ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

El mundo literario y el real están de luto.  El autor de Cien años de soledad y de El amor en los tiempos del cólera, el Nobel de Literatura, el periodista íntegro, el hijo ilustre de Macondo, Gabriel García Márquez, el Gabo de todos, murió a los 87 años de edad y con él uno de los más grandes escritores de la Literatura Universal.
Durante días fue preocupación de mayorías la salud del Gabo, afectada por una infección en las vías urinarias y respiratorias, por lo que fue hospitalizado este 31 de marzo en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, ubicado en la Ciudad de México, donde residía el escritor.
La noticia consterna porque quien emprende en esta hora el viaje fatal hacia la muerte es uno de los grandes, no solo por ser el creador de ese territorio mítico y eterno que es Macondo —pueblo de ensueños, fábulas, verdades y fantasías, que a fuerza de amantísimas horas de lectura nos pertenece de algún modo a todos— sino por ser inmenso en su dignidad humana y defensor de los pobres de la tierra, en especial los de América Latina.
Aracataca, municipio colombiano de la Magdalena, vio nacer un 6 de marzo de 1927, al Gabo, primero de los once hijos que tuvieron sus padres. Marcado sensiblemente por las vivencias de la niñez, el pequeño vivió sus primeros años con sus abuelos paternos, verdaderas fuentes de conocimiento y emociones de donde bebería el singular autor para llevar después a las letras mundiales, con la originalidad de su palabra, las fabulaciones, ocurrencias, supersticiones y particulares interpretaciones de la realidad que afloran en toda su creación literaria.
Un deseo profundo de “hacer algo para lograr una sociedad más justa” despertó en el Gabo adolescente el deseo de ser periodista y hacer novelas, sin embargo accedió a matricular Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional de Bogotá. Estudió leyes sin conseguir apasionarse con la carrera, pero fue en este tiempo en el que fraguó su vocación como escritor. La publicación en 1947 de su cuento La tercera resignación, en el suplemento cultural del diario El Espectador, reveló su madera de escritor y semanas después también verá en tinta su relato Eva está dentro de su gato.
Del periodismo fue también un devoto García Márquez. Sus primeras experiencias se remontaron a la época en que estudiaba en el Liceo Nacional, cuando el  Grupo literario de los Trece al que perteneció, decidió publicar un periódico —La Gaceta— apoyado por el poeta Carlos Martín, director de la institución.
La Gaceta Literaria tenía como objetivo divulgar la literatura entre los alumnos del centro educativo. Allí publicó poemas y prosas y fue nombrado jefe de Redacción con los profesores Carlos Martín y Carlos Julio Calderón Hermida, asesores del centro y de la publicación que tenía formato de diario, a cinco columnas. La primera edición de La Gaceta fue vista como revolucionaria y comunista, por lo que el alcalde de Zipaquirá la mandó a quemar. Fue en este punto de su vida cuando despertó esta otra pasión que cultivó fructíferamente.
A la par de las inquietudes propias de una personalidad justiciera, dinámica y creadora le llegará con más vehemencia ahora la literatura. La Hojarasca, primera de sus novelas donde se presenta ya la tierra macondana, verá la luz en 1955 y significará la senda mítico-literaria para llegar a su novela total, Cien años de soledad, una de las obras más perfectas de todos los tiempos escritas en lengua española.
Su viaje en 1955 a Ginebra, como corresponsal, su recorrido posterior por diversos puntos de la geografía europea y más tarde su traslado para esa región le permitirán comprender al escritor que el Viejo Continente no le ofrece las seducciones que sí hallará en el colorido americano, en especial en el Caribe.
Entablará, tras el triunfo revolucionario de 1959, una indestructible amistad  con el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, con quien comparte gustos estéticos e ideales de justicia.
