectual cubano puede y debe enfrentar, pero para ello debe de poseer varias cualidades personales, que de hecho lo avalarian como un revolucionario, un luchador por el pueblo y para el pueblo y lo mas importante un intelectual que lanza su obra para construir y dar soluciones, no solamente para senalar errores, defectos, discordancia entre el sistema socialista y la realidad cubana actual, pues el no aportar soluciones en su obra, esta se convierte de hecho en una mercancia que se lanza al mercado nacional e internacional, en busca de aprobacion, en busca de popularidad y prestigio personal, en busca de riquezas de todo tipo y lo mas importante dejar sentado quien es el creador y cuales son sus mas importantes aspiraciones en este sector de la cultura cubana, que en la practica no concuerdan y si se alejan del proceso cubano, su desarrollo y lo mas i destacado, su importancia en el contexto ideologico y politico del pais y en su proyeccion hacia el mundo, en momentos en que los enemigos internos y externos hacen lo posible y lo imposible por demostrar al mundo que el socialismo en Cuba es un fracaso en todos los aspectos en que se pueda pensar y que la cultura es la unica formula para resolver el problema con criticas acidas y corrosivas, pero sin aportes claros y precisos y lo mas importante sin soluciones a dichos problemas, esto lo aplaude el Imperio y sus acolitos mercenarios en la Isla y fuera de ella. Si no se deja claro en la obra en cuestion, y en esta pelicula no se hace, el contexto historico en que se ha desarrollado el proceso que se narra, los antecedents que dieron lugar a esas situaciones y ambiente que se critica en forma acida y corrosiva y si no se aborda en forma directa y sin tapujos alguno, los causantes directos de las situaciones mencionadas, la obra deja de convertirse en un medio didactico y educativo para el pueblo cubano y el internacional, y entra en la ya conocida critica acida y corrosiva que no ayuda, a los que ven el largometraje, a conocer las realidades que se narran, los contextos en que se han desarrolladoslos hechos y situaciones que se narran, los antecedents que dieron lugar a esos hechos y actitudes de los personajes, en fin que se lanza al aire la critica destructiva, corrosiva y acida contra el socialismo, la sociedad cubana y la ideologia marxista y martiana, como si los creadores de esta pelicula fuesen directores de Hollywoody no de una entidad socialista y revolucionaria que paga por todos los gastos y solo recibe el rechazo de los creadores hacia el proceso socialista cubano y lo deja en la estacada, como un proceso fracasado como sistema economico y social. Pienso que esta pelicula no aporta algo positivo al proceso cubano, las razones para decir esto, estan expresadas en el contexto de este comentario, y al mismo tiempo esta pelicula esta jugando un papel de apoyo a las campanas mediaticas del Imperio del Norte Revuelto y Brutal contra Cuba, cuyo basamento es que el Socialismo ha fracasado en el mundo y Cuba no es una excepcion, y que si ha existido hasta hoy y existe, es por la Dictadura Castrista que no permite que el pueblo de la Isla logre una Democracia verdadera, es decir una Democracia Representativa como la que existe en los Estados Unidos de America, declaracion esta inmoral, inhumana, carente de principios morales y eticos y llena de un odio irracional y vengativo contra el pueblo de la Isla. Quizas algunos intelectuales cubanos criticaran este comentario, digamos Pablo Milanes y otros de similares caracteristicas personales, politicas e ideologicas, no nos preocupan esas opinions, pero si nos preocupa que se utilicen nuestros recursos materiales y financieros para que se nos ataque desde adentro en forma sutil y subliminal, y lo mas triste sin que los que dirigen el pais y en especifico la cultura nacional no hayan tenido el cuidado y la delicadeza de revisar la pelicual, su contenido ideologico, politico, didactivo y educativo y se hayan dejado llevar por la falsa concepcion de la libertad de expression,que en este caso es un libertinaje de esa manoseada y cacareada libertad.