Después de que «se acaba» el mundo: Milayda
Sus gritos se nos presentaron tan cargados de amor, que la seguimos sin preguntar dos veces, más allá de Cañizo, adonde fuera
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Sus gritos se nos presentaron tan cargados de amor, que la seguimos sin preguntar dos veces, más allá de Cañizo, adonde fuera
Al parar la ventolera y empezar la lluvia, esperó el alumbrón de un rayo y salió corriendo como pudo, a enterrarse en una caja
Al menos el Sandy le desbarató solo la mitad de la casa; Melissa, sin embargo, se la descolocó completa, como si la hubiera levantado y puesto medio metro más al norte
Durante un día normal entran al vertedero un aproximado de 15 vehículos, pero ahora están llegando hasta 90 diarios
Entonces queda solo uno, que se asume más fiero que el ciclón, porque el ciclón se fue y él está aquí
De la vida que sigue, porque es vida; de la caña de azúcar sobreviviendo en el charco de kilómetros a la redonda; de la gente