Sobre las vicisitudes asumidas para que viera la luz su obra cumbre, Cien años de soledad, mucho se ha hablado; desde extremas situaciones económicas que supieron mágicamente sortear el autor y su esposa Mercedes, con sus dos hijos pequeños;  desmotivaciones iniciales cuando La casa era el título de los primeros esbozos de la novela, hasta  “accidentes” acaecidos con los manuscritos llamados por el autor mamotretos.
Tras la publicación de dicha novela, de la que ha dicho el poeta chileno Pablo Neruda  que “es la mejor que se ha escrito en castellano después del Quijote”, la literatura latinoamericana no será ya la de hasta entonces. Allí está escrito con la misma “cara de palo” con que su abuela le contaba historias de la vida cotidiana, plagadas de una verosímil fantasía, la vida centenaria de la familia Buendía, en el mágico escenario macondiano. En él acaecerán a una velocidad pasmosa sucesos que implican  a una buena parte de Nuestra América con sus más lamentables episodios de barbarie imperial y con la más increíble perfección para contarlos.
Asombrado por  lo sucedido desde la primera publicación de  Cien años de soledad, declaraba Gabriel García Márquez, no haber imaginado jamás que millones de personas pudieran leer “algo escrito en la soledad de su cuarto y con 28 letras del alfabeto y dos dedos como todo arsenal”.
No sabía el fundador literario de Macondo hacia dónde lo llevaría aquella introducción memorable e inolvidable para más de 50 millones de lectores —“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”—,  pero con ella nacía, en una peripecia titánica que escribió en 18 ininterrumpidos meses, mientras creía que estaba inventando la literatura, una de las más extraordinarias creaciones humanas concebidas jamás.
Un verdadero espectáculo resultó la entrega del Premio Nobel de Literatura, cuyo otorgamiento hizo expresar a su amigo, el escritor mexicano Juan Rulfo, que después  de muchos años se había dado un premio de literatura justo. Estocolmo lo recibió vestido con un clásico liquiliqui de lino blanco, por ser el traje que usó su abuelo y que usaban los coroneles de las guerras civiles, y que seguía siendo de etiqueta en el Caribe continental, lo cual mostró su indiscutible condición latinoamericana.
El conocido discurso que pronunciara García Márquez, La soledad de América Latina, resultó una denuncia a las miradas dirigidas por las superpotencias del mundo al continente americano y sugirió un cambio en los puntos de vista que debían tomarse en cuenta.
“Hace once años, uno de los poetas insignes de nuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda, iluminó este ámbito con su palabra. En las buenas conciencias de Europa, y a veces también en las malas, han irrumpido desde entonces con más ímpetus que nunca las noticias fantasmales de la América Latina, esa patria inmensa de hombres alucinados y mujeres históricas, cuya terquedad sin fin se confunde con la leyenda. No hemos tenido un instante de sosiego”.
“En cada línea que escribo —aseguró— trato siempre, con mayor o menor fortuna, de invocar los espíritus esquivos de la poesía, y trato de dejar en cada palabra el testimonio de mi devoción por sus virtudes de adivinación, y por su permanente victoria contra los sordos poderes de la muerte. El premio que acabo de recibir lo entiendo, con toda humildad, como la consoladora evidencia de que mi intento no ha sido en vano. Es por eso que invito a todos ustedes a brindar por lo que un gran poeta de nuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, ha definido como la única prueba concreta de la existencia del hombre: la poesía”.
Una coherente expresión entre palabra y quehacer ha sido la vida de este hombre que no escatimó esfuerzos y espíritu para entregarle al continente su gran novela, que usó  su palabra única  para reconstruir la dimensión caribeña y ubicarla en un sitio digno del mundo contemporáneo. Un escritor cuyo laberinto es la patria americana.

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Juan miguel dijo:

1

18 de abril de 2014

01:37:31


Gracias Gabo, por esos momentos tan felices que me diste cuando leía una de tus obras.

Juan miguel dijo:

2

18 de abril de 2014

01:41:10


También expresar mis más sentidas condolencias a su familia y a su entrañable amigo, nuestro comandante en jefe, Fidel.

G. Benítez dijo:

3

18 de abril de 2014

02:33:06


Quizás al final la profecía maya sí que se cumplió, o se está cumpliendo de a pocos: no tengo dudas de que el mundo se está acabando. Ya se han muerto John Lennon, Michael Jackson, Mario Benedetti, Nelson Mandela, mi propia madre, y ahorita nos acaba de dejar huérfanos el último de los muertos ilustres, Gabriel García Márquez. Yo regresaba del Festival de Teatro de Caracas (de regreso había comprado un libro de Bob Woodward, y venía contento con mi libro bajo el brazo) cuando la muy mala noticia me llegó como sólo llegan esas: creando un vacío de frialdad alrededor del corazón. Nuestra generación tuvo la suerte de contar en vida con un escritor prodigioso en lengua castellana, y ése fue él. Vivió y sorteó con éxito el embate de la transición entre el amoroso tacto a la hoja olorosa a tinta de los libros recién impresos, y la luminosidad infernal de los e-books en la pantalla (fatal para mi vista). La gente prefería seguir llevando a todas partes y manoseando sus libros, tal como se lleva a un talismán o se acaricia a una mujer hermosa. La llamada "Muerte de Guthenberg" fue puro embuste para él. Su "El amor en los tiempos del cólera" en mi adolescencia, fue la brújula y la Biblia para nuestros amores torturados y difíciles, como él mismo lo dijo. Pero "Noticias de un secuestro", "Relatos de un náufrago", o "Doce cuentos peregrinos" (entre ellos mi adictivo "El expreso de la bella durmiente"), demostraron que GGM no sólo fue un romántico de amor, sino también un incurable romántico de vida. Algunos de los que ahora tratan de poner su nombre en sus bocas, para buscar titulares y saborear la gloria ajena de carambola (acabo de verlos en televisión); durante años trataron de denigrarlo por sus amistades en Cuba, en realidad escritorzuelos de media pluma, punta bola y tinta pálida, pero con ínfulas. En realidad lo que hicieron fue cagar contra el ventilador de su grandeza. Luego de él, fue necesario redefinir en todos los diccionarios las palabras "imaginación" y "talento" e hizo cátedra de gramática para la Real Academia, lo que en su momento fue mirado como insolente, sospechoso y subversivo, en honor a la verdad. Habiendo llegado a la literatura de la mano del periodismo, fue el Joyce, el Hemingway, el Proust, el Mailer o el Capote en la segunda mitad del siglo XX latinoamericano. Nos dió luz en cultura americana, demostrando que es posible una cultura de élites populares en ésta parte del mundo, desde los fanguizales de Macondo. Al contrario de los otros que prefirieron un nido en le rive gauche de París, permaneció en nuestra América, sobre la savia de los volcanes, para continuar bebiendo, en una corriente de ida y vuelta. Es paradigmático que haya muerto en Semana Santa el que nunca se las dió de santo, ni se envaneció con el Nobel. La mentira corre cien años y la verdad la alcanza en un día. Adiós, Maestro, ya veremos cómo nos las arreglamos malamente sin usted, descanse en paz si le dá la gana, que se lo merece.

Ivanhoe González dijo:

4

18 de abril de 2014

03:38:07


Grande perdida para el mundo de las letras grande perdida de um amigo de cuba de Fidel Castro e de nuestra revolucion. que su alma descance em paz

Arturo del Villar dijo:

5

18 de abril de 2014

04:11:47


Mientras todo el mundo civilizado llora la muerte de García Márquez, en el reino de España se aprovecha la ocasión para atacar a la Revolución Cubana, una de las obsesiones de los periodistas españoles. En la Radio Nacional a las 8,30 el periodista Alfonso Rojo dijo que su figura estaba disminuida por ser un sectario que iba del brazo de Fidel Castro, y su colega Fernando Jáuregui le contestó que al principio el Comandante era un izquierdista respetable, pero que después degeneró. En "Libertad Digital" escribe Carlos Alberto Montaner que "tenía una estrecha amistad con Fidel Castro y con otras gentes, a mi juicio, indeseables" (a mi juicio, no hay nadie más indeseable que Montaner, por lo cual goza de gran predicamente en los medios de comunicación españoles).. En los diarios impresos, como "El Mundo", escribe Luis Alemany: "Ocurrió cuando la Cuba castrista se descubrió cruel. Gabriel García Márquez rehusó apoyar a su colega [Padilla] y se quedó en el castrismo para siempre. ¿Con qué papel?" En "El País" escribe Mauriicio Vicent: "Castro puso a su disposición una de las lujosas residencias de prootocolo del reparto Cubanacán en La Habana, casona que enseguida se convirtió en un centro de reunión y conspiración, actividad que a ambos apasionaba, y que continuaron sin medida mientras tuvieron salud". En "La Gaceta" critica Arancha Moreno "Su amistad con el dictador Fidel Castro". Hoy es uno de esos días en los que al sentimiento por la pérdida de un maestro se impone con fuerza la vergüenza de ser español.

Canario. dijo:

6

18 de abril de 2014

06:22:50


Ilustre hijo de Macondo, y hermano muy querido y admirado de tantísimos pueblos del mundo, entre ellos el canario. Un escritor extraordinario que fue y será por siempre un gran orgullo para todo el mundo hispánico y de habla española.

Jimmy Cerpa Reyes dijo:

7

18 de abril de 2014

08:07:46


Orgullo de Colombia y Latinoamérica. Adios a un grande. Saludos desde Cartagena de Indias, tierra gloriosa que lo acogió siempre..!

ROBERTO dijo:

8

18 de abril de 2014

08:24:19


¿MURIÓ GARCÍA MÁRQUEZ, TIENE SENTIDO REFERIRSE A SU MUERTE? !VIVA GARCÍA MÁRQUEZ ROBERTO

Felix. dijo:

9

18 de abril de 2014

09:21:12


Su muerte física duele, por la pérdida de hombre sencillo y de gran corazón con los humildes de la tirra, su obra que es de grandes quilates volará mas alto que nunca.Mi sentido pésame a sus familiares.

Lisanka González dijo:

10

18 de abril de 2014

10:00:37


Excelente trabajo, Madeleine. No me decepcionas. Tocas –de manera profunda pero a la vez sencilla y amena– la vida del Gabo, para que llegue a todos los que lo admirábamos y hoy lamentamos su ausencia física. El sigue con nosotros en su irrepetible obra.

Antoni Delgado dijo:

11

18 de abril de 2014

10:01:33


Me gubiera gustado leer algo más sensible e íntimo sobre Gabriel, no está síntesis biógrafica recopilada de Internet. Pero bueno..

Gustavo Rojas dijo:

12

18 de abril de 2014

10:10:52


Los latinoamericanos hemos perdido la riqueza permanente de un ser humano excepcionalmente sensible...profundamente brillante. Como patrimonio universal, la especie humana ha ganado con su genialidad y la maestria de su prosa, esa fuente eterna de sabiduria, belleza y esperanza. Gustavo Rojas Cali, COLOMBIA

Cesar Martinez Torres dijo:

13

18 de abril de 2014

10:14:17


GABO EN NUSTROS CORAZONES TU PALABRA FUE ESCRITA PARA NO MORIRSE NUNCA.

Gustavo Rojas dijo:

14

18 de abril de 2014

10:19:41


Como ser humano, los latinoamericanos hemos perdido la riqueza permanente de un ser humano excepcional. Como patrimonio universal, su genialidad y prosa magistral son ya pilares firmes de la fuente eterna de sabiduria, belleza y esperanza para la humanidad.

Manuel Neiza dijo:

15

18 de abril de 2014

10:40:04


Su desaparicion fisica no hara que su presencia a travez de sus obras inmortales y su solidaridad ejemplar por las cuasas mas nobles:justicia,solidaridad,esten SIEMPRE presentes en todos los que le admiramos y Siempre lo vamos ha tener presente.HASTA LA VICTORIA SIEMPRE Y TU SOLEDAD VA HA SER NUESTRA EYERNA COMPANERA.

Dr. José Luis Aparicio Suárez. dijo:

16

18 de abril de 2014

10:48:57


Gran consternación existe por el deceso de uno de los más geniales escritores del mundo; además, ser humano dotado de profundo saber y paradigmática virtud. El enorme vacío de su presencia física debe ser compensado con la vigencia de su pensamiento y el alcance de su obra. Gabo está y permanecerá en nosotros, justamente entre los imprescindibles. Seguirá vivo porque queda su legado imperecedero, su ímpetu infatigable, su raigal disciplina, su inquebrantable voluntad de hacer. Le rendiremos tributo cultivando el honor y la sencillez. La vida de Gabriel García Márquez es su mejor libro, que deviene luz que nos guía. Gloria eterna al Gabo.

Fernando dijo:

17

18 de abril de 2014

14:15:54


Sobre el comentario que el "periodista" Alfonso Rojas de España atacaba la figura y el talento de García Márquez por ser amigo de Cuba, pues es el mejor elogio que una persona de la catadura de este señor, por decir algo, se exprese así de alguien, un "periodista" que en los debates cuando se queda sin argumentos, si es que alguna vez los tiene, es capáz de atacar a su adversaria, una mujer comprometida, llamándola gorda, pues ya tienen la estatura moral de este sujeto, sus insultos no le pueden llegar ya al Gabo, tampoco le llegarian en vida, porque seres tan pequeños y no hablo de la estatura física, no pueden manchar la luz de un genio. Que descanse en Paz, a ti Gabo todos te recordaremos, pero ¿quién es Alfonso Rojo?, un tertuliano barato, que da espectáclo en un circo mal organizado de un canal más de la televisión española.

Elpidio dijo:

18

19 de abril de 2014

05:07:47


Ayer lei un articulo del apatrida Carlos Alberto Montaner sobre el Gabo, por supuesto, repugnante reflexion, y esperada de este Agente de la CIA...Nada, GRACIAS MIL GABO por existir para siempre, es sin dudas un duro golpe tu partida a la inmortalidad para Fidel, pero los cubanos nunca olvidareos que siempre estuvistes con nosotros sin importar la fuerza de los vientos que intentaban removerte. EPD.

Miguel Rueda Martos dijo:

19

21 de abril de 2014

17:07:54


Gracias por tu obra Gabriel. Descansa en paz

José Yaniz dijo:

20

22 de abril de 2014

10:00:53


Como escritor fue grande Como persona obsceno, una cosa escribió y otra vivió